De la tierra

Desde el 9 de octubre se lleva a cabo en la Plaza de los Artesanos de Bogotá el Primer Encuentro Artesanal Andino, convocado por la Corporación Andina de Fomento (CAF) y Artesanías de Colombia. En él se reunen 200 artesanos de Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia, quienes además de traer su muestra y exhibirla y venderla al público ya están en contacto con misiones de compradores de Estados Unidos y Europa.

Como señala Ana Mercedes Botero, directora de Secretaría y Relaciones Externas de la CAF, "este es un nicho fantástico para hacer integración desde el punto de vista cultural y de la proyección de valores. Además, agrega, el encuentro orienta a los artesanos para saber cuál es la demanda real, qué necesitan esos mercados y volver más competitivo el sector". Desde el punto de vista comercial es mucho más eficiente negociar de manera regional que país por país. Además cada país ofrece ventajas de las que pueden aprender los otros. Por ejemplo, Colombia está a la vanguardia en innovación de diseños mientras Perú exporta más porque maneja mejores estrategias de promoción y comercialización.

La artesanía en los países andinos es una muy importante fuente de empleo y subempleo y también es un sector con un alto potencial para revitalizar la economía de los sectores rurales. En Colombia se calcula que 1.200.000 personas (350.000 de manera directa) viven de la artesanía. En Bolivia y Ecuador, países con muchos menos habitantes que Colombia, la cifra es de 800.000 en cada uno de ellos. Y aunque no se note mucho en los porcentajes del PIB su impacto social es muy grande. Como señala Cecilia Duque, gerente general de Artesanías de Colombia, "a diferencia de otras iniciativas el sector artesanal es relativamente fácil de impulsar. No requiere grandes inversiones en infraestructura. Bastaría mejorar los sistemas de transporte y comercialización y capacitar a los artesanos para que trabajen unidos, enseñarles a asociarse para que puedan ser más productivos y negociar en mejores condiciones". Las dos expertas consideran que los artesanos deben conocerse, intercambiar ideas y trazar estrategias inteligentes para abrir nuevos mercados. Como señala Cecilia Duque, "no se puede competir con China, que hace volumen y por eso ofrece precios tan bajos. Se pueden conquistar mercados segmentados en los que compra un público conocedor que busca objetos bellos en los que esté presente el rastro de la identidad".