‘Después de Norma’: el costo de las dinámicas y los roles de la familia

País: Colombia

Año: 2019

Director: Jorge Andrés Botero

Guion: Jorge Andrés Botero

Actores: Norma de Botero, Luis Jorge Botero, Beatriz Botero, María Isabel Botero

Duración: 93 min.

Los documentales sobre familias hechos por los mismos familiares tienen algo profundamente incómodo. Porque los espectadores pueden ver momentos, relaciones y tensiones tan privadas que es inevitable sentirse como un intruso. Y no solo así sino como un intruso desorientado porque en estos universos cerrados la información tiende a ser, al mismo tiempo, excesiva e insuficiente.

Pero también hay algo muy generoso en ellos. El abrir las puertas de la casa a miles de desconocidos para que miren debajo de los tapetes, en las estanterías, para que se sienten en una mesa en la que no han estado nunca y ver cómo funcionan ahí unas dinámicas que conocen de otra manera en su propia casa.

Detrás de Norma comienza con un video antiguo, grabado por el director Jorge Andrés Botero cuando tenía ocho años, de una reunión de señoras sonsoneñas, entre las que está su madre, Norma, sonriendo y conduciendo la conversación. La fluidez de su hablar y su carisma frente a la cámara son impresionantes y lo son aún más porque unas tomas más adelante la película nos presenta a una Norma unas décadas mayor que no puede hablar, aunque sigue sonriendo dulcemente a la cámara.

La película nunca nombra la enfermedad de la que sufre, aunque sí un par de síntomas —no puede hablar y tiene dificultades para tragar— y en su primera parte sigue su evolución hasta la muerte.

Acá se siente una incomodidad adicional: la que se da entre el sujeto que no quiere ser grabado y el camarógrafo (en este caso también director) que insiste en hacerlo. “Yo la quería grabar y ella solo quería estar tranquila”, dice en un momento Botero en la narración.

Esta es una de las muchas reflexiones que hay acá, porque este es un documental en el que pasan cosas, pero también en el que se piensa eso que pasa en voz alta, frente y detrás de cámaras. Es una película que pregunta e imagina, para luego volver a las imágenes, no tanto para localizar ahí respuestas sino para renovar allí su curiosidad, que se mantiene inquieta hasta el final.

A medida que avanza, conocemos a la familia Botero. Están los padres, Norma y Luis Jorge, y luego los hijos, Jorge Andrés, Beatriz y María Isabel. Entre todos se hacen preguntas que oscilan entre lo dulce y lo incisivo sobre las dinámicas familiares con las que crecieron, sobre lo que heredaron, sobre los roles que se supone deben encarnar hombres y mujeres, y el costo psíquico que tiene para todos el adoptarlos ciegamente.

Hay mucha información acá, muchas capas temporales que la edición intercala con cuidado para hacernos ver que las preguntas y especulaciones se energizan al saltar en el tiempo, hasta encontrar coincidencias extraordinarias. Por ejemplo, cuando ilustra que la insistencia en registrar del director se puede ver en su padre que, con una terquedad dulce, le pide en cierto momento a su hija, a punto de caer dormida cuando era niña, que le hable de su vida a la cámara. Y piensa uno que esos dichos de padres e hijos, de rayas y herencias, tienen algo de razón.

CARTELERA DE CINE

Una guerra brillante - 3 estrellas

Estilizada reconstrucción de la competencia entre Edison y Westinghouse por dotar a las ciudades de Estados Unidos de electricidad.

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La hora de tu muerte - 2½ estrellas

Película de terror en la que coinciden aplicaciones de celular con demonios, cuentas regresivas y brujería.

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La tercera esposa - 3 estrellas

Una joven de 14 años llega a la casa de un hacendado en el Vietnam del siglo XIX en este drama de pocas palabras basado en una historia real.

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El hombre invisible - 3 estrellas

Una mujer escapa de un esposo abusivo en esta tensionante revisión del personaje fantástico de los estudios Universal.