El ausente, Adonay, Faltan cinco pa’ las doce: ¿conoce la historia de las canciones del 31?

Las uvas rozagantes servidas en copas de cristal con borde dorado, la comida recién sacada del horno, las prendas amarillas que adornan los armarios y las maletas que aguardan al lado de la puerta hasta que sean las 12, no serían nada sin esas canciones que han amenizado los 31 desde tiempos inmemorables. Sin importar los gustos musicales hay una sola época en la que todas las generaciones se unen para entonar estribillos como “por qué te casaste Adonay” o “¡ay! cariño, ¡ay! mi vida”.

 1. El ausente - Pastor López

Para muchos latinoamericanos, este cantautor venezolano nacido en la ciudad de Barquisimeto, es sinónimo de las festividades decembrinas. ‘El Indio’ o ‘El Rey de la Cumbia’ - como es conocido en su país natal - comenzó cantando música llanera, pero luego de su paso por las agrupaciones de Aníbal Velásquez y el Combo de Emir Boscán, alcanzó el reconocimiento con canciones del género tropical como Cariñito sin mí, Traicionera y El Ausente.

Esta última fue lanzada en 1980, luego de que formara su propia agrupación llamada Pastor López y su Combo. El apoyo lo recibió de Discos Dark (en ese entonces propiedad del productor Roberto Gómez Rueda).  Desde ese entonces, “Vamos a brindar por el ausente/ para que en año nuevo esté presente…/ vamos a desearle buena suerte/ y que Dios lo guarde de la muerte…”. han sido los versos entonados en honor a aquellos que por alguna u otra razón no están presentes para el fin de año.

2. Adonay - Los Hispanos y Rodolfo Aicardi

Esta canción hace parte del disco lanzado en 1970, De triunfo en triunfo, que contó con la colaboración vocal del cantante magangueleño, Rodolfo Aicardi. Surgió en un momento difícil para la orquesta, pues, luego de una ruptura en el grupo, Guillermo Mejía y Gabriel Pizano no solo se quedaron sin el apoyo de la disquera, sino que perdieron a los líderes vocales de la agrupación  (los hermanos Jiménez, que más tarde formarían Los Graduados). Es así como vieron en Aicardi su salvavidas.

En esta etapa con Aicardi, como voz principal, graban los que son considerados los mejores temas de música bailable: Adonay, Boquita de caramelo, Cariñito y Papelito blanco. Sin embargo, hasta el día de hoy, siguen existiendo dos grandes incógnitas que ni su compositor Julio Erazo o quienes la interpretan han dado a conocer: ¿Quién es Adonay, un hombre o una mujer? o mejor aún ¿por qué se casó Adonay?

3. Cinco pa’ las doce - Néstor Zavarce

Este tema, que captura toda la nostalgia por los momentos del año que se va, no puede faltar en las emisoras y las cuentas regresivas de millones de hogares. Su versión original apareció en 1963, en el disco de larga duración (LP) que el venezolano grabó para la RCA. Tiempo después, su compositor Oswaldo Oropeza le cedió los derechos al acordeonero barranquillero, Aníbal Velásquez, conocido como El Mago del Acordeón. Él hizo una versión más guarachera y bailable. “La canción no es mía (...) la interpretó Néstor Zavarce, un amigo cantante de música venezolana que la tocó en una fiesta en la que yo estaba. A mí me gustó mucho, pero era muy suave. Yo le hice unos arreglos y la gente la ha reconocido como mía por la manera como yo la toco tan sabrosa”, dijo Velásquez en una entrevista del diario El Heraldo en el 2016.

4. El año viejo - Tony Camargo

Tony Camargo, considerado como uno de los íconos de la música típica mexicana, grabó este tema para su primer LP, en 1953. El intérprete tapatío, autor de éxitos como El Negrito del Batey, A Tabasco y La Bandolera, le surgió la idea de hacer una versión de este éxito, luego de que la escuchara en Venezuela, a su autor colombiano, Crescencio Salcedo. Hoy, la canción que dedica sus versos a la chiva, la burra negra, la yegua blanca y la buena suegra, cuenta con diversas interpretaciones de cantantes como Celia Cruz y bandas como Don Tetto y Katamaran.

5. La fiesta de Pilito - El Gran Combo de Puerto Rico

Su título no es tan conocido, pero sin lugar a dudas, cualquiera reconocerá la frese “A comer pastel, a comer lechón, arroz con gandules y a beber ron”. Este clásico salsero, a diferencia de las otras canciones en este conteo, es más reciente, pues se editó en 1985, cuando a la orquesta de Rafael Ithier ya se le conocía como “La Universidad de la Salsa”. Este es uno de los singles que mejor describe la idiosincrasia puertorriqueña porque en sus líneas hace referencia a costumbres propias de la víspera de año nuevo, como el lechón, los gandules y el ron.