El Bourbon: tatuajes, feminismo e inclusión

La idea de lanzar el vídeo La Femme, que visibiliza la posición de la mujer frente al tatuaje, surgió en El Bourbon, un estudio de tatuajes que nació en 2012 de la mano de Julián Botero y Sebastián Petersson. Paulatinamente, el estudio empezó a experimentar un cambio que lo diferenció de otros estudios de tatuajes: mujeres y más mujeres se fueron sumando al equipo.

Además de los mencionados fundadores de este estudio, donde la inclusión y el respeto son fundamentales, el equipo del Bourbon integra hoy 14 artistas de los cuales 7 son mujeres: Julieth Fonseca, Violeta Domínguez, Keila Herrera, Estefanía Guerra, Lina Espitia, Juliana Rincón, Andrea Rincón, Francisco Callejas, Jeison Lora, Edison Martínez, Miguel Sánchez, Mickey Angel.

SEMANA habló con tres de las tatuadoras del estudio para conocer sus opiniones sobre la posición de la mujer en el gremio del tatuaje.

¿Por qué creen que El Bourbon marca la diferencia con otros estudios de tatuaje?

Violeta: El estudio comenzó con solo hombres. Poco a poco se empezaron a sumar más chicas, y también llegó Francisco, un chico que hace drag. Esto influyó bastante, cambió la visión que tenían los dueños del estudio al principio y empezó a generar un ambiente de diversidad e inclusión más amplio.

Andrea: El hecho de informarse acerca del feminismo también, e hizo que los dueños y los otros colegas abrieran el espectro y, sin juzgar, incluyeran a todos los géneros.

Lina: El concepto del estudio es muy amplio, no lo tiene ninguno en Bogotá. Permite que desarrollemos proyectos artísticos, no solo tatuajes, individualmente sin ser juzgadas, ni ser estigmatizadas por nuestro género.

¿Cómo explican la acogida para las mujeres en El Bourbon?

Violeta: Yo soy abogada y es importante para mí expresarme cuando algo me disgusta, que respeten mis puntos de vista. Soy contestataria y el resto de chicas también lo son. Fue importante que las chicas llegaran pisando fuerte, sin callar lo que les incomodaba.

¿Qué opinan los demás integrantes del estudio?

Violeta: La forma de pensar ha ido cambiando paulatinamente. Es un aprendizaje y ellos han respondido positivamente, son abiertos a los temas y los discutimos antes de actuar.

¿Cómo surgió la idea de hacer La Femme, vídeo que visibiliza la posición de la mujer en el tatuaje?

Lina: El video surge porque empieza a haber una equidad de género en el estudio y se potencia esa fuerza de la imagen de la mujer en el estudio. También hay unidad entre todos, fue una idea de parte de lado y lado.

La Femme muestra las perspectivas de las integrantes del Bourbon no solo en el tatuaje sino en las demás áreas artísticas pues hay chicas que también trabajan en otras disciplinas como: el grabado, la ilustración, el dibujo. Básicamente es la relación de la mujer en el arte.

Violeta: También es generar conciencia dentro del gremio y visibilizar una problemática a partir de las experiencias personales, criterios y posturas.

¿Existen eventos que visibilicen a la mujer en el gremio del tatuaje?

Lina: En Medellín hay una fuerte ola de tatuadoras, y han creado un evento llamado ‘El Anti Tattoo’, donde participan solo mujeres: tatuadoras, ilustradoras y emprendedoras.

¿Qué ocurre en las convenciones de tatuajes convencionales? ¿Hay equidad de género?

Lina: Hay mucha disparidad, en un 80% es el hombre quien tatúa a la mujer en esa clase de eventos. Además el cuerpo de la mujer está muy sexualizado. Siempre hay una chica haciendo body paint, una chica desfilando, una chica suspendida. Es el hombre el encargado de hacer el show, hasta en la música que ponen. Por eso eventos como el ‘Anti Tattoo’ marcan la diferencia.

¿A qué tipo de discriminación se debe enfrentar una tatuadora en un estudio convencional?

Andrea: Desde el hecho a ser juzgada por menstruar, que se sobrepasen con uno, hasta no ser coherentes con los horarios de trabajo.

Antes de llegar al El Bourbon estuve en dos estudios de tatuajes. En uno de ellos mis colegas hombres tenían la libertad de ir al estudio a trabajar cuando quisieran, mientras que yo siendo la única mujer tenía que cumplir un horario.

También me juzgaron por menstruar, por ser sensible en esos días, ellos decían que mejor no fuera al estudio hasta que se me pasara la regla.

Clientes me han tocado, pero cuando sucedió todo fue muy discreto. Estaba confundida con lo que había pasado y lo terminé normalizando. Hoy en día no hubiera permitido que me tocaran la pierna.

Lina: También trabajé en otro estudio antes del Bourbon, y era la única mujer. Experimenté las críticas irrespetuosas, por parte de mis colegas. Me criticaban al frente del cliente, una situación muy incómoda, no solo para mi sino para el cliente también porque empieza a desconfiar de uno. Si llegaba una chica atractiva luego tenían comentarios sobre “lo rico que sería tatuarla” no se contenían ni yo estando ahí.

Luego llegó otra chica a tatuar al estudio como aprendiz. Ella escaló muy rápido y al sentir la competencia fuerte, los tatuadores la empezaban a atacar. Al final, se aburrió y se fue del estudio.

Violeta: A la cultura del silencio. Si una mujer comete algún error, los hombres te van a juzgar y criticar pero si ellos cometen un error, lo callan. Entre hombres hay conductas que siguen en manada, y en esa cultura de silencio pueden ocultar hasta un abuso.

¿Cómo se puede dejar de sexualizar el cuerpo de la mujer en el mundo del tatuaje?

Violeta: Es complicado porque el cuerpo de la mujer hasta en los diseños de tatuaje se muestra de una forma muy sexualizada, es voluptuosa, es ‘sexy’. No obstante con tantas chicas tatuando, se ha relegado esa visión machista y sexualizada en el gremio.

¿Cuál es su top de tatuadoras?

Marla Moon, tatuadora e ilustradora de Madrid, España; La Ciega, tatuadora colombiana; Bya Brasil tatuadora e ilustradora brasileña; Miedo al Vacío, tatuadora chilena radicada en Berlín, Alemania; Srta. Parasito, tatuadora mexicana; Sara Rosa, tatuadora de la ciudad de Barcelona y la tatuadora surcoreana Red Lip Tattoo.

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