Cine
El cineasta colombiano Theo Montoya es seleccionado en la 48a Residencia del Festival de Cine de Cannes
La Residencia es uno de los programas más reconocidos a nivel mundial para el desarrollo de proyectos cinematográficos. Desde su creación en 2000, ha sido un espacio de incubación creativa para cineastas emergentes que buscan llevar sus guiones al siguiente nivel. Hablamos con Montoya al respecto.
El Festival de Cine de Cannes anunció hoy la selección de la 48a edición de su Residencia, en la que fue seleccionado el cineasta colombiano Theo Montoya, director del galardonado documental Anhell69 (2022). Durante este programa, que ha impulsado las carreras de cineastas de todo el mundo, Montoya desarrollará su segundo largometraje, Falso Positivo, una obra que busca explorar la manipulación de la realidad y los límites de la ficción.
Montoya se puso en el radar internacional con Anhell69, un documental que retrata la escena queer en Medellín. Su selección en la Residencia del Festival de Cannes lo consolida como una de las voces más innovadoras y provocadoras del cine latinoamericano contemporáneo. Al director antioqueño, en la Residencia, se le suman este año la alemana Anastasia Veber, la india Diwa Shah, la lituana Eglé Razumaité, el australiano Rudolf Fitzgerald-Leonard y la marroquí Sofia Alaoui.
¿Qué es la Residencia del Festival de Cine Cannes?
La Residencia es uno de los programas más reconocidos a nivel mundial para el desarrollo de proyectos cinematográficos. Desde su creación en 2000, ha sido un espacio de incubación creativa para cineastas emergentes que buscan llevar sus guiones al siguiente nivel. Durante cinco meses, los residentes trabajan en París, recibiendo apoyo financiero, asesoría profesional y un entorno creativo de colaboración para desarrollar sus futuros largometrajes.
Algunos de los cineastas más reconocidos que han pasado por la Residencia incluyen a László Nemes (ganador del Oscar a Mejor Película Extranjera con Son of Saul, de 2015, una obra que redefine la representación del Holocausto); Joachim Lafosse (destacado por sus dramas intensos como Les Chevaliers Blancs (2015), galardonado en el Festival de San Sebastián); Julia Ducournau, ganadora de la Palma de Oro en 2021 por Titane, quien revolucionó el cine de género con su enfoque transgresor; y César Díaz (cineasta guatemalteco que ganó el premio Cámara de Oro en el Festival de Cannes 2019 con Nuestras Madres, un emotivo retrato sobre la memoria histórica y la guerra civil en Guatemala.
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La Residencia del Festival de Cannes ha sido una plataforma clave en el desarrollo de cineastas que más tarde alcanzaron reconocimiento internacional, brindando un espacio en el que pueden experimentar y avanzar en sus visiones personales y artísticas.
Palabra de director
SEMANA: ¿Qué significa haber sido escogido como residente por el Festival? ¿En qué consistirá su tiempo allá?
Theo Montoya: Mis objetivo principal en la residencia es trabajar en la conceptualización de mi película. Busco recibir asesorías de expertos y explorar en profundidad las ideas filosóficas que subyacen a la narrativa, cuestionar y redefinir conceptos clave. Me interesa construir una base sólida que sustente la visión cinematográfica que deseo plasmar. Este tiempo y espacio dedicados no solo facilitarán el desarrollo técnico y estructural de la película, sino que también serán esenciales para dar forma a una obra que dialogue críticamente con el cine contemporáneo y de vanguardia.
SEMANA: Háblenos sobre Anhell69, sobre sus motivaciones, su producción, y sobre la recepción del público.
T.M.: Indudablemente, ha generado un impacto notable en la percepción pública y despertado un debate profundo. En Colombia, intentaron censurarla tras exponer la crudeza de una realidad que históricamente ha sido invisibilizada, por lo que, el acto de hacer y concluir una película como esta, es una inspiración para el cambio. En un contexto que intenta erradicar todo lo que desafíe el orden establecido, hemos transformado la ciudad en un espacio de resistencia e inclusión para las disidencias. A través del cine y de esta película, no solo reafirmamos nuestro derecho a existir, sino que cuestionamos de manera profunda el statu quo que pretende invisibilizarnos.
Esta película sigue viva gracias a nuestros amigos, personas como nosotros, parte de la escena queer de Medellín, que a lo largo de su vida han sido vistos como extranjeros. A lo largo del proceso de realización y distribución, hemos sido testigos de cómo el esfuerzo colectivo detrás de Anhell69 ha inspirado cambios en nuestra comunidad. Especialmente, ha permitido que los jóvenes encuentren sus propias voces y puedan retratarse a sí mismos para comunicarse a través de su propia visión, problemáticas y deseos. Anhell69 es un poderoso ejemplo de cómo el cine se puede convertir en una fuerza transformadora y liberadora.
Posiblemente, esta generación nunca hubiera tenido la oportunidad de ser escuchada sin el cine. Gracias a esta película han surgido debates en la opinión pública que de otro modo nunca hubieran sido posibles. La película ofrece una ventana a realidades que antes pasaban desapercibidas. Permite que quienes están fuera de estos contextos se acerquen y comprendan las vidas de un grupo de personas que han sido marginadas, cuyas historias rara vez han sido contadas o reconocidas.
Posiblemente, esta generación nunca hubiera tenido la oportunidad de ser escuchada sin el cine. Gracias a esta película han surgido debates en la opinión pública que de otro modo nunca hubieran sido posibles.
SEMANA: ¿Qué perspectiva le ha cambiado sobre el cine hacer cine?
T.M.: De pequeño me enamoré del cine. Me enamoré por qué podía ver el mundo que estaba afuera de las montañas de mi ciudad. Me enamoré porque era el único lugar donde podía llorar con tranquilidad. Ha sido mi manera de habitar la vida de otros, de visitar otros países, mentes, mundos imaginados, mundos por crear. El cine me ha permitido soñar, alucinar, amar y odiar.
Desde que tengo uso de razón recuerdo haber querido dedicarme a hacer imágenes. Mi relación con el cine a través de los años ha sido de amor y odio. Lo amo porque no encuentro otra manera de vivir la vida sino a través de él y lo odio porque soy un esclavo suyo. Todo lo que veo pareciera no tener sentido si no está conectado a un recuerdo de alguna película.
SEMANA: ¿En qué trabaja estos días? ¿Viene otro largometraje de su parte?
En este momento, estoy trabajando en un nuevo largometraje titulado Falso positivo, que aborda temas relevantes en el contexto colombiano. Estoy muy entusiasmado con este proyecto y espero compartir más sobre él en el futuro cercano.
Sobre su ópera prima
Dice la sinopsis de esta película, reconocida en varios festivales a nivel mundial: “En la escena Queer de Medellín los espectrofílicos llenan los callejones y rincones oscuros de la ciudad con sexo, drogas y vicios desenfrenados. No hay un más allá cuando los espectros corrompen a los jóvenes sin esperanza. Anhell69 explora los sueños, dudas y miedos de una generación aniquilada, y la lucha por seguir haciendo cine. Desde su estreno en Venecia, Anhell69 no para de cautivar al público de los más de 60 festivales en todo el mundo en los que hace presencia”.