EL DEMONIO INGLES

200 años despues de su muerte, Lord Byron sigue causando polémica

7 de marzo de 1988

A pesar de tener sólo 36 años, cuando murió aquejado por la fiebre en un campo de batalla griego, en 1824, el poeta Lord Byron estaba demasiado gordo, su larga cabellera mostraba más canas de las que hubiera deseado tener y su aspecto era el de una persona que lo ha vivido todo. Conocido en su tiempo como el más grande conquistador y descrito por una de sus amantes como "malo, loco y peligroso de conocer", este inglés maldito se convirtió en un profeta para el resto del mundo y en una leyenda negra en su patria. Hoy, 200 años después de su nacimiento, alrededor del mundo se dictan conferencias y se abren exposiciones en honor de este hombre, que proyectó una sombra romántica, filosófica y política, sobre los principales eventos del siglo XIX. Pero el grueso de esos homenajes se centra en Grecia, tierra que no sólo lo nutrió culturalmente sino en la que dejó su vida, cuando luchaba por liberarla del dominio turco. Según Nikos Kondours, el productor de cine griego que se ha unido a las celebraciones con la realización de un filme sobre los últimos dias del poeta, "la palabra Byron es muy seria para los griegos. El fue maldito para los ingleses, pero nosotros tenemos otra opinión de él".
Tal vez fueron su rebeldía y su dedicación a la libertad, las que lo convirtieronAen fuente de escándalo, aún después de su muerte. Los púdicos victorianos lo ignoraron oficialmente en favor de otros poetas románticos menos controvertidos como Wordsworth, Coleridge y Keats. Pero estos nombres, que en Inglaterra eran considerados como lo más granado de su poesía, en el resto de Europa no tuvieron la misma acogida de Byron, al que siempre consideraron el mejor. El escosor que causaba en los ingleses el comportamiento del poeta llegó a un punto tal, que a su muerte se le negó la sepultura en la abadía de Westminster y sólo en 1969, 145 años después de su desaparición, se colocó en ese sitio, en el que se honra a muchos de los literatos ingleses, una placa conmemorativa.

Su influencia romántica, poco convencional, no sólo abarcó a escritores como Charlotte Bronté, quien modelo a Rochester, el oscuro héroe de Jane Eyre, basándose en él. Influyó especialmente en la Europa continental donde, aparte de inspirar un gran fervor revolucionario, tocó con su vena filosófica a muchos escritores: en Alemania influyó sobre Heine, quien lo vio como el heraldo del liberalismo; en Polonia encontró eco en Mickiewicz; en Rusia fueron Lermontov y Pushkin y en Italia fue Mazzini. Su influencia por fuera de su patria fue tan importante que alcanzó a llegar a Suramérica. A su muerte los diarios franceses anunciaron que los dos más grandes, Lord Byron y Napoleón Bonaparte, habían muerto.

El legado poético de Lord Byron es vasto pero irregular. Aunque pasional en sus sentimientos era controlado en su ejecución, más bien modelada por el estilo clásico de Torcuato Tasso. "El peregrinaje del pequeño Harold", "El Corsario" y "Manfredo" son sus obras más valiosas, pero su reputación literaria se basa en su satírico "Don Juan" y en un puñado de versos líricos.

Su reputación de extravagante había crecido en Venecia, donde se instaló en una casa al lado de un canal, en sus últimos años. Su exótico estilo de vida incluia sirvientes indisciplinados, dos amantes, una hija ilegítima y una colección de perros y monos.
Más tarde pareció encontrar un poco de felicidad doméstica como "cicisbeo"-amarte aceptado-de la condesa italiana Teresa Guiccioli. Fue la primera vez que tuvo un amor normal y la primera en que estuvo cerca de estar felizmente casado. Si alguna vez fue feliz, lo fue con Teresa. --