EL ENCANTO DE MENDELSSOHN

Un músico a quien se está redescubriendo

2 de julio de 1984

En el espacio mágico de la música, Mendelssohn fue un feliz favorecido del destino. Inteligente y encantador, nació en el seno de una acaudalada familia de banqueros judíos convertidos al protestantismo donde encontró a sus anchas todos los medios propicios que brindaban Hamburgo y Berlín a comienzos del siglo XIX para cultivar una amplia cultura y desarrollar sus dotes.
Músico de espíritu romántico, más sentimental que volcánico, descubrió para sus contemporáneos los encantos del Renacimiento (Lassus, Victoria, Palestrina), la alegría del barroco (Bach, Haendel), la fuerza del clasicismo (Mozart, Beethoven) y el ímpetu de su tiempo (Schubert, Schumann, Chopin, Berlioz, Wagner). Sus propios montajes de algunas óperas de Mozart y la dirección personal de las sinfonías de Beethoven emocionaron vívamente a los auditorios berlineses de la primera mitad del siglo XIX. Severo y elegante, es, la antítesis del estereotipo del romántico atormentado. Auténtico maestro de la invención melódica y del arte de la orquestación, Félix Mendelssohn Bartholdy supo eludir los peligros del facilismo.
Su obra, diversa y variada, comprende 30 obras religiosas entre salmos e himnos, de los cuales se destacan los oratorios "Paulus" y "Elías", cinco sinfonías, dos hermosos conciertos para piano y orquesta, uno para violin, cuatro oberturas y una asombrosa colección de música de cámara inexplicablemente olvidada. En su quinta sinfonía, la solemne "Reforma", utiliza una fórmula de amén de la antigua liturgia sajona, retomada por Wagner como motivo del Grial en su recreación del viejo mito.
No obstante su entusiasmo equilibrado o su armoniosa precocidad, Mendelssohn es un músico desconocido e ignorado. Aún no se ha hecho el reconocimiento justo a su nombre ni se ha puesto en valor la magnitud y el carácter de su obra. Recientes esfuerzos de la industria discográfica alemana han comenzado por descubrir a este importante compositor, transparente como una tarde de verano, limpio de nubes.
Discografía recomendada de la Deutsche Grammophon.

1. "Los cuartetos para cuerdas. Cuarteto Melos, 1983. 4 discos
2. "Las cinco sinfonías". Orquesta Filarmónica de Berlín dirigida por Herbert von Karajan, 1980. 4 discos
3. "Canciones sin palabras". Daniel Barenboim, piano, 1982. 3 discos