Teatro
El Festival Internacional de Teatro de Manizales celebra por lo alto sus 50 años
El evento, que cumple medio siglo, comienza el próximo cinco de octubre. Habrá compañías de 11 países, 40 obras y 50 años de historia por celebrar.
Transe express, una compañía francesa de arte callejero que se fundó en 1982, presentará Móvil humano y Las muñecas gigantes en la plaza de Bolívar de Manizales. La primera combina la música y las artes plásticas con unos siete artistas que están suspendidos en el aire a unos 35 metros. La segunda es una especie de ópera con tres muñecas de cinco metros de altura en escena. Así se inaugurará el Festival Internacional de Teatro de Manizales, que llega a su edición número 50.
Móvil Humano de Transe Express.
Ya en 1984 había ocurrido un estreno similar, callejero, cuando unas marionetas inmensas se movían por las calles de Manizales: eran actores disfrazados sobre zancos, que interpretaron el asesinato del arzobispo salvadoreño Óscar Romero, ocurrido cuatro años atrás mientras daba una misa en su país.
Pero la calle no es el único espacio para el teatro en Manizales. Fábricas abandonadas, casas y bodegas también serán escenarios en esta nueva edición. Detrás está la creatividad de los organizadores, pero también que en la capital de Caldas solo hay seis teatros. Y esto, sumado a la insuficiente oferta de hoteles, significa un gran reto.
La mitad de la capacidad hotelera de Manizales es ocupada por los grupos teatrales que llegan de afuera. Octavio Arbeláez, director general del evento desde 1984, asegura que aunque los servicios turísticos son escasos, el festival sobrevive por su coherencia. “Tenemos un eje curatorial que no cambia: reconocer el contexto y priorizar el discurso latinoamericano”, dice Arbeláez.
Octavio Arbeláez, director del festival.
Por ejemplo, el año pasado el tema fue la paz y el posconflicto, y el festival trajo compañías de países latinoamericanos y africanos que habían vivido la guerra. Esta vez, a propósito del aniversario, el tema es el teatro latinoamericano y manizaleño. La idea de Arbeláez fue invitar compañías teatrales históricas, otras creadas simultáneas al festival y otras contemporáneas.
El grupo uruguayo El galpón, por ejemplo, que cumple 70 años; La candelaria, de Colombia, o Malayerba, de Ecuador, tienen amplia trayectoria y hacen parte de las compañías históricas. El Teatro Petra, de Bogotá, es una de las que empezó a la par del festival –en los años setenta y ochenta- y presentará en Manizales Cuando estallan las paredes.
Finalmente, dramaturgos jóvenes, como Gabriel Calderón, que escribió su primera obra a los 16 años, representan a la generación contemporánea, que revelarán “qué camino va a tomar el teatro en este siglo”. Así el festival de este año es también una manera de conocer las transformaciones sociales y sobre todo artísticas en Latinoamérica en los últimos 50 años.
En este pueblo no hay ladrones, cuento de Gabriel García Márquez, es una de las obras que se presentará en el festival.
Reunir a varias generaciones que atraigan a un público distinto ha sido una de las apuestas del festival desde sus inicios. Hace medio siglo, época en la que la izquierda latinoamericana crecía, pero la mayoría de los países de la región eran gobernados por dictaduras, el teatro era una forma de integrar la cultura del continente y también una herramienta de resistencia: la mayoría de grupos teatrales eran estudiantiles y presentaban obras con contenido político. Por eso, la prioridad no era organizar un evento económicamente sostenible, sino uno masivo.
Luego de 50 años las prioridades de los organizadores no han cambiado mucho. Las boletas compradas no representan ni el 10 por ciento del presupuesto, por lo que el Ministerio de Cultura y el gobierno regional y local, así como organizaciones internacionales, son necesarias para que el festival se mantenga. Pero Arbeláez dice que, aunque les gustaría ganar por boletería, lo que más les interesa es la apropiación social del festival.
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Ahora todo es noche, de La zaranda.
Por eso, con apenas el 5 por ciento del presupuesto que tiene el Festival Iberoamericano de Bogotá, el Festival Internacional de Manizales tendrá en esta edición a 50 grupos de teatro con unas 40 obras que representan lo mejor de Latinoamérica. Además, a la par habrá encuentros académicos con Miguel Rubio (Perú), Arístides Vargas (Ecuador), Héctor Guido (Uruguay), Mario Espinosa (México), Carlos Ianni (Argentina) y Fabio Rubiano (Colombia), entre muchos otros.
Definitivamente, el festival es un ejemplo para el continente, y por eso, por iniciativa del Centro latinoamericano de creación e investigación teatral (Celcit), se instituyó en su honor el 8 de octubre como el Día del teatro latinoamericano.
Estos son algunos de los eventos imperdibles, según Octavio Arbélaez:
-La zaranda: cumple 40 años y presenta Ahora todo es noche.
-El Galpón: Versión de incendios.
-Teatro Petra: Cuando estallan las paredes, su obra más reciente.
-Homenaje a Diego Sánchez, uno de los miembros del teatro de Medellín Matacandelas.
-Cualquier obra del grupo Teatro Malayerba.