LIBROS
“El humor puede ser más revelador que muchas cosas”
En los recientes libros de Matador y Tola y Maruja son pocos los personajes públicos que están a salvo.
Los nuevos libros de humor Tola y Maruja: Sin agüeros, editado por Carlos Mario Gallego, conocido como Mico; y Este mundo loco, una recopilación de las caricaturas de Matador, prueban una vez más que el humor es un buen medio para cuestionar a personajes públicos polémicos y para analizar los hechos del país.
En Colombia hay abundante material para que los humoristas tengan trabajo por montón. Temas como el proceso de paz y los escándalos de corrupción convierten a Colombia en un paraíso para el humor, y aunque esto es un punto a favor para los que se dedican a esta labor, para los colombianos, a veces, no lo es tanto por aquello de tener que reírse de un resultado adverso en el plebiscito o del mal proceder de algunos políticos.
Matador asegura que la realidad colombiana es una tragicomedia: “aquí ocurren cosas terribles que en otros países no pasan. Algunos políticos están cagados de la risa mientras piensan que no les va a pasar nada. Y eso es terrible”.
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En este sentido, la caricatura y el humor son buenos medios para explicarle a la gente de forma didáctica y divertida lo que sucede en el país. “El caricaturista se vuelve un cronista diario de la realidad de Colombia”, dice Matador. O, como lo menciona Mico, “muchas veces el humor puede ser más revelador que muchas cosas: el humor ayuda a la verdad”.
Sin embargo, para muchos, el humor es una piedra en el zapato. Los políticos o personajes públicos no se divierten con las caricaturas. Al contrario, se molestan y se sienten perseguidos por las sátiras.
Como ocurrió con el exprocurador Alejandro Ordóñez, quien hace unas semanas protagonizó una pelea en Twitter con Matador, luego de que este lo criticara con una caricatura porque, según él, no hizo nada en el Ministerio Público en el caso del senador Bernardo ‘Ñoño’ Elías y del exgobernador Kiko Gómez. El actual candidato presidencial le respondió con un video diciendo que “el tal matador es un ignorante”. O la pelea entre Amparo Grisales y Tola y Maruja, que se produjo cuando las tías quisieron indagar –en tono de burla– sobre la edad de la diva en redes sociales.
Casos como estos muestran que “el poder siempre ha tratado de aplastar al humor y al humorista, incluso en las democracias. Pues este trabajo se convierte en esa especie de mosca que revolotea alrededor del caballo y no lo deja tener vida”, advierte Matador.
La hora de las recopilaciones
Aunque es un hecho que el poder no está muy de acuerdo con el humor satírico, artistas como Matador y Mico no dejan lo que mejor saben hacer: humor político. Y para dar constancia de ello, en julio de este año, cada uno por su lado, hizo una recopilación que da cuenta de algunos de los hechos y personajes más polémicos del país.
Intermedio Editores le propuso a Matador hacer su segunda recopilación de las caricaturas más representativas de la coyuntura política. Así nació Este mundo loco, que reúne 291 caricaturas, un poco menos del libro que se presentó el año pasado, que tenía unas 900. El hecho de que esta edición tenga menos “mamarrachos”, como los llama Matador, “hace que la gente lo disfrute más, pues para entender las caricaturas hay que estar en contexto”.
En este libro se retrata el polémico plebiscito para aprobar los acuerdos de paz con las Farc que enfrentó al sí y al no. Los personajes que más se destacan son la muerte y la paloma de la paz. Y, entre los políticos, los más renombrados son Juan Manuel Santos, Gustavo Petro, Alejandro Ordoñez, Enrique Peñalosa y, por supuesto, Álvaro Uribe, el personaje que más ha dado de qué hablar durante los últimos años. Asimismo, también hay espacio para personajes internacionales como Nicolás Maduro y Donald Trump, entre otros.
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Matador no inventa estos mamarrachos. Él afirma que, como lo aprendió del maestro Osuna, cada personaje hace su propia caricatura. “Yo lo que hago es recrear a través de gráficos, diferentes ángulos de ellos. Esa caricatura parte de la hipérbole de maximizar o minimizar esos rasgos”.
Este pereirano se ha convertido en uno de los caricaturistas más leídos del país y todo gracias a su poder de criticar la realidad a través de un dibujo. Por esto en el libro no pueden faltar temas tan dolorosos y penosos como el de los niños de La Guajira, la tragedia de Mocoa, los casos de feminicidio que azotan al país, la reforma tributaria y el escándalo de Odebrecht.
En el caso de Carlos Mario Gallego, quien desde el 2015 interpreta a las dos tías, Tola y Maruja, a través de la ventriloquia, este es su tercer libro. Es una recopilación de entrevistas que han hecho estas dos compinches, quienes ya van a cumplir 30 años en poner en jaque a algunos personajes públicos del país. Allí están consignadas 28 que Tola y Maruja hicieron en los Rencauchados, entre 2010 y 2011.
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En el libro hay varios temas: entrevistas a personajes como Faustino Asprilla, Amparo Grisales, el padre Alberto Linero, René Higuita y Fonseca, entre otros, pero el foco central es el tinte político. Pues también aparecen personajes como Juan Manuel Santos, Piedad Córdoba, Ernesto Samper, Germán Vargas Lleras, Sergio Fajardo, Noemí Sanín, Andrés Felipe Arias y, por supuesto, Álvaro Uribe.
Ambos libros son una excusa para reírse y, a la vez, entender lo que pasa en el país. Aunque vale la pena mencionar que así en un futuro la situación de Colombia cambie para bien, la corrupción disminuya, los personajes de la vida nacional dejen de hacer el ridículo y los hechos políticos dejen de ser tan ilógicos, estos dos representantes del humor seguirían en el gremio pues, según ellos, humor hay en todos lados. Incluso, como dice Mico, “hay el humor de la misma existencia”.