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Pedir por los demás a través de la oración se considera como un acto lleno de amor. | Foto: Getty Images/iStockphoto

Cultura

El poderoso salmo para curar y alejar a una persona de los vicios

Estas palabras alejan al enemigo.

Redacción Semana
14 de octubre de 2023

En la cultura religiosa, es común llevar a cabo la acción de leer la Biblia. Este famoso libro es de los más antiguos en el mundo y los creyentes siguen sus mensajes, pues se comparte la premisa de que son las enseñanzas de Dios para la humanidad.

Cada quien es libre de elegir las creencias o afinidades con las que se identifica, de modo que muchos tienen presentes los salmos que se consignan en el sagrado libro cristiano; en especial cuando hay una intensión de por medio, como la de curar y alejar a una persona de los vicios.

De acuerdo con el Diccionario de la Real Academia Española (RAE), la definición que se les da a los salmos es la de “composición o cántico de alabanza o invocación a Dios”. En ese sentido, los practicantes religiosos, aunque cualquiera que desee puede hacerlo, tienden a leerlos para invocar el poder del Todopoderoso al prójimo.

¿Por qué pedir para alejar los vicios?

Es posible que una persona se encuentre en malos pasos, considerados como vicios. Estos dependen de la acción y están relacionados con el consumo de alcohol, sustancias psicoactivas, entre otros.

Las personas alcohólicas tienen más riesgo de padecer de enfermedades en el hígado y otras afecciones.
Cuando no se controla el consumo de alcohol se puede considerar como un vicio. | Foto: Getty Images

Sea cual sea el caso, el escenario digital Catholic.net detalla que cuando se presenta un problema de vicios no solo la persona que lo padece es el afectado, sino que, a su vez, el círculo más cercano se ve comprometido. Entonces, pedir por ello se considera como un acto de amor y bondad para buscar el bien.

En la misma corriente de ideas, los conocedores del tema comentan que para pedir curación y alejamiento para aquellos que tienen vicios, lo primero a atender es tener presente la necesidad del apoyo y fortaleza que otorga el Espíritu Santo, pues es el que hace posible “reconocer nuestra fragilidad y permitir que Dios actúe en nosotros para enfrentar los problemas”.

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La cultura de la religión consigna que Jesucristo derramó su sangre por toda la humanidad. | Foto: Getty Images

En resumen, se necesita de fortaleza para suplicar por aquellos que, por diversas causas, terminaron en caminos no bendecidos, según la creencia de la cultura religiosa cristiana.

Así las cosas, existe un salmo al que se le adjunta el poder del alejamiento de los enemigos. Este se puede recitar todos los días.

Salmo 59 para curar y alejar a una persona de los vicios

El portal de la organización Church of Jesuschrist comparte las líneas de palabras que conforman el salmo 59:

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La oración incrementa la fe en Dios, según la cultura religiosa. | Foto: Getty Images
  1. Líbrame de mis enemigos, oh Dios mío; ponme a salvo de los que contra mí se levantan.
  2. Líbrame de los que hacen iniquidad, y sálvame de hombres sanguinarios.
  3. Porque, he aquí, han puesto acechanza contra mi vida; se han juntado contra mí poderosos, no por transgresión mía ni por pecado mío, oh Dios.
  4. Sin delito mío, corren y se preparan; despierta para venir a mi encuentro, y mira.
  5. Y tú, Dios de los ejércitos, Dios de Israel, despierta para castigar a todas las naciones; no tengas misericordia de todos los que se rebelan con iniquidad.
  6. Volverán al atardecer, ladrarán como perros y rodearán la ciudad.
  7. He aquí proferirán con su boca; espadas hay en sus labios, porque dicen: ¿Quién oye?
  8. Más tú, Dios, te reirás de ellos; te burlarás de todas las naciones.
  9. A causa de su fuerza esperaré yo en ti, porque Dios es mi defensa.
  10. Mi Dios, en su misericordia, irá delante de mí. Dios me hará ver a mis enemigos.
  11. No los mates, para que mi pueblo no olvide; hazlos vagar con tu poder y abátelos, oh Señor, escudo nuestro.
  12. Por el pecado de su boca, por la palabra de sus labios, sean ellos presos en su soberbia, y por la maldición y mentira que profieren.
  13. Acábalos con furor; acábalos para que no existan más, y sepan que Dios gobierna en Jacob hasta los confines de la tierra.
  14. Vuelvan, pues, al atardecer, y ladren como perros y rodeen la ciudad.
  15. Anden ellos errantes para buscar qué comer; y si no se sacian, murmuran.
  16. Pero yo cantaré de tu poder, y alabaré de mañana tu misericordia, porque has sido mi amparo y refugio en el día de mi angustia.
  17. Oh fortaleza mía, a ti cantaré alabanzas, porque eres, Dios, mi amparo, mi Dios de misericordia.