Cultura
El salmo que debe hacer cuando una persona está ansiosa o depresiva
Las personas que padecen de estas afecciones deben buscar ayuda profesional y espiritual.
Las enfermedades mentales se extienden por más tiempo en la vida del ser humano a comparación de las enfermedades físicas, además de generar altos costos económicos. Adicionalmente, las personas enfermas y sus familiares, o quienes cuidan de ellos, a menudo reducen su productividad en el hogar y el trabajo.
En muchas ocasiones, la ansiedad puede causar daños en la vida cotidiana de los seres humanos, pues esta es una emoción común frente a situaciones estresantes y de incertidumbre. Aunque, es la encargada de mantener a un individuo alerta, a estar productivo y a realizar el trabajo de manera efectiva.
Sin embargo, hay momentos en los que la ansiedad se vuelve estrés y sus síntomas pueden llevar a una persona a la depresión, el cual se caracteriza cuando un sujeto se siente triste, melancólico, infeliz o derrumbado, y es normal que la mayoría de individuos se sientan así en algún momento de su vida y por periodos cortos.
Se trata de un padecimiento que afecta los sentimientos, los pensamientos y el comportamiento de una persona, y puede causar una variedad de problemas físicos y emocionales. Esto puede generar que el sujeto registre dificultades para realizar las actividades cotidianas y que, a veces, sienta que no vale la pena vivir.
Cuando suceden este tipo de afecciones, lo mejor es buscar ayuda, tanto profesional como espiritual. Por tal razón, el portal religioso Dios es Oración recomienda un salmo que ayuda a los individuos que están pasando por dicha situación a superar todas las cargas emocionales y ver la vida de otra manera.
Salmo 62: Dios, el único refugio
En Dios solamente espera en silencio mi alma; de él viene mi salvación. Solo él es mi roca y mi salvación, mi baluarte, nunca seré sacudido.
¿Hasta cuándo atacaréis a un hombre, vosotros todos, para derribarlo, como pared inclinada, como cerca que se tambalea? Solamente consultan para derribarlo de su eminencia; en la falsedad se deleitan; bendicen con la boca, pero por dentro maldicen.
Alma mía, espera en silencio solamente en Dios, pues de él viene mi esperanza. Solo él es mi roca y mi salvación, mi refugio, nunca seré sacudido.
En Dios descansan mi salvación y mi gloria; la roca de mi fortaleza, mi refugio, está en Dios. Confiad en él en todo tiempo, oh pueblo; derramad vuestro corazón delante de él; Dios es nuestro refugio.
Los hombres de baja condición solo son vanidad, y los de alto rango son mentira; en la balanza suben, todos juntos pesan menos que un soplo. No confiéis en la opresión, ni en el robo, pongáis vuestra esperanza; si las riquezas aumentan, no pongáis el corazón en ellas.
Una vez ha hablado Dios; dos veces he oído esto: Que de Dios es el poder; y tuya es, oh Señor, la misericordia, pues tú pagas al hombre conforme a sus obras. Amén.