Voces culturales
“El teatro requiere de la presencia y complicidad del público”, Marcela Valencia
Actores del sector cultural narran los efectos de la pandemia. En esta entrega, la cofundadora de Teatro Petra anuncia nuevas funciones, pero antes comparte lo que implicaron meses de cuarentena para su espacio y su arte.
Hablamos con Marcela Valencia antes de que anunciara que regresarán las funciones al Teatro Petra. Allá presentará un monólogo, Yo No Estoy Loca. Valencia, quien junto a Fabio Rubiano fundó el Teatro Petra, enfrentará sola escenario interpretando a Cielo, una mujer de “esas que siempre genera molestia, por no ser dócil, por discutir, por decidir, por alzar la voz, por decir “no” y exigir sus derechos”. Inspirada en hechos reales, la obra fue escrita por Rubiano y se inspira en hechos reales.
“Siguiendo todos los parámetros de bioseguridad, protección y distanciamiento social, el Teatro Petra abre nuevamente las puertas de su “Santa Sede” para el público capitalino con una corta temporada de la obra a partir del 7 de octubre y con tan solo 28 sillas por función. La compañía representativa y destacada a nivel nacional e internacional con obras como El vientre de la ballena, Sara dice y Labio de liebre; en esta oportunidad con una actuación contundente, divertida y precisa deja clara su impronta”. Vale decir que en el marco del FITM 2020, Teatro Petra también estrenará obra.
El Teatro Petra abre nuevamente con una corta temporada de la obra a partir del 7 de octubre y con tan solo 28 sillas por función
Algo está claro, después de meses de mucha recursividad, Valencia al fin podrá reconectar con el público, un elemento vital para el teatro. Eso deja en claro en este testimonio en el qué responde a cómo venían antes del covid, cómo sortearon, cómo lee el sector y qué se pudo aprender de este tiempo complejo.
"Antes de esto, nosotros veníamos de tres festivales internacionales: en Buenos Aires, Alemania, y México y abrimos temporada con Labio de liebre, con las funciones vendidas a full.
Así que cerrar con todo el ritmo de trabajo que veníamos, con una excelente critica y presentación fuera del país representando a Colombia, y llegar a una temporada llena es un privilegio, y también la suma de 35 años de esfuerzo.
Después, aquí y en el mundo, hubo épocas muy difíciles. En cuanto a la nómina, los dos primeros meses la pagamos completa, ya después no pudimos y la pagamos a la mitad. Hemos accedido a convocatorias que, con o sin pandemias, el gremio teatral se ha ganado, como la de Salas concertadas. Los recursos de Ley de Espectáculos Públicos se redireccionaron en la pandemia, y nos ganamos una convocatoria individual de Idartes, en mi caso y en el caso de Fabio, y otra de la secretaría de Cultura, “quédate en casa para transmitir desde casa”.
Eso nos ha ayudado a poder pagar servicios, mantener la mitad de la nómina, mantenernos nosotros, así sea a medias, y, de alguna manera, seguir trabajando desde la virtualidad. Hemos hecho los podcasts, hemos llegado casi a 30.000 con la mastercasi, pero monetizar de manera digital es muy difícil. Vendimos libros online, clases, asesoramos grupos de Urabá y otros territorios. Veníamos trabajando mucho más pero recibiendo el 10% de lo que recibiríamos con la sala abierta.
Es lamentable ver cerrar espacios culturales pues es muy difícil abrirlos en nuestra ciudad y muy duro mantenerse unos años. Y luego esto...
También pedimos un préstamo de 50 millones, más lo que ya debemos. Fabio y yo metimos todo nuestro patrimonio en esta casa. Tenemos préstamo con Bancoldex y nos los congelaron 9 meses pero no sé si podamos responder en enero. No recibimos asistencias, lo que recibimos vino por cuenta de convocatorias que ganamos.
Es un sector que, yo creo, ha sido uno de los más golpeados. Fuimos los primeros en cerrar, vamos a ser los últimos en abrir. Hay muchos grupos que no tienen sala y que no pueden acceder a ciertas convocatorias, hay muchas salas en arriendo, debiendo plata, hay muchos actores, bailarines, músicos, que no reciben nada, no están trabajando. Hay un ánimo de desolación y desesperanza, de poca ayuda del Gobierno nacional. Nos deja muy preocupados. Muchas salas han tenido que cerrar, y es lamentable pues abrir un espacio cultural en nuestra ciudad es muy difícil, y lograr mantenerse unos años y luego tener que cerrar... ha sido muy duro.
Yo tengo la esperanza de que las cosas vuelvan a como eran antes. finalmente, si hablamos de teatro, para mí, nunca será virtual. Para eso está la televisión, el cine… Y no comparo, pero es que el teatro requiere de la presencia y de la complicidad del público.
Si algo dejó esta pandemia… probó que se pueden hacer cosas a nivel virtual y así llegarle a un público que no está interesado en ir al teatro. No como una forma de hacer teatro, pero sí creaciones desde virtualidades (podcasts o masterclass) que han resultado muy buenas y que podemos seguir haciendo".
La cuarentena probó que se pueden hacer cosas a nivel virtual y así llegarle a un público que no está interesado en ir al teatro