Turismo e Historia
En China comienza la peregrinación a la “Tierra Santa roja” para celebrar el centenario del Partido Comunista
Los turistas posan para la foto en la cama de Mao Zedong para celebrar por adelantado el centenario del Partido Comunista en el poder en China, muy criticado en el extranjero, pero que puertas adentro ha orquestado una operación de propaganda.
El 1 de julio el régimen del presidente Xi Jinping celebra el centenario de la fundación del Partido Comunista Chino (PCCh), con un despliegue de propaganda en los medios de comunicación y en las salas de cine.
Pero en Yan’an los protagonistas son los turistas. Llegan hordas, en familia o en viajes organizados por las empresas para las que trabajan, para visitar los lugares donde el Ejército Rojo, hostigado por las fuerzas regulares, se refugió en 1935 al final de una “Larga Marcha” de miles de kilómetros.
Desde ahí, Mao Zedong libró el combate contra el Partido Nacionalista antes de tomar el poder en Pekín en 1949.
En esta región árida del norte de China los dirigentes revolucionarios se instalaron en cuevas, ahora abiertas al turismo.
Tendencias
En la ocupada por Mao, una turista se hace una foto en la cama del antiguo dirigente, mientras otra admira una imagen del difunto presidente en compañía de su cuarta esposa, Jiang Qing, condenada a muerte por sus excesos izquierdistas tras el fallecimiento del número uno chino.
En la visita no se hace referencia a las derivas del Partido Comunista ni a sus decenas de millones de víctimas. Los visitantes tampoco hablan de ello.
“El Partido Comunista Chino vivió los momentos más difíciles cuando estuvo en Yan’an”, recuerda Zhang Zhenxing, un empleado de una empresa tecnológica que llegó con sus colegas desde la provincia de Hebei, cerca de Pekín.
Los revolucionarios establecieron la República Popular de China “en estas condiciones extremadamente difíciles”, añade. “Los admiro desde lo más profundo de mi corazón”.
Los medios de comunicación extranjeros, como la AFP, fueron invitados a la visita por las autoridades, que aprovecharon para enumerar los logros locales del régimen en materia de infraestructuras y de lucha contra la pobreza.
Unos logros que fueron posibles gracias a las reformas económicas lanzadas después de la muerte de Mao en 1976. Pero desde su llegada al poder en 2012, Xi Jinping ha vuelto a comulgar con el legado maoísta que considera fundamental para la legitimidad histórica del Partido.
Los directivos del partido en Yan’an animan a los periodistas extranjeros a inspirarse de Edgar Snow, un reportero estadounidense que pasó largas temporadas con Mao antes de escribir “Estrella roja sobre China”.
El Partido Comunista Chino cuenta con 91 millones de miembros, según la agencia Xinhua, lo que lo convierte en el segundo partido más grande del mundo después del BJP en el poder en India.
Está muy pendiente de su imagen y censura hechos históricos que se alejan de su relato, como la represión del movimiento democrático de la Plaza de Tiananmén en Pekín en 1989.