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“En México necesitamos una profunda reforma de la policía, y eso empieza por una toma de conciencia:” Alonso Ruizpalacios
La única película hispana compitiendo por el prestigioso Oso de Oro de Berlín, se adentra en el escabroso mundo de la policía mexicana.
“Una película de policías”, es lo opuesto a lo que se esperaría de ella: no hay héroes ni acción. El largometraje, que mezcla el documental y la ficción, es un retrato realista de un cuerpo de seguridad mexicano atrapado en un sistema corrupto.
En entrevista con AFP, el director de la película, Alfonso Ruizpalacios, explicó que había durado dos años investigando el funcionamiento de la policía mexicana, y que al final había completado la historia con elementos de ficción.
Contrató dos actores, Mónica del Carmen y Raúl Briones, para que se metieran en la piel de dos agentes, y le contaran al público sobre la vida de un policía desde que entra a la academia hasta que comienza a patrullar peligrosos barrios. La película le va mostrando al público cómo Carmen y Briones viven en un permanente callejón sin salida, que los condena a aceptar y a promover la extorsión.
En los últimos tres años, esta es la segunda vez que Ruizpalacios compite en la Berlinale. En 2018 ganó el Oso de Plata a Mejor guión con “Museo.”
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A continuación, fragmentos de su entrevista con la periodista Anna Pelegri de AFP:
¿Cómo juega en su película con límites entre el documental y la ficción?
La película se hizo con un espíritu de investigación. El concepto de representación salió pronto, puesto que los policías representan un papel para el que no están bien preparados y eso me llevó a recurrir a actores.
También quise jugar con el género: subvertir las expectativas de lo que conocemos como una película de policías, heroicos, atléticos... trasladar esto a la realidad mexicana y ver el contraste.
Investigando el sistema judicial, ¿qué le sorprendió?
Ver las cosas en la práctica es muy distinto. Es llamativa la precariedad en la que viven los policías, lo poco considerados que están tanto por el Estado como por la ciudadanía.
Ganan un sueldo muy pobre, solo tienen seis meses de preparación. A veces tienen que encontrar maneras para pagar el material de trabajo: desde los chalecos hasta las balas. Como dice Mónica del Carmen en la película: son las personas más vulnerables pretendiendo ser las más fuertes.
El que los actores compartan sus impresiones ante la cámara, ¿es una forma de implicar al espectador?
Llevamos al espectador por el viaje que hicimos nosotros, empezando por los actores, que se metieron en academias y experimentaron en primera persona a lo que se enfrenta un policía.
Es lo que permite el cine: te coloca automáticamente en un lugar de empatía para tratar de entender a la otra persona. No necesariamente justificarla, porque también hay muchos que son responsables de actos terribles de corrupción y de violencia.
¿El objetivo de “Una película de policías” es tender un puente entre la policía y la sociedad mexicana?
Se trata de crear una base de escucha y a partir de ahí generar reflexiones. El objetivo no es decir qué hacer ni dar soluciones, sino levantar las preguntas y saber que sin la policía, no la libramos. Necesitamos una reforma de la policía profunda. Y eso empieza por una toma de conciencia.
*Con información de AFP.
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