Ópera-Performance

En su playa ficticia, ‘Sun & Sea’ proyecta una reflexión sobre la humanidad y desencadena la nuestra

Creada en Lituania, esta experiencia artística deja un hito en la historia del Teatro Colón y marca una intención del Centro Nacional de las Artes Delia Zapata Olivella.

Alejandro Pérez Echeverry
24 de marzo de 2025, 7:34 p. m.
Sun & Sea, una ópera-performance
Sun & Sea, una ópera-performance Lituania en el Teatro Colón | Foto: ESTEBAN VEGA LA ROTTA

Entrar a un espacio icónico como el Teatro Colón y sentirlo redefinido desde la arena resulta impactante, emocionante. Por eso, ser testigo de Sun & Sea, esta ópera-performance lituana concebida para ser vista desde arriba, que exigió quitar todas las sillas del teatro y lo convirtió en una playa antropológica, se sintió irrepetible. Por la manera en que presenta lo que presenta, por la denuncia humana y la dulzura humana que conjuga, no habrá nada igual. Y eso justifica de sobra la apuesta jugada del CNA por traerla y presentarla (en el marco de su segundo aniversario, gracias a gestión de Nova Et Vetera y el Festival No Convencional).

Sun & Sea, una ópera-performance
El Teatro Colón, tan arenoso como nunca más lo volverá a ver... | Foto: ESTEBAN VEGA LA ROTTA

En Sun & Sea hay personajes que desnudan situaciones, incomodidades, tristezas, orgullos; hay un dibujo artístico de muchos seres humanos, desde sus perspectivas propias. Esas voces “individuales” (que son millones entre nosotros, cada una de ellas) suelen alzar su canto, en piezas muy bellas, con letras a veces dolorosas, a veces tragicómicas, a veces tristes, a veces molestas. Y no deja de ser una ópera, a su manera, y todas estas voces se unen en coro, a veces. Todos somos humanos. Todos nos unimos a un coro, a veces.

Se trata de una playa maravillosamente recreada desde los manerismos, el canto y el arte de cada personaje. En las funciones, que tuvieron lugar del 21 al 24 de marzo, hubo traducción simultánea (es cantada en inglés). En ese sentido, tiene sentido tanto dejarse llevar por lo que cada voz puede estar diciendo (sin seguirle el significado, imaginándolo, y se puede) como por tratar de seguir exactamente lo que están cantando. Cada espectador escoge. No hay mal camino. Se siente de una o de otra forma.

Sun & Sea, una ópera-performance
El espectador decide qué tanto seguir las letras o dejarse llevar por la mera emoción, qué tanto se mueve entre los puntos de vista. | Foto: ESTEBAN VEGA LA ROTTA

En este lienzo humano arenoso reúne a decenas de personas. Vemos a parejas de distintas generaciones. Cada cual en su pequeño universo, compartiéndolo con el resto, como lo hacemos todos en este planeta. Esposo, esposa e hijo (quizá muy clase alta para estar compartiendo espacio con tanta gente);. marido y mujer; marido y marido; parches de amigos; un par de hermanas gemelas que eventualmente juega bádminton playero; mujeres por su cuenta, hombres por su cuenta, niños con baldes, gente con perritos; parches jugando (algunos ajedrez, otros Uno, otros Jenga, y alguna pinta mándalas).

Sun & Sea, una ópera-performance
El canto es a veces individual, a veces grupal, quizá porque todos somos, a nuestra manera, un poco de estos personajes. | Foto: ESTEBAN VEGA LA ROTTA

¿Deja reflexiones?, sin duda, muchas, individuales y grupales. Algunas llevan a pensar sobre las playas colombianas, en contraste con las playas europeas, pues no es loco pensar que todo es más segregado aún. ¿Nuestra ópera sería más cruda en la denuncia del otro, en la división?, ¿sería más viva en otros sentido quizá? ¿Quizá más bulliciosa? Cada quién se imagina su playa antropológica y los cantos que de ella emanarían. Es parte del ejercicio de esta brillante pieza.

A nivel técnico, no deja de sorprender la hechura. La manera de hacer estas actuaciones algo fluido, que permite a los personajes jamás romper con su fantasía, porque es el público el que se renueva, la playa sigue ahí, viviéndose, repitiendo sus (hermosas) canciones en ciclos. Los cantantes dominan el arte de cantar acostados, los perritos hacen parte de la pieza sin llevarla al caos. Es notable cómo se hilvana este todo así, tan naturalmente.

Hoy, lunes 24, serán las últimas funciones de un evento artístico que marca un hito. Sun & Sea deja una memoria más firme que castillito de arena.

Sun & Sea, una ópera-performance
La señora necesita bloqueador, ¡y de qué manera lo pide! | Foto: ESTEBAN VEGA LA ROTTA