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“Me convertí en actor porque es mejor que trabajar, ¿no?”: Anthony Hopkins

Semana.com conversó con el aclamado actor británico sobre su vida y su nuevo papel en la serie de HBO Westworld, una serie sobre el surgimiento de la consciencia artificial y la evolución del pecado.

12 de septiembre de 2016
Anthony Hopkins le da vida al doctor Robert Ford. | Foto: Cortesía HBO Latin America

La serie de diez capítulos, que se estrenará el próximo dos de octubre por HBO, es dirigida por Jonathan Nolan, quién ha participado en películas como Interestelar y Batman: el caballero de la noche.

A partir del provocativo concepto de la película original, la serie plantea la cuestión: si una persona pudiera sumergirse por completo en una fantasía en la que pudiera hacer lo que quisiera, ¿descubriría cosas sobre sí misma que preferiría no saber?

Semana.com entrevistó en exclusiva a Anthony Hopkins, uno de los protagonistas de la serie, quien le da vida al doctor Robert Ford, el brillante y complicado director creativo, programador jefe y fundador de Westworld, un parque que cuenta con androides que pueden introducirse en cualquier tipo de fantasía, por muy oscura que sea.

Semana.com: ¿Usted está viviendo permanentemente en Estados Unidos?

A.H.: Sí. Vivo en Malibú. Hace 40 años que vivo en los Estados Unidos. El tiempo pasó tan rápido que no lo puedo creer, vine en 1973. Primero me quedé en Nueva York y después vine para acá, en 1975. Me dejé llevar por el estilo de vida aquí. Me encanta. También adoro a los norteamericanos. Son increíbles, personas muy generosas. Pero ellos son un poco locos. Hay una mentalidad de “quiero hacer las cosas ahora”.

Semana.com: ¿Va mucho a Gran Bretaña?

A.H.: Sí, me encanta visitar Inglaterra. Estuve allá recientemente haciendo una película, The Dresser, con Ian McKellen. Ese período allá fue muy bueno.

Semana.com: ¿Qué le pareció que su natal Gales votara por salir de la Unión Europea?

A.H.: Lo que aprendí a lo largo de los años es que no existe nada que se pueda controlar. Votas por alguien para que te cuide, no estoy siendo cínico, es que ya no tengo opinión sobre nada. Tal vez sea ignorancia mía, pero no me importa.

Semana.com: ¿Qué puede decirnos sobre su personaje, Doctor Ford?

A.H.: Interpreto personajes extraños que siempre tienen el control. Es lo opuesto a mi naturaleza. Yo solo sigo el flujo, me encanta estar del lado de afuera. No logro tomar nada muy en serio.

Con el Doctor Ford es todo en gran escala, controla todo y quiere perfeccionarlo todo. Eso significa que es un loco. Todo lo que hago es hablar mucho, un montón de cosas pretensiosas sobre la mente bicameral.

Semana.com: ¿Qué cree que hace que lo convoquen para esos papeles de personajes tan controladores?

A.H.: No tengo la menor idea. Tal vez sea la frialdad. Tal vez sea la mirada vacía. Pero no me gusta eso, nunca me interesé por el control. Creo que la mayor parte de nuestros dolores viene del intento de controlar todo. O de dominar: dominar otras personas y dominarnos a nosotros mismos, aterrándonos a nosotros mismos. Comencé a desistir de eso hace algún tiempo. Simplemente dije: no lo sé.

La mejor parte de la sabiduría con que puedo contribuir es: no sé nada, no lo sé. Puedo tener mis opiniones, pero realmente no lo sé.

Semana.com: ¿Qué lo atrajo en este proyecto?

A.H.: Un día mi representante me llamó y me preguntó si me gustaría hacer Westworld. Le dije: ¿la vieja película? Me explicó: es HBO –hacía muchos años que no trabajaba en televisión–. Ellos me mandaron el guión y me pareció que interpretar al Doctor Ford era muy complicado. Pero dije que lo haría. Eso fue en 2014.

Cuando me preguntan en las entrevistas –y di muchas entrevistas a lo largo de los años– por qué me convertí en actor, contesto: “es mejor que trabajar, ¿no?”. Las personas se sorprenden, pero es mejor que trabajar para vivir. Entonces preguntan por qué acepté participar y digo que nadie más va a hacerlo. Eso confunde a las personas porque esperaban una respuesta formal, del tipo “fue por el guión y la narrativa”. Pero respondo: “no tengo la menor idea”. Y eso no es una pose. Pienso así. Ser actor es un negocio muy peculiar.

Semana.com: ¿Qué le gustó más de interpretar al Doctor Ford?

A.H.: Fue una experiencia buena, estaba relajado. Tenía que memorizar muchos diálogos, mucho texto, pero me gusta eso. Eso mantiene las células de mi cerebro activas. No quiero exagerar, pero me gusta estudiar un texto largo. Me encanta.

Semana.com: Tengo entendido que solo recibían los guiones a medida que tenían que filmar, no recibieron la historia completa antes. ¿Cómo se sintió con eso, al considerar que en las películas siempre trabaja sabiendo cómo terminará la historia?

A.H.: Le pregunté a Jonathan (Nolan), el productor, y a los directores, qué iba a suceder. Y me dijo que no me iba a decir. No sabía qué estaba sucediendo, no me contó cómo era el guión. No sabía muchas cosas sobre los demás personajes, ni sobre qué les sucedía, hasta que eso fue revelado, y hubo grandes sorpresas. Me pareció que eso era realmente interesante, me gustó no haber sabido.

Semana.com: ¿Usted es fan de la ciencia ficción?

A.H.: Creo que cualquier idea de utopía o distopía es muy alarmante. En el siglo XX, muchas grandes ideas utópicas causaron derramamiento de sangre y horror. Me fascina la historia del siglo XX, por la revolución bolchevique, por la expansión del nazismo y del fascismo en Italia. Por los años de posguerra también: los Kennedy en el poder en este país, la historia de Cuba. Recuerdo claramente el fin de la última gran guerra, cuando los rusos eran nuestros aliados, y después se produjo la revelación de su monstruosa tiranía, y del cambio de lealtades e ideologías.

Mi padre era un marxista de extrema izquierda, así como su padre, y fui criado en ese ambiente. Gradualmente, con el paso de los años, ahora solo pienso, ok, escuché las opiniones de tantas personas, pero sé que lo único seguro es la muerte. Algunas personas creen que ser una celebridad, ser famoso, muy exitoso te aleja de la condición de mortal, pero eso no sucede.

Podemos intentar controlar todo, pero el control no existe. Esa es la buena noticia: el control no existe.

Semana.com: ¿Cómo se siente ante el rápido avance de la tecnología? ¿Los “robots pensantes” serán inevitables en el futuro?

A.H.: Ese es el hijo de Jonathan Nolan. Está fascinado con el advenimiento y el desarrollo de la inteligencia humana y de la inteligencia artificial. El otro día estaba charlando con un hombre de Boston. Yo había ido a descansar a Ojai y conversé con un sujeto del MIT en el desayuno y en el almuerzo en el hotel. Me dijo que en realidad eso no existe, que nunca será posible crear la inteligencia artificial. No es posible crear vida, no es posible crear un ser pensante. Pero también dijo: “Puedo estar equivocado.”

Semana.com: ¿Usted es razonablemente tecnológico en su vida cotidiana?

A.H.: Sí. Tengo una computadora, un iPad y un iPhone, y sé usarlos. Escribo en la computadora todos los textos que debo estudiar y uso un código de colores. Eso hace que el texto parezca más importante que en una página en blanco.?

Vea el tráiler: