MÚSICA
“No pretendemos alimentar nuestra marca personal”: alt-J
Gus Unger, de la banda alt J, habló con Semana.com sobre Relaxer, el disco que lanzó el viernes a nivel mundial. El británico también discutió sus métodos, aspiraciones y su restaurante.
Los británicos alt-J no tienen puntos intermedios. O su música fascina y motiva o es rechazada de tajo por sus particularidades, entre las cuales destacan una voz nasal y alta, ondas intercaladas en sus canciones y cadencias quebradas. No son rock, pero se les sale por los poros, no son pop, pero rescatan sus elementos, y así encarnan la noción de ‘independiente’ y ‘alternativo’.
Siguen su impulso creativo en su música y en su puesta en escena y videos. No son teatro, pero en su show en vivo lo evocan; no son productores de cine, pero sus videos son pequeñas películas de increíble factura y concepto.
Disco a disco han sumado a su leyenda, y donde quiera que van dejan huella. Hoy, Relaxer, su tercer álbum de estudio, está disponible en todo el mundo. Por eso, Gus Unger-Hamilton, uno de sus miembros fundadores (junto al guitarrista y vocalista, Joe Newman y el baterista, Thom Green), habló con Semana.com. No es una banda común, sigue retando con distintos colores, experiencias y paletas de sonido, sigue emocionando. Unger, por su parte, tampoco es el rockstar clásico.
3WW
Semana.com: Lanzan su tercer disco, Relaxer, ¿en este punto imaginan una carrera larga? ¿Piensan en el futuro?
Gus Unger-Hamilton: Siempre hemos tratado de abordar nuestra carrera pensando que todo lo que nos sucede es un ‘bonus’, un extra. Nunca imaginamos estar donde estamos ahora y nos sentimos afortunados. También nos alegra mucho seguir siendo amigos. Estamos a gusto con lo que somos y queremos seguir así. Adoramos el nivel de éxito del que gozamos. No queremos tomarnos el mundo, queremos seguir tocando, siendo amigos, y ver dónde nos lleva eso.
Semana.com: Antes de lanzar Relaxer compartieron 3WW e In Cold Blood, dos canciones que ilustran el rango amplio que manejan. Una es introspectiva, lleva a reflexión, la otra más animada, de casi baile. ¿Fue premeditada esta escogencia?
G.U.: Nos gusta que nuestros discos sean variados, y disfrutamos de hacer discos que tengan una selección de canciones bien distinta. Cuando escucho un álbum bueno, pero parecido en su sonido, me aburre. Por eso apuntamos a mantener a nuestra gente a la expectativa, interesada, con nuevas propuestas. Así, creo, se deja una huella como músicos. No escogimos esas dos deliberadamente, pero sí hemos escrito canciones lentas, rápidas, y salimos con un buen balance: rápido, lento y experimental. Es lo que hemos hecho siempre.
RELAXER, estreno desde el viernes
Semana.com: La última canción del disco, Pleader, ilustra bien el microcosmos que ofrecen dentro de sus canciones. Arranca con una guitarra estilo flamenco, le suma luego cuerdas clásicas, pasa por lo terrorífico y cierra con aires de gloria. ¿Tomó mucho tiempo para ustedes como banda, llegar a un sonido tan lleno de matices?
G.U.: Nos ha servido mucho contar con un productor fantástico como Charlie Andrew*, que nos aterriza y nos mejora. Llegamos con muchas ideas crudas, y él es genial en concretarlas. Tiene la capacidad de pulir, llenar los vacíos, “puede ir aquí esto, o aquella sección puede ser más rápida, o vuelvan”, dice. Por eso para nosotros el proceso de grabación es una parte importante de la escritura y composición, para nosotros no es una canción hasta que está grabada. No podíamos haberte tocado Pleader en formato ‘demo’ pues eran una serie de ideas con una idea estructura.
En plenos ensayos, alt-J alista un 2017 bastante agitado. Foto: Facebook oficial alt-J.
*Trabajamos con Charlie desde más o menos 2009 en Londres. Lo conocimos pues era amigo de un amigo mío, y él buscaba bandas para grabar pues apenas empezaba como productor y no había grabado ningún disco. Afortunadamente, grabamos con él tres días, la canción Matilda. Luego, apenas firmamos contrato, nos preguntaron con quién queríamos trabajar y dijimos “¡Charlie!”.
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Semana.com: Cuéntenos cómo ha cambiado su vida musical y su vida personal en este proceso de sacar álbumes y volverse famosos...
G.U.: En cuanto a la grabación, tratamos de mantener las cosas en la misma escala. No queremos movernos a estudios lujosos. Esta ocasión tuvimos una sesión en Abbey Road, pero solo porque necesitábamos grabar pistas de cuerdas y viento-metal con 30 músicos y el espacio amplio era necesario y en Londres no hay muchos estudios grandes. Pero usualmente grabamos con Charlie, en su pequeño estudio en Brixton, ubicado detrás de un montallantas. Y nos gusta eso, mantener las cosas sencillas.
En cuanto a la vida, somos gente que aprecia el confort de casa. Dejamos Leeds en 2011 y todos vivimos en la zona de Hackney, Londres. Hemos cambiado como personas desde 2012, pero hemos mantenido los pies en la tierra sin dejar que el éxito nos cambie. Lo hemos hecho bien.
Semana.com: ¿Influye en su música el lugar en el que viven?
G.U.: Existimos más en un lugar imaginario más que en una ubicación específica. Nuestras canciones son imaginativas, cinemáticas, y eso surge de inventar cosas más que de inspirarnos en lugares.
alt-J en Semana, una selección
Semana.com: Colombia presenció uno de sus espectáculos en el FEP 2015, y fue teatral, espectacular. Colores y siluetas dominaron mientras la música hablaba. Además, en sus videos se percibe la experiencia cinemática que mencionó, ¿cómo balancean el aspecto visual de la banda?
G.U.: Todo hace parte de un sentimiento, una idea de separarnos como personas del arte y dejar hablar a la música, permitir que los videos sean obras, películas en su propio derecho, en vez de mostrarnos haciendo mímica. Nos interesa mostrar algo más que nuestras caras en nuestras carátulas, videos, o shows en vivo -en los que básicamente estamos en la sombra-. Sin duda es más entretenido mirar un show de luces sobrecogedor y genial que ver mi cara. No nos interesa construir nuestra marca personal, más bien hacer de alt-J algo que la gente quiera ver y mirar.
Semana.com: ¿Recuerda algo en particular de su visita a Bogotá?
G.U.: Fue nuestra primera parada en Sudamérica y eso fue emocionante. Recuerdo que traté de aprender algunas palabras coloquiales de español colombiano, resultó divertido. La gente fue amable y el festival, en medio de las montañas, muy atmosférico.
Semana.com: ¿Sus canciones favoritas para tocar en vivo son distintas a su favoritas?
G.U.: Lo son. En vivo prefiero algunas que sacan una reacción mayor del público, usualmente las más rápidas y fuertes, y no es que no sean de mis favoritas, pero hay otras que sé que . No creo, por ejemplo que tocaremos jamás Last Year, serían seis minutos de tener a la gente dispersa, gritando “¡Toque Breezeblocks!”. Pero aclaro, me fascinan nuestras canciones rápidas también.
Semana.com: Relaxer cuenta con colaboraciones de vocalistas femeninas, ¿de quién se trata?
G.U.: Hubo dos. Ellie Rowsell de Wolf Alice, y Marika Hackman, ambas fantásticas.
Semana.com: Como amante de la musica y del teatro, qué escucha estos días
G.U.: He estado escuchando cosas retro, mejor dicho, cosas nuevas pero que suenan retro. Disfruté muchísimo el disco de Michael Kiwanuka, quizás es un deseo inconsciente de volver a tiempos previos a Trump y al Brexit, no lo sé, ¡quiero regresar!
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Michael Kiwanuka
Semana.com: En un punto fueron cuatro integrantes, ahora son tres. ¿Ha cambiado su manera de componer? ¿Cómo nacen sus canciones?
G.U.: Usualmente empiezan con Joe Newmann, el principal compositor, y eso no ha cambiado. Usualmente Joe trae ideas, a veces avanzadas, esperando que sumemos teclados y batería, y a veces llega con ideas menos pulidas, más vírgenes, que comparte conmigo y con Thom y las trabajamos. No somos rígidos en las funciones, por eso cuando Gwil se fue no tuvimos que reemplazarlo.
Semana.com: En este punto de su vida ha alcanzado notoriedad, fama, ¿le queda algún sueño por cumplir?
G.U.: No lo sé, creo que mis sueños son todos muy domésticos. Me gustaría tener hijos, casarme, ese tipo de situación. Soy bueno separando la música y la vida. En las giras paso tiempo con músicos famosos y voy de fiesta. Pero en casa cocino, paso tiempo con mi novia y mi familia. Adoro vivir en Londres, he logrado lo que quería, ahora me enfoco en tener una vida larga y feliz.
Semana.com: El baterista Thom Green ha compartido pistas de su proyecto en solitario, ¿tiene usted uno?
G.U.: No musical. Estoy satisfecho con lo que hago con la banda, pero sí abrí un restaurante en Londres, que es mi proyecto por fuera de mi proyecto. Hace poco conocí un par de personas expertas en comida, vino, café, terminamos de amigos y decidimos abrirlo juntos. El año pasado pasé tres días a la semana cocinando allí. Adoro la comida, prepararla, me emociona y el restaurante todavía camina, así que me siento satisfecho.
Unger se declara fanático de los placeres sencillos, y su proyecto personal no es musical, es un restaurante en el que cocina de vez en cuando (y ofrece platos más chic que pasta bolognesa y papas). Foto: Facebook Oficial alt-J.
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Adenda: Agenda 2017
En los meses a venir alt-J ya aparece en los lugares de privilegio de varios festivales, como el Rock Werchter en Bélgica, el masivo Glastonbury en Inglaterra y Lollapalooza en Chicago. En noviembre visitarán México, en el marco de Corona Capital. La cultura rural mexicana inspiró uno de sus videos más recientes (3WW).