FESTIVAL GABO
“Hay cientos de documentales que nos han informado más y mejor que un noticiero”
Caio Cavechini fue uno los invitados al pasado Premio y Festival Gabo donde habló sobre documentales y periodismo. Su idea es que estos se deben unir cada vez más.
Este brasileño hace dos años ganó un Premio Gabo de periodismo por el documental Jaci: siete pecados de una obra amazónica, sobre la construcción de una hidroeléctrica. Es reportero y documentalista, ganador además de importantes festivales de cine en Brasil y el exterior. El año pasado estrenó Cartas a un ladrón de libros (sobre un ladrón de libros raros en Brasil).
Caio Cavechini participó del pasado Festival Gabo donde dirigió un taller de periodismo y documental. SEMANA habló con él.
SEMANA: ¿En qué momento es tan importante el documental para el periodismo?
Caio Cavechini: El documental siempre fue periodístico e importante antes que los mismos noticieros. Siempre ha sido una herramienta reflexiva para conocer la realidad y hoy tiene un nuevo aire por una aparente facilidad para producirlo y distribuirlo. Como nunca, podemos ver documentales que nos muestran otros sucesos, con otros ángulos, y su posibilidad de distribución es importante. Hay cientos de documentales que, en ciertos temas, nos han informado más y mejor que un noticiero.
SEMANA: Hoy muchos afirman que los mejores reportajes están en los documentales…
C.C.: Sí, claro, pienso igual. Si los libros se convirtieron en espacios para que los periodistas de prensa ahonden en sus temas cotidianos, los periodistas audiovisuales encontraron en el documental un espacio para profundizar sin perder la objetividad. Las grandes denuncias sobre xenofobia, inmigración o gobiernos autoritarios pueden estar actualmente en los documentales.
SEMANA: ¿Acaso hay más libertades en un documental?
C.C.: Su abordaje es distinto, pero tanto el documental como el escrito son complementarios. El poder de lo visual, ineludiblemente, hace que el público se involucre más con la realidad. Su impacto es directo. Es muy difícil para el libro competir contra esa sensación de estar en una sala oscura que exige concentración durante dos horas. Y, finalmente, todo depende del autor y no del formato.
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SEMANA: ¿Qué documentales recomienda?
C.C.: Siempre los cinco largometrajes documentales nominados al Óscar cada año. Más allá de no estar de acuerdo con uno u otro, tienen calidad y son accesibles justamente porque tuvieron éxito. Es casi como si las problemáticas del mundo quedaran condensadas en cinco películas.
SEMANA: ¿De qué le han servido al documental HBO o Netflix?
C.C.: Mucho. Si bien hay muchas producciones independientes que tienen éxito, estas dos empresas cambiaron la forma de consumir documentales y con altísima calidad. Por HBO y Netflix el documental tiene una nueva vida y el público empezó a aceptarlo. Ya no es tan marginal.
SEMANA: ¿Un medio tradicional por qué debería hacer documentales?
C.C.: Cuando haces una inversión en un documental haces una inversión en calidad. No es una inversión inmediata, no significan likes, pero es un punto de encuentro donde el público descubre que su medio tradicional está contando historias especiales, distintas. Si los medios producen documentales les están diciendo a sus lectores que no solo están interesados en un consumo ligero sino que también le importa tener una audiencia calificada. El público busca profundidad en las historias.
SEMANA: ¿Quién debe ver hoy, especialmente, documentales?
C.C.: Es importante llegar a todos los públicos, pero especialmente a las escuelas, a los niños… Cada vez es más necesario crear una cultura de consumo de documentales, porque un buen documental puede cambiar su visión sobre cierto tema, puede ser educativo, puede ser empático con una realidad sobre la que una persona tiene prejuicios. Soy un convencido de que es necesario crear una cultura para ver documentales desde muy temprano.