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“Es importante mostrar quién sos y de dónde vienes en lo que haces”: Gustavo Santaolalla
SEMANA habló con el músico y compositor argentino sobre bandas sonoras y música, con motivo del estreno en Netflix de la impresionante serie animada ‘Maya y los tres’ del mexicano Jorge R. Gutiérrez, basada en las culturas mesoamericanas, en la cual participa con los temas originales.
No hace falta ver mucho de ‘Maya y los tres’ para asimilar su factura y sus visuales impresionantes. Inspirada en las culturas mesoamericanas, esta serie de nueve episodios es un festín de aventuras, imaginación y tradición recodificada para disfrutar con los más jóvenes (y los no tan jóvenes inspirados por animación de alto nivel).
El relato se apoya en su protagonista Maya, una quinceañera determinada, impertinente y fuerte de gran destino y gusto particular por el combate. A ella la acompañan compinches llenos de virtud y de gracia, y necesita toda la fuerza posible porque enfrenta a enemigos milenarios capaces de poner su mundo en alto peligro. El inframundo nunca ataca suave, mucho menos a las princesas.
El director Jorge R. Gutiérrez, quien se dio a conocer en 2014 con El libro de la vida (muchos mexicanos la consideran una mejor película sobre el Día de los muertos que la celebrada “Coco” que Disney y Pixar estrenaron en 2017) recibió el espaldarazo de Netflix para este ambicioso proyecto, en el que se nota una tremenda evolución. El creador mexicano desarrolló una experiencia que avasalla y no tiene mucho que envidiarle a otras producciones, y pone a volar a su audiencia como el águila Teca.
Los animadores y los talentos de voz (Diego Luna, Gael García-Bernal, entre otros) son de primer nivel. Todos los departamentos lo fueron. Para la muestra, en lo que a música respecta, se unió Gustavo Santaolalla, el compositor, productor, y músico argentino dos veces ganador del premio Óscar (por ‘Brokeback Mountain’ y ‘Babel’ en 2005 y 2006) sumó los temas originales al proyecto.
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Santaolalla hace tantas cosas como la gente le critica, y más. Se ha destacado desde proyectos musicales como Bajofondo, una carrera individual prominente y un camino robusto en composición para cine, televisión y videojuegos (The Last of Us, su más reconocida banda sonora en plataformas de juego). Y como productor de discos, ha trabajado en trabajos clásicos de Café Tacvba, Juanes, Puya, Molotov, Shakira y Kronos Quartet, entre otros.
Si produce un documental, se le azota; si produce un disco, se le azota. Y se le azota porque ha creado durante mucho tiempo sin temor a cruzar barreras o a mezclar y tomar lo que el arte le inspiró a mezclar y tomar; y muchos cayos ha pisado así. Pero él no se queda pensando en eso, hace y sigue haciendo. Y, por eso, hablamos con él sobre este proyecto.
SEMANA: La banda sonora apoya, sirve a una causa mayor, pero tiene su lugar importante en la cultura, ¿cómo la define usted y qué lugar le da?
Gustavo Santaolalla: Es muy difícil definir un cosa que puede tener enormes variables. Depende muchísimo de la película o serie, el director, la manera en la que el director visualiza o imagina el lugar que ocupa la música en su relato. Y eso cambia mucho de un director a otro, y también de un género a otro. En lo personal, en una película dramática a mí me gusta que no haya mucha música. Me gusta el uso económico de la música y me parece que cuando las cosas están pasando en la pantalla no hace falta la música. A veces la música te convierte una escena dramática en melodramática. El criterio, el uso escueto de la música me gusta más que un uso que aquí llaman “wall to wall”, con música ‘de pared a pared’. Y después de 10 minutos ya no tienes idea del mood, ya no se aprecia nada.
Fue un trabajo muy orgánico. Yo estoy en este tema de la fusión del rock con el pop con los ritmos latinoamericanos desde que comencé mi carrera con Arco Iris, a fines de los años sesenta. Éramos un grupo en Argentina que hacía esa fusión, y fuimos criticados por la ‘Intelligentsia’ del rock pero adorados por el público. Y después, con los años, el tiempo dio la razón sobre el tema de la identidad y lo importante que es.
SEMANA: ¿Aplican las mismas reglas para una animación como Maya y los tres?
G.S.: En las películas de animación, la música funciona de otra manera. Se requiere más música, generalmente. Y ‘Maya’ es uno de los casos en los que hay más música que de costumbre. Y el trabajo de Jorge R. Gutiérrez (director) y de Tim Davies (la persona con la que trabajé la música) me permitió adaptar los temas y los instrumentos que yo utilizo para, cuando la música tiene que estar de fondo, esté de fondo, y cuando tiene que ocupar un lugar protagónico, lo ocupe.
SEMANA: ¿Cómo fue el trabajo en esta producción?
G.S.: Fue un trabajo muy orgánico. Yo estoy en este tema de la fusión del rock con el pop con los ritmos latinoamericanos desde que comencé mi carrera con Arco Iris, a fines de los años sesenta. Éramos un grupo en Argentina que hacía esa fusión, y fuimos criticados por la ‘Intelligentsia’ del rock pero adorados por el público. Y después, con los años, el tiempo dio la razón sobre el tema de la identidad y lo importante que es. Mostrar quien sos y de dónde vienes en lo que haces.
Este proyecto, entonces, fue para mí muy orgánico, a diferencia del primero, (que también trabajó con Jorge R. Gutiérrez), El libro de la vida, que era más enfocada en la cultura mexicana. Esta toca más la fantasía y aborda una cultura latinoamericanista. Y así entraba la posibilidad de jugar con distintos ritmos y cosas de distintos lugares del continente, y eso me fascinó.
Sé que en Colombia me quieren mucho. El país me encanta. Tuve la suerte de tocar con Bajofondo muchas veces y, personalmente, tuve el placer de tocar en ‘Rock al Parque’ como solista. Fue increíble, no me lo olvido nunca más, fue hermoso, hermoso. Mucha buena energía para ese país que sé que la necesita.
SEMANA: Cuéntenos sobre esa ‘paleta’ musical de ritmos e instrumentos que utilizó en esta banda sonora.
G.S.: Me gustó mucho la idea de poder mezclar cosas, una zampoña mezclada con una tema estilo ‘marcha camión’, que viene del Uruguay, por ejemplo, o en una melodía con un violín jarocho. Hay como mezclas de cosas inusuales que, sin embargo, funcionan orgánicamente. Tuve total libertad, que es una de las cosas que me encanta de trabajar con Jorge. Y busqué cosas memorables, traté de hacer melodías que puedes repetir bajo distintas expresiones, expresadas distinto, y que se te quedan de alguna manera y evocan.
SEMANA: Antes trabajaron en un largometraje, pero ‘Maya y los tres’ es una entrega larga, de nueve capítulos….
G.S.: Para la visión de Jorge, creo que este formato de episodios le viene muy bien. A mí me encanta El libro de la vida, pero él tiene una visión muy barroca, muy psicodélica, muy llena de información. Desde la vestimenta de los personajes pasando por los sets, y la historia también, es súper entreverada, hay esto y lo otro. Y todo eso en una película de hora y media a lo mejor es como mucho. En cambio, así, en más episodios, funciona muy bien. Y ese tiempo que pasó también le sirvió para ir madurando su propuesta. Encuentro que la narrativa es muy, muy buena. Me encantó la serie.
SEMANA: ¿Escucha trabajos de colegas en lo que a banda sonoras corresponde?
G.S.: La verdad, no. En este tiempo no me viene ningún nombre en particular, aparte de los conocidos, de Max Richter y otros de actualidad. Tampoco he tenido mucho tiempo para escuchar… Me debo sentar un par de días y ponerme al día. Vi una película totalmente oscura, ‘The Reach of Resonance’ (2012) de Steve Elkins, que tiene música que él seleccionó de distintas partes del mundo. Y es de lo que más me ha gustado últimamente, pero no es de un compositor, son fragmentos musicales de distintas músicas del mundo.
SEMANA: Colombia recuerda muchos de los discos que ha producido..
G.S.: Sé que en Colombia me quieren mucho. El país me encanta. Tuve la suerte de tocar con Bajofondo muchas veces y, personalmente, tuve el placer de tocar en ‘Rock al Parque’ como solista. Fue increíble, no me lo olvido nunca más, fue hermoso, hermoso. Mucha buena energía para ese país que sé que la necesita.