¿Un año sin premio Nobel de Literatura?

¿Podría pasar el año 2018 sin que se entregue el premio Nobel de Literatura, el reconocimiento más importante de las letras en el mundo? Tal parece que sí. La razón: un escándalo por filtraciones y supuestos abusos sexuales de una persona muy cercana a la Academia Sueca (la institución que entrega el premio), que ya le ha costado la cabeza a cinco de sus integrantes, incluyendo a la secretaria Sara Danius.

Aunque aún no es una noticia oficial, la emisora pública SR (Radio Sueca) dijo esta mañana que varias personas dentro de la institución consideran que lo mejor es aplazar la entrega de este año mientras se "recupera la confianza y se reparan las heridas". Las sospechas se hicieron más fuertes cuando el nuevo secretario de la Academia, Anders Olsson, dijo a ese mismo medio que estaban en medio de la discusión: "no voy a decir nada, pero dentro de poco se aclarará qué ocurre con ese punto".

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Al parecer no se trata de una decisión tomada sino de una propuesta que aún debe ser discutida en el seno de la institución. Por ahora, no todos parecen estar de acuerdo; el propio director de la Academia (Göran Malmqvist) dijo que a él le parecería "horrible" no entregar el premio este año. La decisión la deben tomar todos los miembros y los expertos dicen que no se sabrá nada hasta dentro de dos o tres semanas. El ganador del Nobel de Literatura normalmente se da a conocer en octubre, el último fue el británico, de origen japonés, Kazuo Ishiguro. 

Este no sería el primer año en el que no se entrega un Nobel de Literatura. El premio no se entregó en 1914, 1918, 1940, 1941, 1942 y 1943 a causa de la Primera y de la Segunda Guerra Mundial. Además, en 1935 fue declarado desierto.  

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El escándalo comenzó en noviembre, cuando se hizo pública la denuncia de 18 mujeres contra el dramaturgo Jean-Claude Arnault por abusos sexuales. Arnault no solo era el esposo de Katarina Frostenson, miembro de la Academia, sino que estaba muy vinculado a la misma a través de un club literario y de apoyos económicos. 

Al conocerse las denuncias, la institución cortó su relación con el dramaturgo y ordenó una auditoria externa. Y aunque esta no mostró que Arnault hubiera influido en la entrega de los premios, si mostró que el apoyo económico incumplía las reglas de imparcialidad y que, en algunas ocasiones, la confidencialidad sobre el ganador del premio Nobel se había roto. Eso desencadenó las renuncias de cinco de sus miembros y tiene a la entrega de este año en vilo.