Vida Moderna
Esta es la oración con la que se debe iniciar el día
Muchas personas comienzan su jornada orando y agradeciendo por un nuevo día.
En la religión católica, la más común entre los colombianos, es importante comenzar todos los días con unas palabras de agradecimiento a Dios, por todos los logros y constantes retos que se presentan en la vida cotidiana. Por esto, muchas personas lo primero que hacen en el día, antes de encarar sus labores, es dedicarle algunos minutos al creador con diferentes oraciones, pedidos y gratitud.
Una oración es una plegaria y a la vez un rezo que se hace con el objetivo de entablar comunicación con Dios. De acuerdo con la organización Compellingtruthm, se debe incrementar la espiritualidad, de modo que entre más se ora más se siente a Dios cerca. Por lo que para muchas personas es innegociable en dormirse y despertarse teniendo esta comunicación con el todopoderoso.
“La oración es una piedra angular de la vida cristiana porque Dios nos dice en la Biblia que él quiere ser conocido. Orar es reconocer su presencia en su vida y hacer crecer su relación con él”, explican los conocedores del tema.
Teniendo en cuenta datos compartidos en el portal web Catholic, agradecer a Dios por cada día debería convertirse en un hábito lleno de gozo y armonía, por lo que sin excepción debería repetirse de manera diaria y matutina. En otras palabras, en la cultura religiosa se considera que cada día es la oportunidad para ser una mejor persona, pero también para reconocer el regalo de la vida, según la voluntad del todopoderoso.
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El portal EWTN hizo una publicación en la recomienda una oración que se debe hacer todas las mañanas para arrancar los días con gratitud y comunicación con Dios, por lo que luego de levantarse a la hora determinada para encarar las labores del día, se debe seguir la siguiente oración para comenzar el día en paz y en conexión con el creador.
La oración para la mañana
Señor Dios Omnipotente, que nos has permitido llegar al principio de este día, guárdanos hoy con tu poder, para que no caigamos en pecado, antes bien, todos nuestros pensamientos, palabras y obras se dirijan a cumplir tu Santa Ley.
Padre Nuestro, Ave María, Credo.
Señor Dios del Cielo y de la tierra dígnate dirigir, santificar, guiar y gobernar en este día nuestros corazones y nuestros cuerpos, nuestros sentidos, palabras y acciones según tu Ley y por el camino de tus mandamientos, para que aquí y en la eternidad merezcamos, por tu favor, ser salvados y libres. ¡Oh, Salvador del mundo!, que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.
Oración a la virgen:
¡Oh Virgen y Madre de Dios! Yo me entrego por hijo tuyo, y en honor y gloria de tu pureza, te ofrezco mi alma y cuerpo, mis potencias y sentidos y te suplico me alcances la gracia de no cometer jamás pecado alguno. Amén.
Madre aquí tienes a tu hijo. – Madre aquí tienes a tu hijo. – Madre aquí tienes a tu hijo. En ti Madre mía dulcísima he puesto toda mi confianza, jamás quedaré confundido. Amén.
Ave María.
Ángel de Dios que eres custodio mío; ya que la soberana Piedad a Ti me encomendó, ilumíname, guíame, rígeme y gobiérname en este día. Amén.