Esta fue la obra con la que Fernando Botero causó un escándalo en el arte colombiano

Medellín vio nacer a Fernando Botero, el 19 de abril de 1932, al que sería el pintor, escultor y dibujante más reconocido y exitoso que haya visto Colombia a lo largo de su historia.

Sus obras han llevado el nombre de Colombia a las más importantes exhibiciones del mundo y a los lugares más emblemáticos del arte como el Museo Nacional de Bellas Artes de Chile, el Museo Wallraf-Richartz de Colonia (Alemania), el Museo Pushkin de Moscú, el MOMA, el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York, entre otros más reconocidos museos y lugares dedicados al arte alrededor del mundo.

Según las primeras versiones de medios locales e internacionales, Botero habría fallecido a causa de una neumonía que habría generado complicaciones a su salud en los últimos días mientras se encontraba en su residencia ubicada en el principado de Mónaco.

Las obras de Botero se encuentran regadas por varios países; en Colombia, Medellín y Bogotá son algunas de las ciudades que poseen exposiciones permanentes con obras y esculturas que día a día son visitadas por locales y extranjeros que interesados por el estilo único de Botero, dejan su momento enmarcado en una fotografía.

Sin embargo, algunas de sus obras generaron cientos de comentarios, críticas y halagos por las diferentes circunstancias que vivía el país, de las cuales Botero retrató en sus pinturas, desde el conflicto armado, Pablo Escobar y la violencia que sufrió el país en el siglo pasado.

La obra de Fernando Botero que generó un escándalo en Colombia

Según la Revista Diners, “a mediados de 1958, Botero fue premiado en el XI Salón Nacional y produjo una tremenda conmoción. El país se alzó prácticamente en armas y se dividió entre los que, abanderados por Marta Traba, presentían la aureola de sus futuros universales éxitos, y el grueso público y la gruesa crítica que se referían a las invenciones de este terrible figurativo, en términos de ‘monstruos engendrado por Mussolini en una campesina italiana’, al decir de un famoso crítico norteamericano”, haciendo una breve descripción de lo que fue una de las obras más polémicas de Fernando Botero.

Camera degli Sposi (Homenaje a Mantegna) II, así denomino ‘el maestro’ a esta obra que data de 1961. Este óleo sobre tela fue “inspirada en la pintura de Andrea Mantegna para el Palacio Ducal de Mantua”, según describe el Museo Nacional de Bogotá, entidad que agrega: “Es la segunda versión pintada en 1961 de la obra del mismo nombre, que causó una gran polémica entre los críticos de arte”.

En 2018, como parte de la exhibición, “El joven maestro. Botero, obra temprana (1948-1963)”, esta y otras obras del maestro fueron vistas por primera vez en Colombia luego del préstamo de la pintura “por parte del Hirshhorn Museum de Washington y el apoyo de la Embajada de Estados Unidos en Colombia”, según escribe el portal El siglo de torreón.

Esta pintura de gran formato (1.70 x 2.00 m) tuvo como argumento principal “fue identificar ese cuadro, objeto de discrepancias, llamando la atención sobre un hecho legible, por estar escrito en la superficie misma de la tela”, según escribe Carlos Rincón en su artículo “La camara degli Sposi. (Homenaje a Mantegna) de Femando Botero, o del papel de la copia a la confusión de los discursos de la historia del arte moderno”.

Rincón afirma que uno de los jurados designados para escoger al ganador del XI Salón de Artistas Colombianos, “había servido de transición después del derrocamiento de la dictadura del general Gustavo Rojas Pinilla y el 7 de agosto en 1958 tomó posesión el primer presidente del Frente Nacional. La intervención de uno de los miembros del jurado calificador, quien se incorporó de facto al jurado de admisión, condujo a que el cuadro de Fernando Botero fuera incluido entre los que serían presentados en el Salón.”