Arte Urbano
Este ‘Beso’ se quiere replicar por el mundo: Vertigo Graffiti habla sobre su incursión en los NFT’s y su ‘toma’ global
El colectivo de arte urbano salta al mundo digital para financiar un proyecto tan maratónico como maravilloso: pintar en 24 ciudades del mundo una versión de la icónica obra que nació en Bogotá, a lo largo de 48 meses, y luego animar la secuencia. Hablamos con Camilo Fidel López sobre volver realidad su quijotada.
Citan a Saramago, los integrantes de Vertigo Graffiti, quienes han dejado su huella en Bogotá, en este continente, en Europa, en Asia, y quieren seguir cruzando fronteras amplificando el impacto de su arte urbano. Recuerdan que el portugués decía que “Un viaje es el comienzo de otro viaje”, y están poniendo esas palabras en práctica de manera ambiciosa.
El escritor portugués cumpliría 100 años en 2022, año en el que, precisamente, Camilo López y sus hermanos de muros y pintura pretenden comenzar su cruzada para pintar una versión de ‘El Beso de los Invisibles’, su obra insignia en Bogotá, en otras 24 ciudades del mundo. Quieren empezar por Ciudad de México. Y la idea es que esa sumatoria de ‘Besos’ resulte en una secuencia animada. Cada Beso es, pues, único y necesario en esa animación final, como pocas o ninguna hasta la fecha en el mundo.
Para dejar de ser sueño, el proyecto exige un soporte real. El soporte de esta realidad viene por cuenta de la incursión de Vertigo Graffiti en los NFT’s. En palabras simples, Vertigo Graffiti venderá su beso en versiones digitales únicas, y con ese recaudo financiará su idea de llevar su trabajo a muros del mundo. La colección de estos trabajos se llama: The Kiss Genesis. El resultado habla por sí solo, se trata de piezas inevitablemente cargadas de expresividad que ya están disponibles en OpenSea para su compra.
‘El Beso de los Invisibles’ nació en 2013, inspirado en una fotografía de Hector Fabio Zamora, quien capturó con su lente a una pareja de habitantes de calle besándose, mientras, a pocos metros, el presidente de Colombia se mandaba un discurso. El mural marcó la ciudad desde que se hizo, y acertadamente se ‘refrescó’ hace pocos meses para ratificarlo como un símbolo de la ciudad. Sobre la obra, su impacto, su salto a la tecnología y a una potencial independencia creativa absoluta, hablamos con Camilo López de Vertigo Graffiti.
Este ‘Beso’ parece tener muchas vidas... Ustedes mencionan que estas nuevas ideas nacieron del cariño que la gente expresaba hacia el mural cuando lo refrescaron en agosto. Háblenos de ese impacto, esas expresiones de afecto, y si parte de este proyecto es replicar ese efecto en tantos lugares les sea posible.
Camilo López: Nosotros sabíamos del afecto que le tenían los habitantes y visitantes de Bogotá al mural. No obstante no imaginábamos la extensión y profundidad de este sentimiento. Cuando empezamos este año la renovación con el apoyo de la FUGA , y pintamos encima de la imagen, muchas personas se nos acercaban preocupados preguntándose si lo íbamos a borrar y nos pedían que no lo hiciéramos. En ese momento, comprobamos que El Beso ya no nos pertenecía y que se había transformado en un símbolo de la ciudad. Un símbolo que representa el amor, la reconciliación y la inclusión en una ciudad tan difícil y hostil como la nuestra. Debido a esto decidimos que sería muy importante multiplicar y transmitir ese mensaje en todo el mundo. Crear una reflexión global sobre el status emocional del amor en distintos lugares.
Cuando empezamos este año la renovación y pintamos encima de la imagen, muchas personas se nos acercaban preocupados preguntándose si lo íbamos a borrar y nos pedían que no lo hiciéramos. Es un símbolo de la ciudad.
La idea de Vertigo es impactar 24 ciudades en 48 meses, una verdadera maratón... ¿cuánto les toma cada uno? ¿Organizar esto es pesadilla logística o tienen la máquina de desplazamientos aceitada?
C.L.: Más que una pesadilla es una quijotada que, sin duda, nos inquieta pero nos tiene muy motivados. Aunque ya llevamos 10 murales de gran formato en el exterior sabemos que este proceso será muy diferente. Somos conscientes de que pintar los 24 besos estará repleto de complejidades y obstáculos; pero en esta ocasión estamos confiados en nuestra capacidad de forjar alianzas con equipos de producción en cada ciudad y poder involucrarlos como parte activa del proyecto. En cada ubicación un artista local nos acompañará en la ejecución del muro. Cada mural tardará entre 12 y 15 días en realizarse junto con el contenido audiovisual (una serie web) que que queremos producir en el proceso.
Ya tenemos muy cerca a Ciudad de México y Tijuana, donde ya tenemos personas interesadas y trabajando en la búsqueda de los muros, que es esencial. Creemos que estas dos ciudades, por sus entornos, historias y contextos nos servirán para ponerle ruedas al proyecto de los 24 besos.
El muro es único en que nadie lo posee, ¿cómo es único el NFT? ¿Qué tanto los retó esa entrada en contacto con el mundo Blockchain?
C.L.: Cada NFT es único porque fue creado por un algoritmo que mezcló casi 50 capas, de distintos colores y texturas de la obra, que crearon a mano los artistas Yurika y Word. Haciendo cada obra distinta de las demás. No hay un NFT igual al otro y ahí radica su valor de colección y potencial intercambio. Nos tomó meses poder comprender este nuevo lenguaje y ver la oportunidad detrás de tanta noticia de especulación y millones de dólares que abundan en los medios.
No hay un NFT igual al otro y ahí radica su valor de colección y potencial intercambio
Con la ayuda del experto en ciberseguridad German Realpe y un equipo de ingenieros maravilloso y creativo llamado Inmutable Lab, logramos comprender las infinitas posibilidades de explorar este nuevo mundo descentralizado del Blockchain y los NFTS. Y así, luego de un par de meses, nos lanzamos con un proyecto amparado en esta nueva tecnología: los 24 besos en todo el mundo.
¿Cómo explicarle a quien no lo entiende qué compra cuando compra un NFT?
C.L.: Creo que es un error es tratar de explicar la tecnología en sí (un activo digital inmutable y auténtico con la vocación y naturaleza de ser transferido en mercados especializados). Nadie lo entiende. Es mejor hablarle a las personas de lo que se puede hacer con los NFTS.
Hoy en día, y después de casi un mes de haber lanzado el proyecto le decimos a la gente que los NFTS son una tecnología que puede convertirse en una alternativa económica para los artistas el mundo y que les puede garantizar autonomía e independencia en la creación. Las personas de inmediato entienden el impacto que esto podría tener en la libertad de expresión y eso los emociona. Los NFTS son un camino hacia la libertad creativa y hacia proyectos y público que antes eran inalcanzables. Sin los NFTS de El Beso, no hubiésemos podido imaginar siquiera el proyecto de viajar por el mundo creando una secuencia de imágenes que parte del mural de Bogotá.
Las versiones del Beso se ven hermosas, e interactúan al final. Cuéntenos sobre el proceso artístico de estas versiones y sobre la animación final.
C.L.: La idea es crear, a través de 24 murales, un estudio de una escena de un beso, una secuencia de gestos que comprenda la anatomía de movimientos; que pueden ser muy sutiles o evidentes. El reto está en poder capturar esas diferencias en cada mural y enmarcar la emocionalidad de cada lugar en la obra. Como mencionaba, en esto nos ayudará una artista local en cada sitio. Aunque la estética general del mural estará definida previamente, serán los detalles los que convertirán a la obra en una imagen que dialogue con facilidad son su entorno.
Luego de pintarlos esperamos poder unir las 24 imágenes y crear una animación a partir de los murales en donde se reproduzca el movimiento. Ya hemos hecho un par de simulaciones y los resultados son muy emocionantes.
En este tiempo de protesta social, los muros han hablado, figurativamente y literalmente, desde la imagen, desde la palabra. Hoy se ve en Bogotá un museo de víctimas a cielo abierto, bajo el puente de la Av. 80, entre muchas otras manifestaciones. ¿Qué tan importante es que los muros hablen hoy? ¿Qué los inspira de este momento en los muros de Colombia y el mundo?
C.L.: Es fundamental que el arte callejero mantenga su independencia. Los murales y grafitis actúan como un diagnostico social sincero y concreto y por eso borrarlos o ponerles obstáculos es una afrenta contra todo los habitantes de la ciudad; contra su libertad y desarrollo de personalidad. Es bien sabido que en Colombia y muchos lugares del mundo, los artistas siempre han padecido cierta marginación económica debido a la dificultad de acercarse a sus audiencias y esto afecta su actividad en el espacio público.
En el caso particular de los grafitis, las personas los disfrutan, les toman fotografías, etc., pero les queda muy difícil remunerar al artista. Por eso con los NFTS se puede encontrar una alternativa tecnológica para que personas de todo el mundo conozcan, contacten y apoyen el trabajo de los artistas en la calle. Es indescriptible el poder y la autonomía que se sumaria con la presencia de este apoyo; las calles y las narrativas del espacio públicos se enriquecerían por tener artistas cada vez más soberanos sobres sus creaciones.
En el caso particular de los grafitis, las personas los disfrutan, les toman fotografías, etc., pero les queda muy difícil remunerar al artista. Por eso con los NFTS se puede encontrar una alternativa tecnológica para que personas de todo el mundo conozcan, contacten y apoyen el trabajo de los artistas en la calle
Eso nos inspiró a crear este proyecto: obtener por fin algo de estabilidad e independencia. Por años hemos trabajado con marcas e instituciones, con quienes estamos muy agradecidos, pero sentimos que llegó la hora -y por fortuna aparecieron los NFT’s en el mapa- de pintar un proyecto 100 por ciento nuestro en sus términos creativos y conceptuales.
¿Qué artistas vienen alimentando su arte últimamente (en las disciplinas que nos quiera compartir)?
C.L.: Como somos un equipo con distintas profesiones y sensibilidades el proceso se enriquece de muchas fuentes, desde lo narrativo hasta lo plástico. Por ejemplo de una idea básica del cine surgió la idea de los 24 “frames” del Beso, pero también muchas obras -como la última en el metro de Madrid, se inspira en la música (el equipo tiene dos DJ’s: uno de cumbia y el otro de rap). Por supuesto, también analizamos y observamos ejercicio de pintura de muchos artistas actuales y de la historia. En conclusión, son muchas las disciplinas involucradas y por eso nuestro trabajo tiene tanto variaciones. Concebimos cada proceso como un ejercicio que repetimos una y otra vez, y es por esta razón que nos fijamos ciertos umbrales de creación, esfuerzo y disciplina como el proyecto de los 24 besos. Nos gusta la dificultad porque alecciona mejor que la comodidad, aún nos queda mucho por delante.