Cultura
Esto es lo que le quieren decir cuando le regalan una medalla de la Virgen
Es un símbolo de protección, paz y tranquilidad.
Hay personas que tienden a regalar en una fecha especial una cadena con la imagen de la Virgen. Por ejemplo, la medalla de la Virgen de Guadalupe, patrona de América, un símbolo de protección, esperanza y fe. Actualmente, es la más venerada.
También es conocida como Nuestra Señora de Guadalupe. Según su historia, se apareció en la tilma de Juan Diego, en México. Un indígena recibió las apariciones de la Virgen y desde ese momento se convirtió en la reina de dicho país, en la Basílica de Guadalupe, situada en el cerro Tepeyac.
Su imagen tiene un significado de amor y misericordia, puesto que fue la artífice de la conversación de millones de indígenas, la unión de dos razas y las culturas. Desde entonces, es considerada la versión indígena de la Virgen María, madre de Jesús.
Cuando una persona le regala la medalla de Nuestra Señora de Guadalupe a otra es porque quiere que dicho sujeto tenga la protección, el fervor y la representación física de la fe. Además de un elemento religioso que manifiesta su bondad.
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Esta imagen es una pieza fundamental para quienes necesiten pedir por los momentos de angustia, miedo, incertidumbre o desasosiego, ya que es un mantra para quienes la llevan puesta, pues aporta tranquilidad y paz.
Asimismo, existe un significado que se revela a través de sus símbolos. Por ejemplo, su manto es una de las partes más atractivas y llamativas porque representa el cielo con las 46 estrellas que había en el momento de su aparición.
Cuando la persona que lleva puesta la medalla de la Virgen necesita un favor, se recomienda encomendarse a ella y hacer la siguiente oración:
Oración a la Virgen de Guadalupe
¡Oh, Señora mía, Virgen de Guadalupe!, ¡Oh, madre mía!
Mi amparo, mi refugio, mi esperanza ante la adversidad, te pido seas la luz
que alumbre mis caminos y la mano amorosa que me cuide y salve;
que tu compasión me auxilie en los malos momentos y tu inmensa caridad
me llene de favores hoy y siempre. Yo (aquí el devoto dice su nombre) me entrego del todo a ti.
Y en prueba de mi enorme afecto y adoración te ofrezco y consagro en este día mis ojos,
mis oídos, mi lengua, mi corazón; en una palabra, todo mi ser, ya que soy todo tuyo.
¡Oh, madre de piedad! Haz que mi vida esté llena de paz y alegría, guárdame y defiéndeme
como cosa y posesión tuya. Da alivio a mis penas y remedio a mi desventura.
Tú que eres la dicha del mundo y la lumbre del cielo, no apartes tu celestial mirada de mí.
Con amor, fe y esperanza te entrego mis desdichas para que tú las conviertas en sosiego y bienestar.
Linda madre Virgen de Guadalupe, tierna y buena. Virgen Santa y pura, generosa y milagrosa extiende sobre mí tu bondad y misericordia y socórreme en los momentos de necesidad.
Pide por mí a tu amado hijo y con tu mediación poderosa haz que me preste su benéfica ayuda en mi difícil y urgente problema que, como sabes, me angustia y no me deja ser feliz. (En este punto se hace la petición).
Confío, Virgen de Guadalupe, en tu ayuda para solucionar lo que me aflige,
haz que reciba abundancia de bienes y favores para que se acaben las tristezas y ruinas
que me embargan. Trae a mi vida y la de los que amo mucho amor, salud, éxito, fortuna y prosperidad.
Guarda, protege a mi familia y permanece siempre junto a nosotros como una madre
que alegra, auxilia y nos llena de dicha con su sola presencia. Amén.