Las Sagradas Escrituras son para los creyentes un manual en su diario vivir porque encuentran cientos de versículos que los orientan según la necesidad que tengan. Por ejemplo, en el caso de las riquezas o la abundancia económica en el evangelio de Mateo capítulo 6 versículo 24, Jesucristo le dice a sus discípulos:

“»Nadie puede servir a dos señores, pues menospreciar a uno y amará al otro, o querrá mucho a uno y despreciará al otro. Ustedes no pueden servir a la vez a Dios y a las riquezas”, se puede leer en la Nueva Versión Internacional (NVI).

En este sentido, en uno de los libros del pentateuco el Señor, le dice a su pueblo, que es a través de Él que puede conseguir la abundancia económica: “Recuerda al Señor tu Dios, porque es él quien te da el poder para producir esa riqueza; así ha confirmado hoy su pacto que bajo juramento hizo con tus antepasados”, afirma Deuteronomio 8:18 de la versión bíblica NVI.

Por eso, para los feligreses, la abundancia económica proviene, sí del trabajo del hombre, pero del favor de Dios, tal cual lo manifiesta también el libro de Filipenses 4:19: “Así que mi Dios les proveerá de todo lo que necesiten, conforme a las gloriosas riquezas que tiene en Cristo Jesús”.

La Biblia es el manual del creyente. | Foto: Getty Images

De hecho, el libro del profeta Hageo Dios asegura que es dueño de todas las riquezas, y es por esto que sus hijos claman a Él, en todo tiempo:

“El futuro esplendor de este templo será mayor que el del primero, porque tengo abundancia de plata y de oro para hacerlo. En realidad, todas las riquezas del mundo me pertenecen. Y será este el lugar desde donde estableceré mi paz y seguridad. Lo digo yo, el Señor Todopoderoso»”, comenta Hageo 2:8 en la NVI.

Es entonces que en la biblia se pueden encontrar diferentes relatos bíblicos que dan evidencia de la provisión y amor de Dios para con su pueblo, como en la epístola de Filipenses 4:6 escrita por el apóstol Pablo: “No se preocupen por nada; en cambio, oren por todo. Díganle a Dios lo que necesitan y denle gracias por todo lo que él ha hecho”, indica.

Dios es dueño del oro y la plata. | Foto: Getty Images

Pero, ¿qué hay que hacer para tener abundancia?

Aunque la Palabra de Dios dice que es importante encomendar al Señor todos los proyectos (Proverbios 16:3), ciertamente esto es lo que se debe hacer para tener abundancia económica:

La generosidad hace parte de la integridad de un cristiano. | Foto: Getty Images

“Honra al Señor con tus riquezas y con los primeros frutos de tus cosechas. Así tus graneros se llenarán a reventar y tus bodegas rebosarán de vino nuevo”, dice Proverbios 3: 9-10.

Además, el Proverbio 11:24-25 habla sobre la generosidad y como consecuencia llegará la abundancia: “Unos dan a manos llenas y reciben más de lo que dan; otros retienen indebidamente sus bienes y acaban en la miseria. El que es generoso prospera; el que reanima a otros será reanimado”.