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La palabra salvación significa la liberación espiritual.
Evangelio de hoy lunes 24 de junio | Foto: Getty Images

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Evangelio de hoy lunes 24 de junio: “la mano del Señor estaba con él”

Las Sagradas Escrituras indican que Dios busca hombres capaces de generar esperanza.

Redacción Cultura
24 de junio de 2024

El Vaticano comparte la Palabra de Dios del día de hoy para que los feligreses se centren en la Palabra de Dios y en la misión que tienen en la tierra.

En el trasfondo histórico del Miércoles Santo yace el relato bíblico de Judas Iscariote, cuya traición desencadenó los eventos que culminaron en la crucifixión de Jesús.
El evangelio trae los mensajes para fortalecer la fe cristiana | Foto: Getty Images

Lecturas del lunes 24 de junio de 2024

Primera lectura

Lectura del libro de Isaías. Is 49, 1-6

Escúchenme, islas; pueblos lejanos, atiéndanme. El Señor me llamó desde el vientre de mi madre; cuando aún estaba yo en el seno materno, él pronunció mi nombre. Hizo de mi boca una espada filosa, me escondió en la sombra de su mano, me hizo flecha puntiaguda, me guardó en su aljaba y me dijo: ‘Tú eres mi siervo, Israel; en ti manifestaré mi gloria’.

Entonces yo pensé: En vano me he cansado, inútilmente he gastado mis fuerzas; en realidad mi causa estaba en manos del Señor, mi recompensa la tenía mi Dios. Ahora habla el Señor, el que me formó desde el seno materno, para que fuera su servidor, para hacer que Jacob volviera a él y congregar a Israel en torno suyo–tanto así me honró el Señor y mi Dios fue mi fuerza–.

“Ahora, pues, dice el Señor: ‘Es poco que seas mi siervo solo para restablecer a las tribus de Jacob y reunir a los sobrevivientes de Israel; te voy a convertir en luz de las naciones, para que mi salvación llegue hasta los últimos rincones de la tierra’”.

Cada paso del rosario de la Virgen de Guadalupe es entendido como una expresión de fe, lo que establece un vínculo espiritual significativo.
La rica tradición de la oración se revela al interesado al conocer los pasos y las oraciones que conforman el rosario de la Virgen de Guadalupe. | Foto: Getty Images

Segunda lectura

Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles. Hch 13, 22-26

En aquellos días, Pablo les dijo a los judíos: Hermanos: Dios les dio a nuestros padres como rey a David, de quien hizo esta alabanza: He hallado a David, hijo de Jesé, hombre según mi corazón, quien realizará todos mis designios. Del linaje de David, conforme a la promesa, Dios hizo nacer para Israel un salvador: Jesús. Juan preparó su venida, predicando a todo el pueblo de Israel un bautismo de penitencia, y hacia el final de su vida, Juan decía: ‘Yo no soy el que ustedes piensan’.

“Después de mí viene uno a quien no merezco desatarle las sandalias. Hermanos míos, descendientes de Abraham, y cuantos temen a Dios: Este mensaje de salvación les ha sido enviado a ustedes”.

Evangelio del lunes 24 de junio de 2024

Lectura del santo evangelio según san Lucas. Lc 1, 57-66. 80

“Por aquellos días, le llegó a Isabel la hora de dar a luz y tuvo un hijo. Cuando sus vecinos y parientes se enteraron de que el Señor le había manifestado tan grande misericordia, se regocijaron con ella. A los ocho días fueron a circuncidar al niño y le querían poner Zacarías, como su padre; pero la madre se opuso, diciéndoles: ‘No. Su nombre será Juan’. Ellos le decían: ‘Pero sí ninguno de tus parientes se llama así’”.

En lugares de culto y en hogares de todo el mundo, se encienden velas y se recitan oraciones a San Expedito los lunes, en un gesto de fe y devoción hacia este santo intercesor.
Todo el evento del nacimiento de Juan Bautista está rodeado por un alegre sentido de asombro, de sorpresa y de gratitud. | Foto: Getty Images/iStockphoto

“Entonces le preguntaron por señas al padre cómo quería que se llamara el niño. Él pidió una tablilla y escribió: ‘Juan es su nombre’. Todos se quedaron extrañados. En ese momento a Zacarías se le soltó la lengua, recobró el habla y empezó a bendecir a Dios”.

Un sentimiento de temor se apoderó de los vecinos y en toda la región montañosa de Judea se comentaba este suceso. Cuantos se enteraban de ello se preguntaban impresionados: ‘¿Qué va a ser de este niño?’ Esto lo decían, porque realmente la mano de Dios estaba con él. El niño se iba desarrollando físicamente y su espíritu se iba fortaleciendo, y vivió en el desierto hasta el día en que se dio a conocer al pueblo de Israel”.