FANTASMAS DEL SUR
La primera película de Jack Fisk ambula por el mismo mundo de Faulkner.
El cine norteamericano de los últimos años se ha caracterizado por el esfuerzo de una generación de directores en realizar un trabajo bien elaborado sobre la realidad norteamericana. Entre ellos están Martin Scorsese, Robert Altman Francis Ford Coppola, Paul Mazursky. para sólo mencionar algunos. Este año un nuevo director, Jack Fisk, ha querido situarse en esta misma tradición con su primera película "Amame hoy".
Nacido en Ipava, Illinois se fue desde muy joven a Nueva York, como muchos cineastas de su generación, a estudiar arte en la Cooper Union. Más tarde, pasa a Los Angeles en donde comienza a trabajar como asistente de dirección en varias películas. Entre ellas se destacan, "El fantasma del paraíso" y "Carrie".
"Amame hoy", cuyo nombre verdadero es "Ragged Man" (Hombre Andrajoso), es un intento por recrear una historia basada en las experiencias infantiles de William D. Wittliff, escritor norteamericano y productor del filme, vividas en un pueblo del sur de los EE.UU. durante la Segunda Guerra Mundial. "La situación de mi madre y los escenarios son muy reales, como también muchos de los caracteres, pero también están presentes mis fantasías infantiles", afirma Wittliff.
En la película, Nita Longley (Sissy Spacek), toma la decisión de abandonar a su marido, una noche de 1940. Todavía los EE. UU. no han entrado en la guerra. Estos hechos sirven de introducción al grueso de la historia que se desarrolla cuatro años más tarde. Nita, que ha conseguido un trabajo como telefonista, entra en conflicto con su patrón (R. Armstrong), quien no quiere mejorar sus condiciones de trabajo objetando que por estar el país en guerra la situación económica no lo permite. Nita, después de vivir otras situaciones conflictivas en las cuales su opción personal es la constante, toma la decisión de dejar su empleo y marcharse de ese pueblo sureño, con sus dos pequeños hijos, así no tenga posibilidad de conseguir otro trabajo inmediatamente. En este momento, que es el culminante de la película, pensar en Faulkner se hace inevitable para el espectador que estén familiarizados con el imaginario Yoknapatawpha: el hombre solo está tan perdido cuanto no advierte que es dueño de su destino.
Esta primera realización de Jack Fisk, a pesar de su ambición por abarcar el rico mundo sureño, no alcanza totalmente su cometido. En parte, porque la riqueza del mundo fílmico se disminuye cuando alcanza a caer en el melodrama durante las escenas de la relación entre Nita y el marinero, que no es lo más importante del filme. Sin embargo, habría que destacar la buena actuación de Sissy Spacek, a quien tendremos la oportunidad de volver a ver muy pronto en Missing, la película ganadora este año en el Festival de Cannes; la buena fotografía del berlinés Ralf D. Bode sobre todo en las escenas finales y la bien lograda reconstrucción del pueblo.