El metro pasa repiqueteando a intervalos regulares por el llamativo puente Oberbaum, y por debajo de él navegan algunos barcos de excursión por el río Spree. En la orilla del lado del barrio berlinés de Kreuzberg, un edificio de oficinas con fachadas de cristal ofrece una terraza con vista al río. Durante el día, es un lugar bastante tranquilo.

Pero los fines de semana, poco antes de la medianoche, largas filas de gente se forman en la entrada para ingresar al Watergate, desde hace 22 años, la discoteca más famosa de la capital alemana. Un baluarte de la música electrónica en un edificio de dos niveles, para festejar y bailar mirando el paisaje del Spree. El Watergate se mantuvo en la escena de los clubes de fiesta berlineses durante mucho tiempo, pero ahora ha llegado su fin.

Watergate: la fiesta se acaba después de 22 años

“Hay que entender simplemente que la cultura, en especial la escena de los clubes, también tiene un componente económico. De tanto elogiar a nuestra escena de fiesta berlinesa, tan diversa, se olvida eso, lamentablemente”, dice Uli Wombacher, uno de los fundadores del Watergate, en un comunicado de prensa sobre el cierre de la discoteca.

Los alquileres caros, así como el aumento de la inflación y de los costos, hicieron inevitable tomar esa decisión, según él. Luego de la crisis de la pandemia de COVID-19, el negocio ya no logró volver a despegar.

Terraza exterior del club Watergate, a orillas del río Spree, en Berlín-Kreuzberg. | Foto: Jens Kalaene/dpa/picture alliance

El fin de la época de oro de los clubes

En los años 90 y 2000, Berlín se convirtió en un punto de encuentro para las fiestas. Luego de la caída del Muro de Berlín había una gran cantidad de edificios vacíos, que se transformaron en templos de la música, el baile y la reunión con poco esfuerzo y mucho entusiasmo.

El renombre y el atractivo de clubes de tecno como Tresor, WMF o Berghain, en lugares como espacios subterráneos o antiguos edificios que una vez albergaron fábricas, comenzó a propagarse mucho más allá de Berlín. Durante años, el turismo de la capital alemana se nutrió de los visitantes que llegaban para celebrar. En la era de los vuelos baratos, venían desde todos los rincones de Europa, solo para festejar un fin de semana en Berlín.

El club berlinés Wilde Renate cierra sus puertas luego de 18 años, a finales de 2025. | Foto: dts-Agentur/picture alliance

Los clubes, parte del ADN de Berlín

La escena de los clubes berlineses está ante grandes desafíos, según Christian Tänzler, de Visit Berlin, la sociedad de marketeo del turismo de la capital alemana. Además de los motivos conocidos, como el incremento de costos y alquileres, también cambiaron las costumbres en cuanto a salidas, explica. “Los jóvenes se encuentran ahora cerca de una tienda que abre tarde por la noche, llevan un altoparlante y escuchan música con su cuenta de Spotify. No necesariamente tienen que ir a un club para festejar”, dijo a DW.

Para el turismo berlinés, sin embargo, la cultura de los clubes es un factor importante, indica Tänzler. Berlín sigue siendo conocida como la capital del tecno, y sus clubes son de primera línea a nivel internacional. “La escena cultura de los clubes es parte del ADN de Berlín”, subraya Tänzler.

A su juicio, el futuro de los clubes berlineses también depende de su capacidad de adaptar su oferta. Un club como el Berghain, una institución de la fiesta en todo el mundo, no solo debería ser una discoteca, sino también abrir su espacio para otros eventos.

Los jóvenes ya no necesitan los clubes para festejar, sino que lo hacen en la calle, con comida, música de Spotify y un altoparlante, dice Christian Tänzler, de Visit Berlin. | Foto: Jürgen Held/Global Travel Images/picture alliance

La Comisión de Clubes, una asociación de operadores de clubes y eventos fundada en el año 2000, considera que el mayor desafío es conseguir ubicaciones para los clubes de Berlín. Su portavoz, Emiko Gojic, sugiere regular los alquileres comerciales de los clubes que no se encuentran en terrenos estatales. Pero Gojic cree que los clubes, cuya escena tiende al cambio, deberán tratar de mudarse a las afueras de Berlín para asegurar su existencia. “En el futuro, será una escena algo más flexible”, augura.

“Se acabó la fiesta: ¡que viva la fiesta!”

“Las discotecas berlinesas son el corazón de esta ciudad, y Berlín sigue siendo la capital de la cultura de discotecas. Además, atraen cada año a Berlín a alrededor de tres millones de turistas”, subraya Christopher Suss, portavoz de prensa del senador berlinés para la Cultura, Joe Chialo. En el contexto de la desaparición de los clubes,Chialo organiza una mesa redonda y aboga por el reconocimiento de las discotecas como espacios culturales, explica el portavoz.

“Se acabó la fiesta: ¡que viva la fiesta!” Esto es lo que escribe Watergate en su página web. A finales de 2024, el club, que desde hace 22 años es una importante atracción para los turistas y los noctámbulos berlineses, cerrará sus puertas para siempre. Y quiere celebrar la despedida por todo lo alto.

(cp/ers)