Patrimonio
Florencia inicia la espectacular restauración de los mosaicos del Baptisterio
Compuestos de alrededor de diez millones de teselas, creadas entre 1225 y 1330, los mosaicos fueron realizados por tres generaciones de artistas, comenzando por Cimabue, considerado el pintor que formó a Giotto.
Los trabajos de restauración del Baptisterio de Florencia, el célebre monumento octogonal frente a la catedral, permitirá desde fines de febrero que los visitantes admiren de cerca los magníficos detalles del techo de mosaicos que adorna el edificio, incluido el diablo de tres cabezas que inspiró al poeta Dante.
Durante los seis años de duración de las labores, los turistas podrán subirse a un andamio en forma de hongo, especialmente diseñado para la ocasión, y contemplar los 1.000 m2 de mosaicos multicolores y dorados que representan escenas bíblicas.
Compuestos de alrededor de diez millones de teselas, los mosaicos fueron realizados por tres generaciones de artistas, comenzando por Cimabue, considerado el pintor que formó a Giotto.
“Será la primera vez que el público podrá ver esos mosaicos tan de cerca y espero que sea la última, porque significa que la restauración ha sido un éxito”, explicó Samuele Caciagli, arquitecto responsable del proyecto.
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El monumento, donde el padre de la literatura italiana Dante Alighieri (1265-1321) fue bautizado, fue restaurado por última vez hace más de un siglo.
“Ahora tiene grietas en cada sección (de la cúpula) y se desprenden pedazos de la superficie”, lamenta Beatrice Agostini, 39 años, encargada del equipo de restauradores.
Lluvia, terremotos, inundaciones
A partir de 2014, el templo con ocho lados ha sido objeto de una compleja remodelación por un valor 10 millones de euros (casi la misma cifra en dólares). El trabajo sobre las paredes internas de mármol verde y blanco fue completado el año pasado.
Los andamios que han sido montados para llegar al techo tienen esa particular forma de “hongo” para permitir la apertura de las puertas, por donde entran millones de visitantes cada año.
Gracias a la torre central se llega a una estructura de 630 metros cuadrados dividida en ocho niveles y oculta por un falso techo de tela.
A partir del 24 de febrero, los visitantes podrán subir a la plataforma, a 30 metros de altura y encontrarse cara a cara con un majestuoso Cristo, así como querubines, ángeles y profetas, pero también diablos, serpientes y monstruos aterradores.
Se dice que el Satanás con cuernos mientras mastica a tres pecadores junto a un hombre desnudo que se quema en la hoguera inspiró a Dante para su representación del infierno en la famosa Divina Comedia.
Los mosaicos han sufrido por la infiltración de agua de lluvia y se mancharon durante la fuerte inundación de 1966.
Los restauradores del Centro Arqueológico de Conservación, especializados en mosaicos, comenzaron este miércoles la gigantesca tarea de cartografiar las diminutas teselas, una por una, quitando delicadamente el polvo y realizando sucesivamente fotografías.
Pequeños secretos
Los expertos utilizarán herramientas con ultrasonido, georadares e imágenes térmicas, así como pasadores y soportes para evitar que se caigan los mosaicos que se desprendieron durante la última restauración de 1898 a 1907.
“Vamos a eliminar la suciedad que oscurece el mosaico y darle su brillo natural”, explicó Agostini.
Se calcula que la restauración de los mosaicos costará más de 4,5 millones de euros (unos 4,8 millones de dólares).
Durante mucho tiempo los historiadores creyeron que el Baptisterio había sido un templo romano. El nuevo, el octogonal y más grande, se sabe que fue construido en estilo románico, alrededor del año 1059.
Se necesitaron 70 años para terminar los ocho lados del edificio, famoso también por sus puertas de bronce, de considerable valor artístico.
Con los mapas y la exploración del mundo de arriba y las diferentes historias en sus niveles horizontales se podrán descubrir también “los pequeños secretos que aún esconde ese enigmático monumento”, reconoció Agostini.