Arte y sociedad
Fragmentos dedica su espacio a las “Vidas robadas” por un estallido social que exige concertación inmediata
Hasta el 20 de mayo, se contaban al menos 42 víctimas fatales entre civiles y fuerza pública -41 de estas civiles-, y al 25 de mayo, la organización Temblores reportó 1.388 detenciones arbitrarias, 22 víctimas de violencia sexual y 46 víctimas de agresión en los ojos. En Fragmentos, un homenaje que grita por el cese de los atropellos.
“Fragmentos” deja atrás los justificados reclamos al Gobierno sobre la utilización de su espacio y se enfoca en seguir cumpliendo su propósito: no permitir que se olviden las causas de un conflicto terrible en el pasado, no permitir que se olviden las causas de un conflicto terrible en el presente y, desde la reflexión, evitar perpetuar terribles conflictos a futuro en un país que de a pocos se empieza a hastiar de tanta guerra.
El 28 de abril empezó el Paro Nacional y, con él, una explosión social sin precedentes. Esta ha sido recibida con represión y acciones brutales hacia los manifestantes, hacia la población civil en su derecho, y con el paso de los días, varios integrantes de la fuerza pública también han caído en la desgracia. Sufren manifestantes, sufren familia, sufren policías, sufren familias. Nada se arregla, y el combarte sigue cobrando vidas, ojos, lamentaciones, cicatrices sociales que no se irán con mirar hacia otro lado.
Porque así se trate de mirar hacia otro lado, quedan los vacíos que dejaron las personas muertas y desaparecidas; queda la certeza de que jamás han debido ser el sacrificio de una causa, por más justa que sea, y de que por eso no pueden ser en vano.
Hasta el pasado 20 de mayo, se contaban al menos 42 víctimas fatales entre civiles y fuerza pública -41 civiles y 1 miembro de la Policía-, según datos de Cuestión Pública. Al 25 de mayo, la organización Temblores reportó 1.388 detenciones arbitrarias, 22 víctimas de violencia sexual y 46 víctimas de agresión en los ojos. La Fiscalía tiene un reporte de 129 personas desaparecidas. Este es un homenaje a esas personas que murieron. En este se incluyen también las 14 víctimas fatales de las manifestaciones de noviembre del 2019 y septiembre 9 de 2020.
Vidas robadas
Buscando honrar a las personas cuyas vidas han sido cegadas de forma violenta durante las protestas civiles de Colombia entre 2019 y 2021, FRAGMENTOS, Espacio de Arte y Memoria, Cuestión Pública y la Dirección de Patrimonio Cultural de la Universidad Nacional de Colombia presentan esta acción urgente que reúne los rostros e historias de 56 víctimas mortales confirmadas y documentadas hasta el jueves 20 de mayo de 2021. Se trata de un lamento desesperado por la pérdida innecesaria de vidas, que obliga a la reflexión y a repensar las prioridades de la sociedad para llegar a una solución.
Con curaduría de Doris Salcedo y María Belén Sáez de Ibarra, Vidas robadas es una acción de memoria que incluye complejamente en una unidad la voz de las organizaciones sociales y el periodismo, la música y la poesía en un espacio donde la estética, la ética y la conciencia de un momento histórico confluyen. Así, además de la juiciosa investigación de Cuestión Pública y las organizaciones sociales que la apoyan, se incluyen las obras de dos artistas que asumieron su trabajo desde una inmersión en un contexto fascista y represivo. “Mandelstam y Ligeti representan el espíritu de la libertad que resiste a la opresión como la única forma plena de existir, ello es: pensar, comprender y actuar en conformidad a ese pensamiento y a ese sentimiento, en defensa de la dignidad de la vida”, afirma María Belén Sáez de Ibarra. El Réquiem IV Lacrimosa, del compositor húngaro György Ligeti, víctima de la persecución nazi y del aislamiento de su país en los años 40. Y el poema El Siglo, del poeta polaco Ósip Mandelshtam, quien murió en 1938 reprimido por el régimen de Stalin.
Según la curaduría: “La acción consiste en traer al espacio de FRAGMENTOS, los rostros, nombres, la presencia de estas personas asesinadas para rendirles un canto fúnebre a través del último movimiento de este Réquiem”, interpretado por 35 músicos del Conjunto de Estudiantes del Conservatorio de Música de la Universidad Nacional de Colombia y las voces de la mezzosoprano Valeria Bibliowicz y la soprano María Paula Gómez, bajo la dirección musical de Guerassim Voronkov. Esta acción será transmitida vía streaming el próximo martes 1 de junio, a las 6pm (desde el FacebookLive de Fragmentos) y quedará instalada en ese espacio para ser visitada por el público hasta el 27 de junio. La entrada es gratuita con previa inscripción aquí.
Sus nombres
Nombrándolos traemos la presencia de 74 víctimas fatales. Son personas, mujeres y hombres, civiles y Fuerza Pública, en su mayoría jóvenes, cuyas vidas fueron cegadas en las calles donde se han dado enfrentamientos entre los manifestantes y la fuerza pública.
Vidas robadas se soporta en información y material de archivo recogido, investigado y cotejado por Cuestión Pública, con el apoyo de Familiares de las víctimas, Temblores ONG, Defensoría del Pueblo, Medicina legal, Indepaz, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, Red de Derechos Humanos Francisco Isaías Cifuentes, Periódico Q’Hubo, Palmira Extra, Tras la Cola de la Rata, Baudó Agencia Pública, Pacifista, Revista Volcánica, Human Rights Watch y otros medios de comunicación. Y se hace en memoria de:
Dilan Mauricio Cruz Medina, 18 años | Julián Mauricio González Fory, 27 años | Marcela Zuñiga, 36 años | Lorwan Stiwen Mendoza Aya, 30 años | Andrés Felipe Rodríguez Ávila, 23 años | Christian Andrés Hurtado Meneces, 27 años | Freddy Alexander Mahecha Vásquez, 20 años | Anthony Gabriel Estrada Espinoza, 28 años | Julieth Ramírez Meza, 18 años | Angie Paola Baquero Rojas, 29 años | Germán Smyth Puentes Valero, 25 años | Jaider Alexander Fonseca Castillo, 17 años| Cristian Camilo Hernández Yara, 26 años | Javier Humberto Ordóñez Bermúdez, 43 años | Marcelo Agredo Inchima, 17 años | Cristian Alexis Moncayo Machado | Pol Stiven Sevillano Perea, 19 años | Michael David Reyes Pérez | Yarli Parra Banguera | Jeisson García, 13 años | Miguel Ángel Pinto Mona, 28 años | Dadimir Daza Correa | capitán Jesús Alberto Solano Beltrán, 34 años | Edwin Villa Escobar, 39 años | Heinar Alexander Lasso Chará | Evelio de Jesús Florez, 86 años | Jovita Osorio, 73 años | Rosemberg Douglas, 22 años | Brayan Fernando Niño Araque, 24 años | Jeferson Alexis Marín Morales, 33 años | Santiago Andrés Murillo Meneses, 19 años | Santiago Moreno Moreno, 23 años | Joan Nicolás García Guerrero, 27 años | Harold Antonio Rodríguez Mellizo | Cristian Arturo Hinojosa Murillo, 26 años | José Emilson Ambuila | Wenceslao Solis Sánchez | Kevin Anthony Agudelo Jiménez, 22 años | José Yesit Acevedo Santamaría, 59 años | Brahian Gabriel Rojas López, 26 años | Javier Alonso Uribe Díaz, 52 años | Pedro Benito Suárez Ariza, 62 años | Jairo Alberto Cuartas Herrán, 41 años | Dylan Fabriany Barbosa León, 27 años | Héctor Fabio Morales Henao, 24 años | Elvis Alfredo Vivas, 24 años | Daniel Alejandro Zapata, 20 años | Lucas Villa Vásquez, 37 años | Alison Meléndez, 17 años | Sebastián Quintero Munera, 29 años | John Alexander Yotengo, 21 años | Julio César Caicedo Salguero, 36 años | Angie Johana Valencia | Julián Erasmo Vallejo Cortes, 22 años | Cristian David Orozco Cardona, 23 años | y de otras 18 víctimas fatales cuyos casos se encuentran registrados y en proceso de investigación por parte de Cuestión Pública y/o Human Rights Watch.
Voces de Fragmentos
“Con VIDAS ROBADAS, dejamos constancia de la huella trágica e imborrable, que la muerte violenta y arbitraria de nuestros jóvenes, deja sobre la conciencia nacional. Lamentablemente la violencia política define el ethos de nuestra sociedad, ya que en Colombia se ha borrado la diferencia entre combatientes y población civil. Así, FRAGMENTOS asume un compromiso con la memoria de estas vidas perdidas. Nos corresponde visibilizar la experiencia de las víctimas más vulnerables y más anónimas de la violencia política. Desde FRAGMENTOS consideramos, que para lograr que estas experiencias trágicas, no queden reducidas al lamento, el silencio y la soledad de los dolientes, esta experiencia singular debe ser inscrita en una acción de memoria pública. Las víctimas que han muerto durante estas protestas tienen rostros que debemos reconocer y nombres que debemos nombrar como una manera de hacer el duelo por su irreparable ausencia. Fragmentos demarca un lugar en el que los ausentes se pueden hacer presentes.
VIDAS ROBADAS es una muestra que busca materializar, hacer real, el acto de nombrar sus nombres, como un intento de suspender –aun cuando solo sea temporalmente– la ignorancia intencional con la que rodeamos estas dolorosas muertes, hoy por hoy tan cotidianas. Nombrar los nombres de estas víctimas es una forma de reconocer la inmensidad de la pérdida que han sufrido, no solo sus familias, sino todos nosotros, colectivamente, como sociedad. La muerte de cada persona genera una ausencia y cada ausencia requiere que nos responsabilicemos por los que ya no están, pues la única forma en la que las personas -asesinadas durante estas semanas caóticas y violentas, - pueden existir es dentro de nosotros. VIDAS ROBADAS es una muestra austera, solemne, presenta la desolación en la que habitan los dolientes y también el resplandor y significado que cada nombre y cada rostro tiene para sus familias”. Doris Salcedo, creadora del contra-monumento FRAGMENTOS.
“A estas personas que caen asesinadas cuando desesperadamente gritan clamando justicia, ya se les había robado antes la vida. Porque han estado ausentes del proyecto humano, porque han sido despreciados y rechazados por quienes se reparten el botín que deja esta violencia incesante del conflicto colombiano”. María Belén Sáez de Ibarra, curadora y directora de la Dirección de Patrimonio Cultural UN.
“El siglo”
Mi siglo, mi bestia, ¿hay alguien
que pueda escudriñar tus ojos
y con su propia sangre fundir
dos centurias
que justifiquen tu osamenta?
la sangre creadora mana desde la garganta terrenal,
y los parásitos tiemblan
en el umbral de los días por venir.
en tanto la criatura se mantenga con vida,
la médula debe darse a luz,
mientras la columna oculta
distrae el oleaje.
han restituido la cima de la vida
como el cordero ofrecido en sacrificio,
como el dócil cartílago de un niño—
el siglo de la infancia de la tierra.
para liberar la época de su confinamiento
para generar un nuevo mundo,
los desavenidos, los enmarañados días
deberían sonar al unísono como una afinada flauta.
es el siglo que mece las mareas
con la desesperación de la humanidad,
en la maleza el aliento de una serpiente
es la dorada medida del siglo.
aun los retoños se embravecerán
y los inmaduros pimpollos brotarán
pero ¡tu columna vertebral es aplastada,
mi fantástico y despreciable siglo!
en lunática beatitud
miras atrás, cruel y debilitado,
como la ágil bestia que fuiste,
las huellas dejadas por tus pies.
la sangre creadora mana
desde la garganta terrenal
el indiferente cartílago de los océanos
salpica con la desesperación del pez buscando la costa.
y la albanega del pájaro se despliega en las alturas
de las húmedas piedras azul cerúleo,
corrientes de agua inundan la inevitable apatía
de tu única herida mortal.
Osip Mandelstam, Varsovia, 15 de enero 1891 – Vladivostok, 27 de diciembre 1938.
Traducción: Silvia Camerotto