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“Francisco ha marcado una diferencia al ser el primer Papa latinoamericano”: Olenka Piotrowska habla en SEMANA de su nuevo libro
Para la autora, Francisca no ha sido el papa más progresista de la Iglesia, como muchos consideran.
Olenka Piotrowska es una escritora colombo-polaca, que recientemente publicó Humanismo austral, filosofía latinoamericana y el pensamiento del papa Francisco, libro que analiza, desde la filosofía y la teología, el legado de Francisco, el primer papa latinoamericano de la Iglesia católica, quien completa ya diez años de apostolado.
De acuerdo con la autora, “las diferentes concepciones del Papa Francisco como salir al encuentro, la otredad, la periferia, el oprimido, la casa común, la inmigración, entre otras, son conceptos de profundas raíces latinas y que evidencia la realidad latinoamericana, de alguna forma todas hacen parte de nuestra identidad y que están vinculadas en parte con la teología del pueblo que se originó en Argentina”.
La autora habló de su nueva obra con SEMANA.
SEMANA: ¿De dónde nació y cómo desarrolló el concepto de humanismo austral?
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Olenka Piotrowska: Para las necesidades de hoy, es importante volver a pensar en la filosofía y asumirla desde la innovación. Es verdad que su capacidad creativa es reiterativa. Sin embargo, a lo largo de la historia nunca ha dejado de ser la aliada fiel de las culturas y la humanidad. Por eso, construí el concepto teórico del humanismo austral, fundamentado en principios teológicos de las tres encíclicas del Papa Francisco, para retomar ideales humanistas y aterrizarlos especialmente a las necesidades de los pueblos latinoamericanos.
El desarrollo sostenible debe estar comprometido con la academia desde la filosofía y no sólo asumirla con propuestas sobre desarrollo social. Tampoco permitir que se quede en meros discursos políticos y, al mismo tiempo, dejarlo para los avances científicos que es importante. Pero, ¿dónde queda lo humano? Más allá de salvar la crisis climática, también, debemos pensar en ¿cómo salvar la existencia y la conciencia humanas?
La intención teórica del humanismo austral es aportar una nueva estructura holística para que las sociedades latinoamericanas se desarrollen alrededor de un progreso integral, donde se consoliden dimensiones como la dignidad, la ecología, la fraternidad. Un entorno solidario que tenga en cuenta la diversidad de los pueblos, en relación con la economía, la política y el desarrollo sostenible. Como filósofa creé una teoría resolutiva, factible y viable. Esta propuesta toma tiempo llevarla a cabo. Pero, estoy dispuesta a trabajar en ello.
SEMANA: ¿Cómo definiría el apostolado del papa Francisco, algunos dicen que ha sido el papa más progresista de la Iglesia? ¿Comulga con esa idea?
O.P.: Más allá de considerar al Papa Francisco como el pontífice más progresista, pienso que los tiempos y las necesidades sociales del mundo cambian. Creo en los procesos y estoy segura que cada sucesor de San Pedro responde a las necesidades de su tiempo. Al Papa San Juan Pablo II muchos de los conservadores no le tenían gran estima; las ideas claras, abiertas y brillantes del cardenal Wojtyła en el Concilio Vaticano II le dieron gran protagonismo que luego, como Pontífice, supo poner en marcha. Y en esa época una línea conservadora tomó distancia de las resoluciones del Vaticano, al consolidarse por ejemplo la congregación Lefebvrista. Más adelante, llega el Papa Benedicto XVI, el cardenal Ratzinger, hombre de gran agudeza conceptual, que los conservadores acogieron en su línea. Sin embargo, en su raciocinio abdicó y esa no es propiamente una decisión conservadora. Entonces, no comulgo con la idea de considerar al Papa Francisco como progresista, es un término superficial para asumir su potente y fresca figura.
SEMANA: ¿Cómo entender la postura del papa sobre temas tan polémicos como las parejas del mismo sexo o los divorciados?
O.P.: Esos temas tan polémicos permiten que las sociedades denuncien y reclamen los juicios morales como prejuicios. ¡Y es un gran problema! Al saber que todos somos hijos de Dios y que debemos no solo convivir, sino también aportar a su creación. El Papa Francisco es consciente de la realidad y sus posturas han permitido realizar no solo avances y reconocimiento por la no exclusión. No se trata de mayorías sobre minorías y tampoco, de minorías sobre mayorías. Es cuestión de respeto y comprensión a la dignidad e integridad humanas, para dar lugar al orden y así habitar el mundo en equilibrio y alrededor de la armonía.
SEMANA: ¿Cómo describiría las tres encíclicas del papa y la trascendencia que las mismas han tenido más allá del mundo católico?
O.P.: La encíclicas son los textos más valiosos de cada pontífice. Evidencian su mirada global. Describiría las tres encíclicas del Papa Francisco como una dialéctica, pues cada una responde a la otra de forma congruente y continua. Sin duda, para el mundo católico las tres encíclicas del Papa Francisco tienen trascendencia y para el mundo global tienen gran impacto. Es decir, cuando se piensa en: ¿cómo la luz de la fe vislumbra a la razón?, ¿de qué manera se habita nuestra casa común? O, ¿de qué forma podemos vivir todos en fraternidad? Bueno, todas esas dudas vienen a partir de sus encíclicas Lumen Fidei (2013), Laudato SI’ (2015) y Fratelli Tutti (2020). Preguntas que no asumo desde una exclusividad católica, sino como cuestiones que le competen a la humanidad.
SEMANA: ¿Cree que el Papa Francisco marcó una diferencia al ser el primer papa latinoamericano?
O.P.: Sin duda, las diferentes concepciones de Francisco como salir al encuentro, la otredad, la periferia, el oprimido, la casa común, la inmigración, son conceptos de profundas raíces latinas y evidencian la realidad latinoamericana. Todas hacen parte de nuestra identidad y están vinculadas con la teología del pueblo que se originó en Argentina. Si el Pontífice de hoy no procediera de Latinoamérica, esas concepciones no estarían en un lenguaje propiamente relevante dentro del discurso como lo asume hoy en día la Santa Sede. Y se debe a que tenemos en la actualidad un papa latinoamericano. Para que el mundo pueda comprender al Papa Francisco, es necesario que estudie los procesos de la historia latinoamericana. Ahora, no se puede pasar por alto quién fue el cardenal Bergoglio y el proceso que asumió en su nación. Uno de los puntos focales en la construcción filosófica latinoamericana fue Buenos Aires y el reconocido filósofo y teólogo argentino Scannone dio sustento y apoyo filosófico a las posturas del papa Francisco.
SEMANA: ¿Cómo terminó metida en el campo de la filosofía y la teología?
O.P.: Es un camino vinculante de idas y vueltas por mi proceso espiritual y mi búsqueda racional dentro de un marco creativo, siempre rodeado de muchas preguntas. Cuando te sumerges en la filosofía, encuentras valiosas figuras marcadas por su identidad espiritual: Santo Tomás de Aquino, San Juan de la Cruz, Descartes (nunca negó a Dios), Sor Juana Inés de la Cruz, Leibniz, Hegel, Kant, Scheler. Incluso, al irnos más atrás sin ser cristiano, pero que abrió la puerta del reconocimiento al cristianismo en el Imperio Romano, está el estoico emperador Marco Aurelio. La historia divulga el oscurantismo de la Edad Media, es una posición carente de conocimiento, pues fue una época de grandes pensadores, escritores y desarrollos científicos, sin negar la censura y la inquisición. Y, para no ir tan lejos, hace cien años se había terminado la Primera Guerra Mundial y en nombre que Dios o sin él ¿qué no se ha hecho?
Como autora, es la construcción humana la que me genera interés y me acerca a Dios. Hay científicos que ofrecen pruebas de la existencia de Dios y otros que lo niegan sin poder demostrarlo. Por eso terminé involucrada con la filosofía y la teología, acostumbro a pensarme como imperfecta y de esta forma logro moldear mi ser, para intentar ir hacia direcciones más estéticas, más morales y más éticas.