Cine
¿Guerrero de la causa racial o Tío Tom? Documental examina legado de Sidney Poitier
Un guerrero de la causa racial, sin el cual no hubieran ascendido Oprah Winfrey o Barack Obama, visto desde ojos que redimen su cuestionado camino sin necesidad de edulcorar su vida.
El fallecido actor Sidney Poitier estaba en la cima de su carrera en Hollywood cuando fue acusado por activistas e intelectuales negros de interpretar roles estereotipados para audiencias blancas cuando el movimiento por los derechos civiles en Estados Unidos explotaba en los años 1960.
Sidney, el nuevo documental de Apple TV+ producido por Oprah Winfrey y que presenta entrevistas con estrellas que van desde Denzel Washington y Morgan Feeman hasta Barbra Streisand y Robert Redford, establece por qué estaban equivocados.
“La realidad es que desde la invención del cine ha habido imágenes degradantes de los negros, y Sidney Poitier, solo, destruyó esas imágenes, película tras película”, dijo Reginald Hudlin, director del documental que va al aire este viernes.
“Él era un guerrero de la causa racial. Sin él, yo no estaría aquí, no tendríamos a Oprah Winfrey, ni a Barack Obama”.
Ésta es una de las varias discusiones de Sidney, que presenta entrevistas que Poitier le dio a Winfrey años antes de su muerte, producida en enero de 2022 a los 94 años de edad.
La producción aborda un tema que puede ser espinoso: la relación extramatrimonial que Poitier mantuvo cuando estaba con su primera esposa, Juanita Hardy, quien es entrevistada en el documental, así como las tres hijas del actor.
“Cuando me senté a conversar con la familia por primera vez sobre la posibilidad de hacer esta película les pregunté si había algo que estaba vetado. Específicamente mencioné ese tema como un ejemplo”, dijo Hudlin.
“Ellas me dijeron ‘No, no, no, queremos contar toda la verdad’. Agradecí el hecho de que ellas no estuvieran interesadas en grabar una pieza edulcorada”.
Pero la producción también se introduce en aterrorizantes momentos de la violencia racista que Poitier sufrió en su vida.
En 1964, Poitier y el también actor Harry Belafonte fueron perseguidos en Misisipi por miembros armados del grupo sumpremacista blanco Ku Klux Klan mientras llevaban dinero para un movimiento de derechos electorales.
Otro encuentro con el Klan y un policía blanco que acosaron con un arma a Poitier cuando era adolescente es narrado como una experiencia determinante en su pionera carrera y en su activismo, a menudo olvidado.
“Eso es lo que es impresionante. Nunca sucumbió a la amargura, ni permitió que acabaran con él”, dijo Hudlin. “Seguía transformando esto en fuerza, en más determinación y en más voluntad”.
“No había precedentes”
Pero quizás la parte más disputada del legado de Poitier son los señalamientos de ser muy amable u obediente, una especie de “Tío Tom” para las audiencias blanca y Hollywood.
El documental trae a colación un artículo publicado en 1967 por el diario The New York Times bajo el título ¿Por qué el Estados Unidos blanco ama tanto a Sidney Poitier?, que acusaba al actor de “interpretar esencialmente el mismo papel, el antiséptico héroe de una única dimensión”.
El texto hablaba de un “Síndrome Sidney Poitier”. “Un buen hombre en un mundo totalmente blanco, sin esposa, novia o mujer a la cual amar o besar, ayudando a un blanco a resolver los problemas de un hombre blanco”.
Apenas tres años antes, Poitier se había convertido en el primer actor negro en ganar un Óscar por Una voz en las sombras, en el cual interpretaba a un obrero nómada que ayuda a una comunidad de monjas, con las cuales termina estableciendo un vínculo.
Otros papeles, como el mendigo que encarna en Porgy y Bess, fueron vistos como racistas por la crítica.
De acuerdo con Hudlin, los ataques “eran una consecuencia inevitable del trabajo que él estaba haciendo”, y Poitier, “quien sabía que llegaría más lejos”, estaba más interesado en humanizar la experiencia negra.
“Se mantuvo en un contexto mayor”, dijo Hudlin, notando que las minorías oprimidas estaban “de pronto luchando y conquistando su libertad” e “intentando entender esto en tiempo real, mientras ocurría”.
“Creo que ahora podemos mirar todo con una visión mayor, histórica, y decir que esas decisiones que Sidney Poitier tomó eran correctas y ayudaron a la causa mayor a avanzar”.
Sidney también subraya la naturaleza revolucionaria del beso de Poitier con la actriz blanca Katharine Houghton en “¿Sabes quién viene a cenar?”, y el momento en que abofetea a un aristócrata blanco del sur en Al calor de la noche.
“No había precedentes para quien él era y para lo que estaba haciendo”, señaló Hudlin.
*Nota de AFP