Arte
“Hacer memoria es un compromiso con el futuro”: ese es el mensaje de los artistas que exhiben en Policroma
La nueva exposición de la galería de Medellín les propone a los colombianos hacer un ejercicio de memoria, entender el impacto del conflicto armado en la sociedad y ver cómo esas huellas lo siguen perpetuando.
Cuenta el texto curatorial de “Hacer memoria es un compromiso con el futuro”, que en 1997 se fundó la Comunidad de Paz de San José de Apartadó. Por esa época, la región vivía en medio de una violencia que obligó a muchas familias a desplazarse. Con la esperanza de mantenerse al margen del conflicto, los habitantes de la comunidad la declararon neutral. A pesar de ello, fueron víctimas del Ejército, los paramilitares y la guerrilla.
Inspirándose en una pancarta colgada en la Comunidad de Paz de San José de Apartadó, el artista Iván Hurtado creó la serie Bienvenidos (2015), que rinde homenaje al espíritu pacifista de los habitantes de esa comunidad y habla de la importancia que le dan a la memoria.
Gabriela Pinilla presenta el proyecto Giovanna, fotógrafa de revoluciones (2019), que también les narra a los colombianos una historia de resistencia y profunda humanidad que vale la pena conocer: a finales de los años 60 la fotógrafa Giovanna Pezzotti se dedicó a registrar el trabajo que un grupo de sacerdotes y religiosas hacían en las comunidades vulnerables de Medellín, y a capturar la realidad de quienes no tenían con qué suplir sus necesidades básicas.
Pezzotti –quien murió en enero de 2021– fue la primera reportera gráfica de la ciudad y se dedicó a retratar la vida de los habitantes que tenían que rebuscarse la manera de sobrevivir, en vez de mostrar lo que los de Medellín querían ver: la ciudad de avenidas y edificios modernos recién construidos.
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Cuenta Fernando Arias que la idea de Tabla de corte (2019) se le vino a la mente cuando hacía mercado en Paloquemao. “Me quedé observando y escuchando los cortes de las carnes sobre las tablas de polietileno. En esos pequeños cuadros visuales, cargados de historias de sangre, visualicé la metáfora de la realidad de los que son minoría, de los que luchan, de los que lideran, de los que defienden, de los que solo quieren vivir en paz”. En su obra, las texturas o heridas de las tablas “se convierten en cicatrices. Los malos olores estancados dentro de las grietas había que desaparecerlos; de hecho, toda huella de sangre había que borrarla. Y así lo hice una y otra vez como se hace en la realidad en nuestro país, para que el común de la gente siga creyendo que aquí no pasa nada”.
Las obras que Pablo Mora presenta en Policroma –Cubiertas (2015) y Palimpsesto (2018)– muestran lo que puede significar el paso del tiempo. La humedad le va robando utilidad a las carpetas fotografiadas por Mora. Según la curadora Melissa Aguilar, las obras hacen referencia a los enormes problemas del sistema judicial. Mora “trae a la memoria el olvido de la justicia. Con su obra vemos los procesos y las vidas que languidecen y se deterioran, tal y como lo hacen las carpetas en esa espera de una respuesta estatal”, dice Aguilar.
“Hacer memoria es un compromiso con el futuro” se inaugura el jueves 18 de marzo.
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