Reseña

“Hamilton” en Disney + derrumba con contundencia la apatía hacia los musicales y la historia

Tanto bombo alrededor del musical de Lin-Manuel Miranda puede elevar demasiado la expectativa para quienes no se han arriesgado a verlo, pero este espectáculo de Broadway en streaming cautiva de principio a fin y recompensa a su audiencia.

Alejandro Pérez Echeverry
10 de marzo de 2021
Lin-Manuel Miranda es Alexander Hamilton y Leslie Odom, Jr. es Aaron Burr, su victimario.
Lin-Manuel Miranda es Alexander Hamilton y Leslie Odom, Jr. es Aaron Burr, su victimario. | Foto: Disney +

Para la inmensa minoría que pudo ver el espectáculo Hamilton con su reparto original en Broadway, esta entrega en Disney + será sin duda un recuerdo memorable. Para el resto, la mayoría de millones de nosotros allá afuera, no es algo menor que eso: el registro de un enorme musical que acierta conservando las reacciones y estallidos del público al trabajo y suma a la emoción de la obra con un trabajo de cámaras que nos acerca a los actores, sus rostros, gestos, alegrías, furias y lágrimas. Si bien no estuvimos ahí, esta producción hace un gran trabajo en hacernos sentir algo parecido.

Conseguir boletos para dicho espectáculo escrito por el neoyorquino de origen puertorriqueño Lin-Manuel Miranda, que estalló en 2016 en Broadway, se volvió imposible muy rápidamente, y no pasa mucho tiempo desde su arranque para saber por qué. A mí me tenía que ganar por knockout, porque me gustan la música y el cine, pero los musicales me habían sido históricamente difíciles de digerir.

Y lo hizo. Estadísticamente ya no puedo decir que no me gustan, los últimos dos que vi me movieron el piso, me entretuvieron y transportaron: Ain’t Too Proud: The Life and Times of The Temptations, que tuve la fortuna de ver en Broadway, y otro, Hamilton en Disney +, que resulta inolvidable.

¿Experto? En absoluto. Maravillado, absolutamente.

Muchas preguntas surgen al permitirse vivir Hamilton en streaming (experiencia que contabiliza 2 hrs 40 mins, intermedio incluido) . ¿Cómo nadie había hecho algo así? Bueno, la brillantez tiene sus vehículos y sus momentos. Miranda fue desarrollando sus talentos y métodos en otros musicales, especialmente en In the Heights, que estrenó en 2008 y a mediados de este año se estrenará en versión cinematográfica . Y lo hizo hasta dar con ese personaje que le permitiría abordar la experiencia estadounidense desde sus fundamentos y su diversidad, desde los debates asociados a la nueva república y a la manera de gobernar. En Hamilton aprendemos del nacimiento de Estados Unidos y las posturas de sus próceres desde un prisma particular: la fascinante, poderosa, triste e inspiradora historia de Alexander Hamilton, hasta hace poco eclipsada por nombres grandes como George Washington y Thomas Jefferson.

Para hacerlo, el dramaturgo y guionista se basó en una fuente investigada hasta los detalles mínimos: la biografía del personaje publicada por Ron Chernow, un probado investigador y relator de las vidas de personajes como Rockefeller, Ulysses S. Grant, George Washington.

Preguntas como “quién contará tu historia” son recurrentes en este musical y terminan siendo determinantes para la audiencia más allá de la historia misma

Afiche oficial del espectáculo Hamilton.
Afiche oficial. | Foto: Disney +

La forma del fondo

La narración parte del confeso victimario de Hamilton, Aaron Burr (Leslie Odom Jr. lo interpreta de manera impresionante), una figura con la que rápidamente pasaron de cierta afinidad a chocar en su manera de ser, de parecer, de aspirar... pero el relato no termina en esas mismas manos. Y ese desenlace resulta más que satisfactorio por ese hecho (uno de tantos puntos altos que no serán ‘spoileados’).

Phillipa Soo interpreta a Eliza Hamilton, esposa del prócer que no se contenta con ser una mera figura más.
Phillipa Soo interpreta a Eliza Hamilton, esposa del prócer que no se contenta con ser una figura secundaria en su historia. | Foto: Disney +

El “cómo” es un enorme detalle en este espectáculo. Lin-Manuel Miranda concibe esta narración protagonizada históricamente por gente blanca con protagonistas afroestadounidenses, latinos, asiáticos, y uno que otro blanco (como el rey George de Inglaterra, interpretado de forma burlona por Jonathan Groff, recordado por su rol protagónico en la serie Mindhunter). El golpe brillante que todo lo condensa es la música: los episodios se narran en clave de rap, rock, r&b un punto brillante quizá difícil de dimensionar para quienes no hablan inglés (los subtítulos en español alcanzan a transmitir el sentido, más no la virtud de las frases y las rimas), pero no imposible: si algo resulta universal en la música es su cadencia y el sonido maravilloso de las palabras. O, ¿acaso no amamos miles de canciones en inglés sin saber lo que dicen?

Nunca es tarde para saltar al tren. Miranda es una fuerza creativa que no se detiene. Ya sabemos que está involucrado en “Encanto” el proyecto de los estudios de animación Disney que tiene lugar en Colombia. Ya sabemos que su musical In the Heights recibirá bastante atención este año con su estreno en cines (y lo protagoniza Anthony Ramos, quien también se destaca en esta producción de Hamilton en dos roles).

En su manera de contar la historia y plasmarla en estas canciones para que enormes actores de teatro musical (talentosos no alcanza a dimensionarlos) lo lleven a la vida, Miranda rompió un molde. Y así usted allá afuera le tenga recelo a los musicales, bien debería darle una oportunidad. Para mí fue un gusto confrontar mi propia idea y opinar sobre una obra que marcó un hito (y que el streaming lleva a su casa), quizá para usted lo es también.