Feminismo

‘Hombres, los odio’ llega a Colombia, ¿qué conversaciones desatará?

Impulsado por una premisa sin rodeos y un intento de censura en Francia, el libro de Pauline Harmange llega al país en versión eBook para desencadenar debates inevitables (como lo ha hecho por donde ha pasado).

RevistaArcadia.com
24 de noviembre de 2020
Personas sostienen pancartas con nombres de mujeres en la plaza Trocadero frente a la torre Eiffel, en París, el 1 de septiembre de 2019, durante una manifestación convocada por la organización feminista "Nous Toutes" para denunciar el centésimo feminicidio del año. En el año 2018, el Ministerio del Interior había identificado 121 feminicidios. (Foto por Zakaria ABDELKAFI / AFP)


Ralph Zurmély, el asesor del Ministerio de Igualdad en Francia, consideró que su publicación era un ataque de odio, por lo cual, apelando al artículo 24 de la ley del 29 de julio de 1880, pujó por bloquear su llegada a las librerías. No lo logró.

De hecho, en su intento, el funcionario consiguió totalmente lo contrario. Hombres, los odio, el ensayo feminista de Pauline Harmange no solo agotó ediciones tempranas de 450 y 2.500 ejemplares, desde que estalló el debate en Francia pasó a una editorial con mayor alcance (Editions Seuil) y selló publicaciones en español, inglés y más idiomas.

Es decir, el ensayo de la joven de 25 años nacida en Lille (que se ha descrito como ”feminista, bisexual y en pareja con un hombre con el que deconstruimos las relaciones típicas”) se hizo global impulsado por una posible censura en un tema muy vivo como el feminismo y sus muchas expresiones, pero, sobre todo, por su título, premisa y su contenido. La palabra odio está en Moi les hommes, je les déteste y de ella no se aleja el escrito. Expone que los hombres les han dado todos los motivos a las mujeres para que los odien. Y, desde su perspectiva y argumentación, lo lograron: se han hecho detestar y le es clave anotar que ya no hay porqué ocultarlo ni disfrazarlo por más tiempo. De hecho, abre su libro expresando la alegría que le produce el sentimiento.


Portada de 'Hombres, los odio', de Pauline Harmange.
Portada de 'Hombres, los odio', de Pauline Harmange. | Foto: Ediciones Paidós


Ediciones Paidós ofrece desde este 24 de noviembre en Colombia la versión eBook del escrito, y llega en un momento en el que el feminismo libra sus luchas externas y también trata de resolver sus pujas internas, tan fuertes en torno a temas como el TERFismo. De ahí que sea interesante seguir las olas de este texto en el país.

En su portal Planeta de Libros, la editorial no se ahorra el valor de la polémica y lo expone como “El manifiesto feminista que un hombre quiso censurar y no pudo”). A esto añade.

Las mujeres, especialmente las feministas, han sido acusadas durante mucho tiempo de odiar a los hombres. El instinto, claro, les pide negarlo a toda costa; al fin y al cabo, muchas mujeres fueron condenadas a la hoguera por menos.

Pero ¿y si desconfiar de los hombres, que no nos gusten —y sí, tal vez incluso odiarlos—, es, en realidad, una buena respuesta frente al machismo? ¿Y si esta respuesta ofrece una salida a la opresión y se convierte en una forma de resistencia? ¿Y si incluso allana el camino hacia el bienestar, la solidaridad y la sororidad?

En este ensayo tan iconoclasta y provocador como urgente y riguroso, Pauline Harmange cuestiona las actitudes contemporáneas hacia el feminismo y se impone como portavoz de un grito de guerra para que las mujeres encuentren un amor más valioso entre ellas y para ellas.

Óscar Caballero, en el diario La Vanguardia, libra al libro de la androfobia que le atribuyen sus críticos y comparte su utopía de reclamar “relaciones equilibradas y de mutua exigencia con los hombres y de solidaridad entre las mujeres”. Caballero le reconoce también reflexiones interesantes (que acompañan los francos títulos de sus capítulos). En Andrófoba, histérica y mal f... explica que para las mujeres es tan complicado exhibir su androfobia socialmente que parecieran bromear al respecto.

Y sobre el ministro que quiso quemar su libro en espíritu, soltó: ”Es absurdo llevar un libro a tribunales, acusado de androfobia. Solo falta que persigan a Houellebecq por misoginia”.