CULTURA
“Imagine” y las otras joyas que le dio al mundo el polémico Phil Spector.
Fue considerado el Rey Midas del pop. Falleció en una prisión de California donde pagaba una sentencia por el asesinato de una actriz. Estas son sus máximas obras.
Hace 50 años, George Harrison desechó a un ángel y se alió con el diablo. El guitarrista de los Beatles había soportado por varios años su segundo renglón en la banda, que apenas le permitía dos o tres canciones de su autoría en cada álbum. En el último, Abbey Road, sus dos composiciones fueron, por mucho, las mejores y más exitosas: Here comes the Sun y Something.
Harrison estaba alcanzando la cumbre de su genio musical cuando el grupo se desintegró. Treinta años más tarde, en una entrevista publicada por Rolling Stone, explicó cómo se sentía en aquella época: “Era como tener diarrea y no poder ir al baño”. Por eso cuando pensó en un productor para su primer disco como solista, dejó a un lado a George Martin, productor de la mayoría de álbumes de los Beatles, y siguiendo los consejos de John Lennon, eligió a un temperamental hombre que ya para entonces tenía fama de loco: Phil Spector.
Cuando Spector llegó a la mansión de 120 habitaciones George Harrison, el castillo neogótico Friar Park, en Londres, el ExBeatles le dijo: “Tengo algunas cancioncillas para ti”. A continuación, Harrison le enseñó cientos de canciones, “cada una mejor que la anterior”, contó Spector años después. Ese momento marcó el comienzo de la historia de uno de los álbumes más importantes de la historia del rock: All things must pass.
Durante seis meses, entre mayo y octubre de 1970, Harrison y Spector grabaron el triple álbum en los legendarios estudios de Abbey Road. Sus ideas brotaban entre el humo de los cigarrillos. Al estudio llegaron para grabar Eric Clapton, Billy Preston y hasta un joven Phill Collins. Para noviembre de ese año, el álbum se lanzó con el sello de Apple Records. Entonces el mundo advirtió, como diría Harrison en una entrevista, que el callado guitarrista también escribía canciones.
Este 16 de enero, cinco décadas después de aquel álbum legendario, Phil Spector murió en la prisión de Stockton (California), donde purgaba una pena por el asesinato de la actriz de Hollywood Lana Jean Clarkson, por la que fue condenado en 2003. Fue un triste final para quien por años se le consideró el Rey Midas del rock. Hoy, a pesar del turbio pasado, todos en la música reconocen el genio de Spector como productor musical. Un vistazo a sus grabaciones así lo confirman. A los 21 años ya era millonario luego de grabar entre 1962 y 1965 con The Teddy Bears, The Crystals y The Ronettes. Le siguieron Let it Be, de los Beatles (1970); Imagine, de John Lennon (1971), y el ya citado All things must pass.
Bajo su pelo abombado, se escondía una mente genial. Spector fue el creador del llamado Wall of sound (muro de sonido), que consistía en grabar en varias capas, creando un sonido reverberante. El productor triplicaba partes de las canciones, superponía pianos eléctricos con acústicos, sumaba instrumentos, y luego difuminaba el sonido hasta que todo aquello se fundiera en un sonido homogéneo.
Pero al genio creativo de Spector lo acompañaba un lado tormentoso. Era ególatra, perfeccionista y tenía algunos rasgos psicóticos. En alguna oportunidad afirmó : “» “Si hablas con Dios, dicen que rezas. Si Dios te habla dicen que eres esquizofrénico”. En una ocasión, estando con Lennon, el productor disparó un arma a pocos centímetros del músico, que, aturdido, le dijo: “Phil, si vas a matarme, mátame, pero no jodas mis oídos. Los necesito”. Por su parte, el líder de The Ramones, Dee Dee, contó que Spector solía amenazarlos con una pistola durante las grabaciones.
Su comportamiento era cada vez más errático. Pronto fue claro que el toque del Rey Midas era cosa del pasado. Los Ramones, Leonard Cohen, Lennon, entre otros, sufrieron trabajando con Spector. Su fama de violento y megalómano fue mayor que la de su genio musical. Pasaron muchos años para que el rostro de Spector volviera a los titulares de prensa. En 2009, el productor fue acusado del homicidio de Lana Jean Clarkson, una modelo y actriz de 40 años cuyo cuerpo fue encontrado en la casa del productor con un disparo en la boca. En la corte, Spector parecía su propio fantasma: la cara blanca, los párpados caídos, los labios morados. Vestido con un traje de paño a rayas y una corbata roja escuchó el veredicto del juez, que lo condenó a una pena de entre 19 años a cadena perpetua.
A fines de 2020, Spector fue diagnosticado con covid-19. Cuatros semanas después falleció. Tenía 81 años.