Libro
Jorge Velosa presenta la sabiduría del campo en voz de carranga en su libro “El convite de los animales”
Con cantas y coplas, el conocido cantautor colombiano -co fundador de la música carranguera-, escribe una oda a ese género musical, a la cultura campesina, al costumbrismo y al folclor colombiano. El humor y el lenguage del libro honran su crianza campesina.
El convite de los animales cuenta la historia del juglar Juan Torbellino. Recorriendo el campo y animándolo con sus versos, va encontrando en el camino centenares de animales, y con ellos pasa una entretenida jornada.
“Torbellino se convierte en testigo y narrador de un alegre convite en el que cada animal, desde el toche hasta el chirlobirlo, pasando por la comadreja, el perro, la vaca, el mosco, la chisga y el currucuy, compartirá su historia, su cuento, sus recuerdos, sus orgullos, y hasta sus pullas e indirectas,” cuentan los de Editorial Monigote.
Los versos de Veloso, que dejan oír el hablado campesino, van acompañados por ilustraciones de la artista y muralista bogotana Soma Difusa, quien a través de su trabajo ha explorado la diversidad de las costumbres, los paisajes y las realidades sociales del país.
Para enriquecer su día con la magia de estos versos colombianos, he aquí un abrebocas de El convite de los animales:
Tendencias
Muestra mariposa
Me muero por el verde,
me encanta el amarillo,
y el blanco a cualquier hora
porque es el más sencillo.
El rojo por lo alegre,
el negro por lo serio,
y el azul en oleadas
porque asina es el cielo.
Y cuando se me antoja
que honrar un mero tono,
aunque bonito, es simple,
entonces busco el cómo
vestirme de retazos
pa verme más donosa,
y qué mejor que varios
colores en mi ropa.
En hablar de mis pintas
la ronda se me iría,
así que dejaré
el resto pa otro día,
y sigo derechito
pu’el lao del amor,
mi traje preferido,
pero de otro color.
Color al que cad’uno
le empalma su aureola,
como la luz al día,
en sus distintas horas.
Muestra caballo
Mi taita jue un señor burro,
mi máma una burra jue,
y si burros jueron ellos,
un burro tenía que ser.
Decir burro es decir asno,
asno es igual que pollino,
jumento, me dicen otros,
cuando no dizque junico,
entonces, pa redondiar,
mis nombres aquí les digo:
Asno, Junico y Jumento,
y otro par: Burro y Pollino.
Dígase como se diga,
mejor sería “el trabajoso”,
porque to los santos días
parejito y sin reposo,
ora que cargando leña,
ora que arrimando l’agua,
ora que moliendo un barro,
ora sacando una parva;
que si no es en el mercao,
antón es en la molienda,
arrime cañas y cañas,
o apegao de las riendas;
se termina la molienda,
que hay que llevar la panela,
o que hay que trastiar la miel
hasta el conjín de la tierra;
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