Arte
La Bienal Colombiana de Performance: el cuerpo como eje de las reflexiones sobre la realidad del país
En la Cinemateca de Bogotá se presentan obras que hacen referencia a la memoria colectiva, a los alimentos que consumimos, a la violencia y a nuestra relación con la naturaleza. Son los artistas colombianos pensando la vida a través de sus cuerpos. Va hasta el 7 de marzo.
Los expertos de la Cinemateca de Bogotá explican que decidieron dejar abierto el campo conceptual de la primera Bienal Colombiana de Performance porque les interesaba saber qué está motivando a los artistas colombianos a crear acciones corporales, y cómo las están desarrollando.
De distintas regiones del país les llegaron propuestas que reflexionan sobre la limpieza social en diversos barrios de ciudades y regiones, el miedo a expresarse libremente, la esclavitud laboral, el impacto ecológico de muchos proyectos y multinacionales, la biopolítica o el control sobre la vida, los problemas fronterizos...
También se toparon con obras que protestan contra la corrupción, el terrorismo de Estado, la violencia social, el asesinato de líderes, las luchas de poder entre parejas, la segregación, la homofobia...
Esta primera Bienal Colombiana de Performance se lleva a cabo en un contexto particularmente interesante. Las largas cuarentenas y las características del coronavirus convirtieron el cuerpo, el espacio y el movimiento en temas de constante reflexión.
Tal vez ello lleve al público a relacionarse de una manera distinta con estas obras en las que el cuerpo es la herramienta principal para expresar sentimientos y pensamientos que hablan de la realidad del país.
Decía el conocido artista colombiano Mateo López -quien hace poco presentó una obra titulada Cuerpos Desobedientes en los espacios culturales del Banco de la República- que la relación que solemos tener con el arte es muy mental, y que vale la pena comenzar a explorarla con el cuerpo. La Bienal Colombiana de Performance es el momento ideal para experimentar y ver qué sale de esa propuesta.
Antes de terminar, vale la pena traer a colación una cita del comunicado de prensa de la Cinemateca que deja pensando al lector: “de una u otra manera el arte escribe con el cuerpo la historia.”
Los artistas y sus obras:
Como lo quieras llamar o si me puedes leer, de Paola Correa, Bogotá.
Ejercicio de Máquina dispensadora de Comida, de Marta Lorena Parada Mendoza, Popayán.
Marcas del Valladito, de José Manuel Cuesta, Cali.
Lazzy, de Juan José Posada, Bogotá.
Correspondencia, de Johnatan López Rodríguez, Pereira.
Derrotero, de Grecia Quintero, Cúcuta.
Imagen/semejanzas, de Eduardo Garcés, Cali.
Bordando Feminicidios, de Amalgama Lunar, Tunja.
Con Guerra no Brazos, de El Cuerpo Habla, Medellín.
Altibajos, de Alex Ortiz y Ariane Denault, Colombia–Canadá.
Trump is my manager, de Manu Mojito, Bogotá.
Cuerpos de Agua, de Colectivo NUGEM, Mitú.
La galería de la Cinemateca de Bogotá está abierta de martes a domingo de 2:00 p. m. a 6:00 p. m. En este momento, el aforo máximo es de 20 personas. La entrada es libre sin boletería.
Más información en la página de la Cinemateca.
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