LA CIUDAD ESPONTANEA
Sobre el tema se desarrolló un foro en la Universidad de los Andes
Durante los cinco días hábiles de una semana de intenso trabajo, los seis profesionales internacionales invitados por la Facultad de Arquitectura de la Universidad de los Andes discutieron asuntos pertinentes a la vivienda del subdesarrollo y a las propuestas alternativas a la ciudad que nuestros habitantes más pobres construyen a la vista de todos, como héroes de una nueva saga que no ha sido relatada adecuadamente aún. Estos son asuntos urgentes de nuestras sociedades, porque el déficit de vivienda es uno de los más difíciles aspectos a resolver por parte de gobiernos y sectores privados en países que tienen cada vez más gente y menos recursos financieros. Y es que por otra parte y en lo que tiene que ver con las alternativas a la ciudad espontánea, ni los arquitectos, ni los planificadores urbanos, ni las instituciones del Estado que han fabricado vivienda masivanente, han podido dar respuestas mejores ni más adecuadas que aquéllas deficientes de los asentamientos que, ya sea por el mecanismo de la invasión o de los barrios piratas, ocupan hasta el 50% del área construída de ciudades enteras, en números considerables de urbes latinoamericanas.
EL TRABAJO DE CAMPO
Con experiencia obtenida durante más de una década de trabajo con las barriadas limeñas, habló significativamente el inglés, arquitecto, John Turner, autor de definitivas investigaciones y publicaciones en estas disciplinas, y estableció tres etapas a través de las cuales se pasó durante los últimos veinte años desde soluciones de vivienda ofrecidas unilateralmente por los gobiernos, gradualmente hasta la intervención directa de los eventuales usuarios, no sólo en la construcción sino también en la discusión de la vivienda y sus características. Esta evolución conceptual del proceso de aceptación del usuario como partícipe, también está directamente relacionada con la labor pionera de Turner en avisar al respecto,de la necesidad de aceptar la misma barriada subnormal como parte significativa de la ciudad tercermundista.
Por su parte, el sociólogo peruano Gustavo Riofrío, actual director de la Oficina para los Asentamientos Humanos de la ciudad de Lima, al servicio de una alcaldía de izquierda, opuesta al Presidente de aquel país, habló del estado actual de los barrios de su ciudad distinguiendo entre autoconstrucción (como mera participación de mano de obra más o menos calificada) y autogestión (como legítima intervención en el proceso deliberante de configurar la vivienda y por ende la ciudad). Riofrío señaló distintos problemas que actualmente afronta su oficina en relación a la grandísima pobreza de las barriadas peruanas y expresó su pesimismo afirmando que en últimos términos ellas existen como razón de ser de su propio deterioro.
LA EXPERIENCIA COMO TEGNOLOGIA
El arquitecto uruguayo Mariano Arana habló sobre las cooperativas de vivienda en su país, dentro de un marco de referencia de latinoamericanismo superador de condiciones infrahumanas, en el cual sólo un aproximado siete por ciento (7%) de la población montevideana sufre una situación subnormal o ilegal en lo que a su vivienda se refiere. La participación de Arana arrojó luces sobre las metodologías que pueden seguirse para evadir el sistema de financiamiento oficial, que depende de las leyes de oferta y demanda del mercado abierto y que hace prohibitiva la vivienda para un sinnúmero de ciudadanos. Arana mostró también el bajísimo nivel de calidad de diseño en la vivienda producida oficialmente o con participación del capital privado, promovida por los negociantes del ramo, contrastándola con la otra, obtenida a través de la experiencia cooperativista.
También el arquitecto colombiano Alvaro Ortega, residente desde hace muchos años en el exterior, participó ofreciendo la visión de su experiencia en la búsqueda de tecnologías sencillas e ingeniosas con las que atacar con efectividad el origen mismo de las deficiencias de servicios y comodidades en las situaciones de vivienda subnormal. De acuerdo con esto, presentó sus propuestas para reducir el consumo de agua a través de su atomización con el aumento en la utilidad de la misma, para reducir la contaminación de fuentes naturales del líquido, para optimizar el consumo de diferentes tipos de energía, para incrementar la efectividad del trabajo no especializado y para introducir en el sistema de consumo, novedosos materiales de construcción, como el azufre, de bajo costo y excelentes condiciones.
LA ALTERNATIVA DE LA CIUDAD ESPONTANEA
Apoyado en el conocimiento de culturas antiguas y a veces primitivas, como algunos grupos del Transvaal, en Suráfrica, Ralph Erskine ha desarrollado una serie de aproximaciones a la cuestión de la vivienda y de las colectividades que se puede observar en numerosos proyectos de gran envergadura realizados en Suecia, su país de adopción, y en su nativa Inglaterra. Tanto el trabajo de los primitivos que le sirven de inspiración como sus proyectos propiamente dichos, fueron mostrados profusamente en este Foro como ejemplos de que el Tercer Mundo aún existe en los países industrializados. En su proyecto de Byker, en Newcastle, Inglaterra, nos mostró cómo conformar una nueva ciudad dentro de la antigua sobre un territorio que conserva algunos de sus determinantes edificios. Ejemplificó la inclusión de elementos positivos de la tradicional ciudad, vueltos a hacer por él para permitir las relaciones que en la villa antigua se daban. Todo esto lo hace adoptando las formas de la contemporaneidad para proponer experiencias novedosas, más rápidas, eficientes y que, sin embargo, no implican la pérdida de las relaciones interpersonales tan siginificativas en la civilización. En Byker, Erskine propone la mezcla de multi con unifamiliares y de espacios de circulación con otros que sirven para la actividad comercial y el intercambio social, con el fin de garantizar la vitalidad y evitar el barrio dormitorio. Tratadas llamativamente con materiales a la vista y colores pintados, proponen nuevas relaciones entre las personas, para así producir una ciudad altamente humanizada.
Por su parte, el conocido arquitecto, profesor y teórico italiano Giancarlo De Carlo, mostró cuatro proyectos suyos de importancia en los cuales también se aproxima a la alternativa profesional a la ciudad espontánea, siempre enfrentando la presencia de lo histórico, patrimonio de las ciudades de su país, en las que ha intervenido y que le exige trabajar delicadamente. Pues sus propuestas toman lugar con respecto a tejidos urbanos antiguos que hay que preservar. Logra esta conservación de dos maneras distintas: una consiste en no dañar, ni alterar el espacio público, y otra en añadir nuevas y significativas funciones que revitalizan la zona histórica para hacer de ella algo más que un simple cuerpo urbano embalsamado para deleite de turistas. Sus proyectos de intervención en Urbino, Terni o en la isla de Mazzorbo, al lado de Murano en el extremo norte de la laguna veneciana, dejaron claramente establecida la tremenda estatura de quien ha producido proyectos que respiran el oxigeno vital de la modernidad respetuosa de los factores humanos y la acumulación de cultura a través de la historia. En su proyecto para la laguna véneta, De Carlo planteó la analogía con la migración desde el campo por motivos de inseguridad y la ocupación de territorios nuevos por invasión, con cambios totales de usos y hábitos, que hizo ver el caso veneciano dentro de una especial y relevante actualidad para nosotros en continuo contacto con estos procesos, según se manifiestan en nuestras ciudades.
Las intervenciones individuales de los seis ponentes internacionales fue complementada por la participación de importantes profesionales colombianos en cuatro mesas redondas. En estas discusiones se destacó la intervención de Giancarlo De Carlo con ideas sobre lo universal y lo específico en la arquitectura de este momento, y sobre la dualidad "alegría-conflicto", en el objeto edilicio de nuestras culturas. Asimismo debe señalarse la clara intervención de Gustavo Riofrío cuando insistió en que la construcción de vivienda, por sí sola, no soluciona el problema de la vivienda a menos que esté acompañada de políticas efectivas de desarrollo y planeamiento.
Con asistencia de mil quinientos profesionales y estudiantes de arquitectura y áreas afines, así como de funcionarios de institutos y entidades de construcción, planeación y administración, y de líderes comunitarios, provenientes de la capital de la república y de ciudades como Cartagena, Cali, Medellín, Barranquilla, Bucaramanga, Popayán, y muchas otras, el Foro sobre la Vivienda Popular en el Tercer Mundo y la Al ternativa a la Ciudad Espontánea constituyó un hito en la discusión del doloroso problema de la vivienda social en nuestros países, así como de la visualización realista y humana de sus posibles soluciones.