HISTORIA
Los libros que usted debe leer para entender la Revolución rusa
Escritores, historiadores, politólogos y periodistas han tratado de explicar, a su manera, uno de los eventos más impactantes del siglo XX. Varias de esas publicaciones se consiguen en Colombia.
Cuando los eventos que terminaron con la llegada de Vladímir Illich Lenin al poder se desencadenaron en Rusia, hacia octubre de 1917, el periodista estadounidense John Reed estaba en San Petersburgo (entonces Petrogrado), cubriendo la Primera Guerra Mundial para la revista The Masses. Él, un socialista convencido, vio la oportunidad de su vida. La monarquía rusa –con 300 años de antigüedad– había caído en febrero de ese año con la renuncia del zar Nicolás II, y el gobierno de transición, conformado por burgueses, liberales y algunos socialistas moderados, naufragaba en medio de la crisis.
El pueblo y la clase obrera apoyaban cada vez más a los bolcheviques (la izquierda radical), liderados por Lenin, que ganaba adeptos en medio de la escasez de alimentos, la falta de empleos y el descontento popular con la Gran Guerra, que ya duraba tres años. Reed tomó su cuaderno de notas y salió a la calle. Habló con los líderes bolcheviques que planeaban tomarse el poder, estuvo con los obreros y campesinos que salieron a protestar, asistió a las reuniones en las que tomó forma la revolución, entrevistó a Lenin y vio de primera mano cómo el Ejército Rojo, liderado por León Trotsky, se tomaba el Palacio de Invierno.
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A su regreso a Estados Unidos, y luego de sortear interrogatorios y presiones de los agentes de inmigración de su país –que incluso confiscaron sus notas y las retuvieron durante siete meses–, Reed escribió Diez días que estremecieron al mundo, un reportaje trepidante sobre los acontecimientos que acababa de presenciar. La editorial Boni & Liveright lo publicó un año después y se convirtió en un éxito. Tanto que fue llevado al cine y aún hoy sirve de punto de referencia de la llegada de los comunistas al poder.
Este año, gracias al centenario de la Revolución rusa, la obra de Reed volvió a aparecer en las principales librerías del mundo. En Colombia, por ejemplo, se consigue gracias a una reedición de la editorial Desde Abajo. Pero no es el único. En los últimos 100 años gran número de novelistas, periodistas, politólogos e historiadores han intentado analizar lo que ocurrió en Rusia y responder el gran enigma: ¿por qué uno de los regímenes aristocráticos más antiguos del mundo cayó y le dio paso al comunismo?
“En ese tema hay libros para todos los gustos –cuenta Hugo Fazio, decano de la Facultad de Ciencias Humanas de la Universidad de los Andes y experto en la Revolución rusa–. Unos defienden la revolución y la causa bolchevique, otros son muy críticos y muchos asumen posiciones más distantes y neutrales. También varios encontraron ángulos novedosos”.
Un vistazo a las novedades editoriales que se consiguen en Colombia confirma esa gran variedad. Además del reportaje de Reed, uno de los libros más comentados es El tren de Lenin, de Catherine Merrialde, que explica cómo el gobierno de Alemania –que estaba en guerra contra Rusia, el Reino Unido y Francia– ayudó a Lenin, exiliado en Suiza, a volver a su país con otros revolucionarios en un tren sellado que pasó por Suecia y Finlandia. Analiza los hechos con datos, cifras y mapas acerca de cómo el líder bolchevique forjó las alianzas internacionales que lo llevaron al poder y que empujaron a Rusia fuera de la guerra.
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Otro, La Revolución rusa contada para escépticos, de Juan Eslava Galán, cuenta en 450 páginas los hechos de Rusia y el mundo que encendieron la mecha de la revolución. En formato de novela, y de una forma ágil y fácil de entender, el autor repasa personajes como Marx y algunos zares de la dinastía Románov, y recuerda eventos como el Domingo Sangriento (una matanza de protestantes pacíficos perpetrada por la guardia imperial rusa en 1905).
En materia de novela, sin embargo, la más famosa sigue siendo la tetralogía La rueda roja, del nobel de literatura Alexander Solzhenitsyn, que reúne varios relatos polifónicos sobre los momentos que llevaron a la revolución: las derrotas de los rusos en la Primera Guerra Mundial, el surgimiento de los primeros brotes rebeldes, las alianzas para derrocar al zar y, finalmente, el alzamiento de los bolcheviques.
En primera persona
Se destaca también la primera traducción al español de La Revolución rusa, de Richard Pipes, uno de los historiadores más conocedores de la Rusia contemporánea. El libro, escrito en 1992 al caer la Unión Soviética, tiene un tono crítico con el régimen bolchevique, acompañado de múltiples datos y cifras históricas. En ese mismo camino transita La Revolución rusa (1891-1924), de Orlando Figes, un ensayo que, según Felipe Ossa, gerente de la Librería Nacional, “es uno de los más completos, exhaustivos y documentados. Recomendado, sobre todo, para quienes quieran profundizar en el tema”.
No es el único ensayo destacado. También están La venganza de los siervos, del historiador Julián Casanova, que reúne en 200 páginas las últimas investigaciones históricas sobre el episodio; La Revolución rusa: historia y memoria, de José M. Faraldo, que analiza la memoria y el legado de octubre de 1917 en la Rusia de hoy; y Nueva historia de la Revolución rusa, de Sean McMeekin, que trata de mostrar una versión alejada de los mitos tradicionales que construyó la propia Unión Soviética.
Para Rubén Darío Flórez, presidente del instituto Cultural León Tolstoi y profesor de la Universidad Nacional, los libros escritos por los propios protagonistas de los hechos también ofrecen una buena opción para encontrar relatos diferentes. En algunas librerías de segunda, de hecho, se consiguen Las tesis de abril, el documento escrito por el propio Lenin cuando, desde Suiza, criticó la actitud del gobierno de transición que siguió a la caída del zar y definió las ideas que llevaron a los bolcheviques al poder unos meses después.
También está Historia de la Revolución rusa, escrita por León Trotsky en 1932 cuando estaba desterrado en Turquía, luego de que José Stalin lo expulsó de la Unión Soviética. “Además de ser un relato bello, tiene la ventaja de ser escrito por uno de los principales protagonistas de los eventos, con una gran capacidad de análisis y mucha reflexión”, explica Fazio.
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Algo similar sucede con ¿Cómo empezó todo?, la novela de Nikolai Bujarin, el principal ideólogo económico de los bolcheviques y uno de los hombres de confianza de Lenin, desterrado y fusilado por orden de Stalin en 1938. Mientras estaba en prisión escribió la historia de Kolia Petrov, su alter ego, un joven que crece en una familia proletaria de Moscú y, poco a poco, va tomando consciencia política. Aunque murió antes de terminarla, el relato inacabado se consigue en varios idiomas, incluso en español (en la editorial Pre-textos).
La gran cantidad de libros sobre el tema demuestra que la Revolución rusa aún fascina. “Era impensable que un grupo pequeño, como los bolcheviques, lograra hacerse con el poder de un país tan grande –cuenta Flórez–. Le ganaron la apuesta a hombres que tenían mucho poder y aplicaron un programa político y económico inédito que marcó el siglo XX”.
Muchos de los hechos que marcaron el siglo XX tienen su origen en la Revolución rusa. Por eso, es importante entender lo que sucedió hace 100 años y nada mejor que los libros.