ENTREVISTA

La defensa de la directora del Festival Iberoamericano de Teatro

Semana.com habló con Anamarta de Pizarro, que había permanecido en silencio, después de las fuertes críticas que recibió su gestión.

17 de mayo de 2016
Anamarta de Pizarro asumió la dirección del festival en 2009. | Foto: Archivo Semana

En la mañana de este martes algunos proveedores del Festival Iberoamericano de Teatro revelaron a La W algunas de las deudas que la organización tiene con ellos hace años y manifestaron su desacuerdo con la gestión de su directora.

Desde entonces, los rumores sobre el evento empezaron a correr, e incluso hay quienes aseguran que el legado de Fanny Mikey, uno de los eventos de teatro más importantes del mundo, podría estar a punto de desaparecer. Semana.com habló con la directora del festival, Anamarta de Pizarro, quien respondió a las críticas de su gestión.  

“No quiero llevar este asunto al plano personal, es un tema de dos instituciones muy serias”, dijo la directora del festival a Semana.com y agregó que el manejo que le han dado algunos medios a la noticia podría afectar la imagen y la confianza que los colombianos siempre han mostrado a la organización.

La gestión

Anamarta de Pizarro manifestó que para ella era lamentable que después de hacer uno de los mejores festivales todo esto estuviera pasando. “Por primera vez en la historia de las 15 ediciones del festival vendimos el 80 % de boletería. Comenzamos a vender abonos en junio del año pasado, sin que las personas conocieran la programación del festival. Es tal la fe que la gente tiene con la organización, que compraron 800 millones de pesos sin tener una idea siquiera de lo que íbamos a presentar”, afirmó a este portal.

La directora también se refirió a los comentarios de la ministra de cultura Mariana Garcés, explicando que mientras el gobierno nacional aporta el 12 % al festival, los organizadores gestionan el otro 88 % frente al Distrito Capital, el sector privado y la cooperación internacional.

Señaló adicionalmente, que otros festivales internacionales de teatro, equivalentes en prestigio al Iberoamericano de Bogotá (Cervantino, Aviñón y Edimburgo), son financiados casi en su totalidad con recursos del Estado.

En un comunicado de prensa la junta directiva del Teatro Nacional y el Festival Iberoamericano de Teatro también criticó la gestión del Ministerio de Cultura. “A pesar de nuestra labor para que el Congreso de la República declarara el festival como Patrimonio Cultural de la Nación, el Ministerio de Cultura no cumplió con su obligación de convocar al Comité Financiero destinado a garantizar su conservación”, dice el texto.

De Pizarro también dijo que el dinero que recibía el Ministerio de Cultura siempre era auditado y siempre se rendían cuentas al Ministerio de Cultura: “Jamás ha habido dudas sobre lo que hemos gastado”.

Los dineros

La directora del Festival además afirmó que sí habían llegado a acuerdos de pago con los proveedores con porcentajes altos. Ella explicó que el problema ha sido que el festival de 2010, producido por Manuel José Álvarez, actual director del Teatro Colón, dejó un “hueco de 7.500 millones de pesos” que lleva seis años llevándose en la contabilidad.

En los festivales del  2012 y del 2014, según señala la directora, los festivales no dejaron pérdidas. Y el de 2016 dejó un déficit de 600 millones de pesos debido al incremento de la tasa de cambio del dólar. “Aun así la deuda se ha reducido a 4.000 millones de pesos”, dijo.

El documento emitido por las organizaciones, también da cuenta de la historia financiera de las instituciones: “Hoy el Teatro Nacional cuenta con un patrimonio de 19.000 millones de pesos, sus ingresos en taquilla y demás proyectos en el año 2015 fueron de 8.000 millones”.

Añade: “La XV versión del Festival contó con un presupuesto de gastos en el año 2016 de 30.000 millones, manejando todos los ingresos efectivos por intermedio de la Fiduciaria Alianza, así como lo hizo en la versión anterior.”

Según lo comunicado por la junta directiva, lo que afirmó la ministra de Cultura, Mariana Garcés, acerca de que el Festival Iberoamericano recibe más dinero por parte del Estado que ninguna entidad cultural, no es cierto.El Estado aportó 2.300 millones de pesos para la última edición del certamen, pero el Teatro Colón “recibió del ministerio 50.000 millones para su restauración y recibirá 27.000 millones más en el 2016, sin que tenga hoy los correspondientes permisos de las entidades distritales para su funcionamiento”.

En el documento también se hizo alusión a un estudio de la Universidad de los Andes en el que se encontró que le Festival mueve en la economía de la ciudad 120.000 millones de pesos por cada edición (es decir 516.000 millones de pesos desde el 2010), en actividades de turismo, transporte, hotelería y demás servicios relacionados.

La renuncia

Finalmente, Anamarta de Pizarro dijo que su renuncia siempre ha estado encima de la mesa de la junta directiva del Festival. Sin embargo, la junta se ratifica en todas sus decisiones y no hará más cambios por el momento.

En cuando a la salida de Daniel Álvarez Mikey de la junta directiva de la Fundación Teatro Nacional,  del que su madre, Fanny Mikey, había sido fundadora,  la directora del Festival pidió que recordaran que la junta que lo sacó, hacía cuatro años lo había nombrado director de la Fundación Teatro Nacional y que mientras Fanny estuvo viva, él jamás hizo parte de la junta.

“Me duele mucho lo que está pasando con Daniel Álvarez. Para mí es como un sobrino… Han sido casi 20 años en los que hemos compartido momentos como navidad o año nuevo… Es algo que realmente lamento mucho”, concluyó.