| Foto: Warner Bros

CINE

“La Mujer Maravilla” y la importancia de un ícono

La primera película de superhéroes protagonizada por una mujer en más de tres décadas ha roto varios mitos que hablaban de un género “no apto” para ellas.

9 de junio de 2017

Han pasado 33 años desde que una mujer protagonizó una película de súperhéroes. 33 años desde que “Supergirl” fue estrenada en 1984. Desde ese entonces y hasta la fecha, más de 50 películas de súperhéroes se han producido y solo hasta este año, con la “La Mujer Maravilla” parece que Hollywood empezó a creer.

La película, dirigida por Patty Jenkins, una de las tres únicas mujeres que han liderado una película de acción con un presupuesto de más de 100 millones de dólares, es otro paso adelante para las mujeres en el ámbito de superhéroes y ciencia ficción.

La Mujer Maravilla, representada magistralmente por la actriz israelí Gal Gadot, sigue los pasos de personajes como Katniss Everdeen en “Los juegos del hambre” y los de Rey y Jyn Erso en las dos últimas películas de Star Wars, que han logrado ser éxitos en taquilla con una mujer a la cabeza.

Que una mujer protagonice una película de este tipo no debería ser a estas alturas una sorpresa, pero sin embargo lo es. Desde el año 2008, cuando con Iron Man empezó la producción en masa de películas de superhéroes, Marvel y DC Comics han lanzado 19 películas de superhéroes. De esas 19, el protagonista siempre ha sido un hombre. Nunca una mujer.

Por eso, el hecho de que luego de dos semanas “La Mujer Maravilla” se convirtiera en la película más vista a nivel mundial significa mucho. El éxito de la película le ha dado una bofetada a un sector de Hollywood siempre escéptico a producir una película de superhéroes en la que la protagonista fuese una mujer.

Además, la película también desmiente el mito de que las películas de superhéroes están hechas para una audiencia masculina. De hecho, la cifra de mujeres aumenta cuando la protagonista es una mujer. En el caso de la Mujer Maravilla, según WB, más de la mitad, el 52% de la audiencia de la película en el último fin de semana fue femenina.

Pero entonces, ¿Es “La Mujer Maravilla” una excepción, o es el comienzo de una nueva era de protagonistas femeninas en un campo de películas que hasta ahora ha sido dominado por hombres?

No necesariamente “La Mujer Maravilla” es la primera película en que una mujer es la protagonista de una película de este tipo, aunque sí lo es en el caso de los superhéroes. Dos antiheroínas vieron la luz en la década del 2000 y fueron personificadas por actrices de cartel. La ganadora del Óscar, Halle Berry encarnó a “Gatúbela” en 2004 y Jennifer Garner representó a “Elektra” en el 2005. Sin embargo, ambas películas fueron destrozadas por la crítica y fueron sonados fracasos en taquilla.

Pero a pesar de estos papeles de alto perfil para las mujeres, la realidad es que han sido excepciones en Hollywood, especialmente si se tratan de películas de acción o de gran presupuesto.

El resultado es que más mujeres en el mundo pueden sentirse identificadas con una heroína

Un estudio del Centro para el Estudio de la Mujer en la Televisión y el Cine de Estados Unidos, encontró que aunque la cifra de mujeres protagonistas ha subido en los últimos años (29 por ciento de todos los protagonistas de las 100 películas de mayor recaudación en 2016), siguen encasilladas en ciertos géneros.

"Las protagonistas femeninas aparecieron más en comedias románticas (28%), seguidas por dramas (24%), películas de terror (17%), animación (14%), películas de ciencia ficción (14%) y películas de acción (3%)”, dijo al Washington Post la directora ejecutiva del Centro para el Estudio de la Mujer en la Televisión y el Cine, Martha Lauzen.

Pero la película, además de ser un éxito en taquilla (ha recaudado US$272,8 millones) ha sido también bien recibida por la crítica. En portales como Rotten Tomatoes, el filme de Jenkins cuenta con una aprobación del 93% y en la IMDB una calificación de 8,2 sobre 10.

"Se aparta rápidamente de la marca de una superproducción y se permite ser algo relativamente raro en el universo del superhéroe moderno”, escribió Anthony Oliver Scott, crítico de cine de The New York Times.

Según Oliver Scott, “La Mujer Maravilla” es “una buena película” y destaca su intento de apartarse del deseo comercial de los estudios. Además, la película le ha dado un nuevo aire al Universo Extendido de DC Comics, cuyas tres películas (Superman, Batman v.s. Superman y Suicide Squad) fueron vapuleadas por la crítica.

"Cualquier idea ridícula de que una mujer no era adecuada para dirigir una película de superhéroes de gran presupuesto fue de una vez por todas destrozada", dijo Paul Dergarabedian, crítico de cine de CNN.

Mucho se ha dicho de la falta de presencia de heroínas y de héroes de diferentes razas, pero Hollywood hasta ahora se está dando cuenta de que apostar por ellos puede ser un buen negocio. Con “La Mujer Maravilla”, Hollywood le dio al público algo que estaban esperando hace tiempo y los resultados están a la vista.

El resultado es que más mujeres en el mundo pueden sentirse identificadas con una heroína. La Mujer Maravilla tiene el potencial de convertirse en un símbolo para una generación de niñas y jóvenes que crecieron sin una representación fuerte y femenina en este tipo de producciones.

“La versión actual del origen de la Mujer Maravilla, reconoce lo que la convierte en una figura inspiradora y la transforma en una figura de aspiración: una heroína cuyas luchas son cruciales para su identidad”, escribió Graeme McMillan de la revista Wired.

El mensaje ha calado. La película ha sido un éxito rotundo y las mujeres han sido gran parte de ello. De acuerdo con cifras de Warner Bros, la audiencia de la película ha sido mayoritariamente femenina y desmiente el mito de que a las mujeres no le gustan las películas de superhéroes.

Y la idea ha calado. La imagen de una niña de siete años disfrazada de la “Mujer Maravilla que observa admirada un afiche de la heroína encarnada por Gal Gadot le ha dado la vuelta al mundo. “De esto se trata, ¿no?”, dice el pie de foto de la publicación.

Y sí, de eso se trata.