FILBo 2024
Semana habló con el maestro Jorge Velosa a propósito de su nuevo libro ‘Historiando mi cantar, un viaje por la carranga’.
Este sábado a las 2 pm en la FILBO, en el auditorio José Asunción Silva de Corferias, tendrá lugar el lanzamiento de esta nueva obra que da cuenta de los orígenes y la historia de la carranga como género musical y que, a su vez, es una bitácora autobiográfica de Jorge Velosa.
SEMANA: ¿Cómo surgió este libro?
Jorge Velosa: Detrás de cada canción siempre hay una historia. En tarima, antes de interpretar cada una, suelo contar algo acerca de su origen. Y resulta que durante la pandemia fui invitado por Jaime Castro, de la emisora comunitaria de San Miguel de Sema a participar en la emisión número 100 de su programa Canto a Boyacá, y conté la historia de algunas canciones. Como hubo buena recepción por parte de los oyentes, al siguiente sábado volví a contar otras, pero ya por La voz del olvido, emisora virtual veredal que fundó Jaime, y así seguí como por casi 100 programas; esa vino a ser la semilla del libro. Para escribirlo, partí de esas notas, las fui complementando con apuntes de mis libretas y con otras historias que ya había publicado, para finalmente, seleccionar de todas ellas las 147 que incluye la obra.
SEMANA: ¿ Se puede interpretar como una obra autobiográfica?
J.V: Yo diría que es casi una biografía, pues a través de las historias de las canciones, de alguna manera estoy contando parte de mi vida, por debajito de la ruana.
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SEMANA: ¿Cómo surgen sus canciones?
J.V: Siempre que hago canciones, porque las hago todavía aunque no he vuelto a las tarimas, trabajo a partir de algo que experimento o que me sucede; una copla bonita que escucho, un suceso en el campo o en la ciudad, o una conversación con alguien. Siempre hay algo que me queda resonando y lo apunto en mis libretas. A mi máma se le murió una vaca y así surgió ‘La pirinola’; en Bogotá me “expropiaron” una cucharita de hueso que me habían regalado y así rugió ‘La cucharita’; a un señor se le varó el camión frente a una tienda por la laguna de Fúquene y así surgió ‘Julia, Julia, Julia’, y así con todas mis canciones. Creo, como otros, que el secreto del arte consiste en darle belleza a las cosas más simples de la vida y de la manera más simple posible, sin que pierdan su profundidad.
SEMANA: ¿Cómo concibió y cómo estructuró el libro?
J.V: Cada historia es autónoma, pero en conjunto componen un gran cuento. Imagínese usted la tarea de escribir alrededor de 150 historias que se pueden leer de manera independiente, pero que al tiempo tienen una familiaridad entre ellas y componen un relato más grande, que viene siendo desde mi parecer la historia de la carranga; por eso el subtítulo: Un viaje por la carranga.
SEMANA: De un tiempo para acá la carranga ha tenido un boom. Incluso la última edición de La voz Kids la ganó un grupo de niños carrangueros, Los carranga Kids. ¿Por qué esta tendencia?
J.V: Lo carranguero empezó como un grupo hace unos cuarenta años y poco a poco se convirtió en un género musical con sus propias características, algo que a propósito está contado en la presentación del libro. Así como hay vallenato, salsa, y otras tendencias, así también hay música carranguera o carranga. De unos 15 años para acá ya se habla de ella como un género musical, del que hacemos parte cientos de agrupaciones, muchas de ellas integradas por niños y jóvenes que componen sus propias canciones.
SEMANA: ¿Qué hace de la carranga el género música que es? ¿Cómo se diferencia de otros?
J.V: Para que un género musical exista, se necesita mucho tiempo; necesita madurar, y hacer parte de la vida de las personas. En el caso de la carranga, eso tomó alrededor de 50 años, fue algo orgánico, natural, en lo que muchos aportamos. Es una alegría haber vivido y haber sido testigo y pregonero de esa evolución. Y bueno, por otro lado, están los instrumentos característicos del género, la guacharaca, la guitarra, el tiple, el requinto y la armónica, en ocasiones. La carranga, además, tiene varios ritmos, un atuendo, un bailado, unos contenidos, un público que la sigue, cientos de grupos que la mantienen andante y tocante, y otras características que también se cuentan en el libro.
SEMANA: ¿Cuál es la importancia de la carranga como música y como movimiento cultural?
J.V: Es bonito que nos reconozcamos en lo que somos, no importa en qué región habitemos ni de qué región procedamos. La música es una manifestación cultural y arrastra con ello formas de ser, de hacer y de pensar. La carranga, entre otras cosas, ha hecho que la gente vuelva al baile, a ese baile perdicero con el que las generaciones de antaño gozaban y celebraban sus fiestas. Un buen carrangazo tiene hoy ese mismo efecto: ¡pam!, los invita a todos a bailar.
SEMANA: Hace unos años que no vemos a ‘Velosa y los Carrangueros’ en concierto. ¿Está en sus planes volver a las tarimas?
J.V: En paralelo con lo que estoy haciendo hace 5 años, que es el oficio de escribir, a partir de mis archivos también estoy trabajando con mi amigo y vecino veredal Marco Villarreal, en maquetas y registros de bambucos, pasillos, rumbas criollas, y torbellinos, bien como canciones o como instrumentales, y también en merengues y rumbas carrangueras. Ya veremos qué de ello se convierte en grabaciones y publicaciones, y si las interpretamos en vivo; ya veremos.