La oración es considerada el acto de hablar con Dios u otros seres en los que se cree, generando una conexión energética religiosa. Orar, de acuerdo con lo informado por la Real Academia Española, es dirigirse con palabras y pensamientos a una divinidad o persona sagrada, con la intención de hacer algunas súplicas o peticiones personales.

Este ejercicio es bastante importante en la religión católica y cristiana, ya que es tomado como el canal para exponer, agradecer y entregar las intenciones personales a Dios. Es fundamental efectuar esta práctica con fervor, confianza y fe, depositando esperanzas para que todo se cumpla.

En la Iglesia católica existen distintos santos y figuras a las que se les puede orar para atraer bendiciones, salud y dinero, exponiendo las necesidades y anhelos del corazón. Cada pensamiento fluye distinto en los momentos en los que se dialoga con estas presencias celestiales.

Elevar las manos al momento de orar es un acto de agradecimiento a Dios. | Foto: Getty Images

Uno de estos es San Jerónimo Emiliani, un religioso veneciano, a quien se le entregan las preocupaciones económicas. Las palabras se dirigen a él para que ayude con el trabajo y el dinero, que en momentos se vuelve escaso.

La oración para este santo fue compartida por ACI Prensa (Agencia Católica de Informaciones) y se debe realizar durante las mañanas.

Oración a San Jerónimo Emiliani para atraer dinero

Bendito San Jerónimo Emiliani, que pasaste por la tierra haciendo el bien; caritativo padre de los más necesitados, noble y entregado servidor de los pobres, que con dedicación consagraste tu vida a los demás, y pusiste todas tus fuerzas y energías en consolar y ayudar a los que sufrían carencias; que con amor socorriste a los humildes, a los niños desamparados, a las viudas y a los enfermos, para tratar de conseguir tu propia santificación y la salvación de las almas y cuerpos de los afligidos, y por ello Dios premió tu oración, tu sacrificio, tu compasión, tu desprendimiento y generosidad permitiéndote obrar frecuentes prodigios y milagros.

¡Oh, prodigiosísimo San Jerónimo!, conociendo cuán agradable eres ante Dios, y por los múltiples favores y milagros que por medio tuyo se ha dignado otorgar a tus devotos, acudo a ti para solicitar tu ayuda, no desprecies mis humildes súplicas y llévalas ante el trono del Altísimo, pues, aunque me encuentro triste y afligido y las dificultades me agobian, confío plenamente en el amor, la bondad y la misericordia de nuestro Padre celestial.

La oración corresponde a un encuentro espiritual, mediante el poder de la palabra con el Todopoderoso. | Foto: Getty Images

¡Oh, santo de los pobres y afligidos!, glorioso San Jerónimo, ahora que gozas de la dicha eterna, dame tu auxilio, amparo y protección, alivia mis angustias y necesidades, sobre todo mis estrecheces económicas que ahora tanto me preocupan y abaten.

Te pido que por tu santa y poderosa intercesión, y con la gracia de Dios Misericordioso, sea escuchada mi oración y mi petición sea despachada favorablemente.

¡Oh, San Jerónimo, santo de los milagros!, alivia la congoja de mi corazón, y haz que yo viva aquí como verdadero amante de nuestro Señor, para poder gozar de Él, junto a ti, en el cielo. Amén.

De acuerdo con lo que se conoce, Jerónimo Emiliani murió en 1537 y fue beatificado por Benedicto XIV en abril de 1747. Años después, en 1767, fue canonizado por el papa Clemente XIII. Fue declarado como el patrón de la juventud abandonada y destacó siempre por la entrega a ayudar a pobres y enfermos que se topaba en el camino.

Los conocedores del tema religioso recalcan la necesidad de orar con fervor y honestidad. | Foto: Getty Images