Cultura
La poderosa afirmación que atrae abundancia y aleja personas ‘tóxicas’ para siempre
La forma en que se convierten los problemas en una oportunidad para crecer puede hacer la diferencia.
Mantener un ambiente, en la medida de lo posible, ‘tranquilo’ es el anhelo de un sinnúmero de personas en el plano personal y/o laboral. No son pocos los detonantes de estrés, espacios donde puede primar la envidia, egoísmo, comentarios ‘negativos’ o tensión que permean lo que se esperaría fuera un entorno diferente.
Sin embargo, tal cual se manifiesta desde la psicología, los demás pueden “hacer o decir cosas”, pero es el propio individuo quien decide cuánta importancia o afectación le da. Así las cosas, depende de la misma persona trabajar en que lo externo no le genere incidencias.
Con frecuencia se escucha que “todo está en la mente” y, de acuerdo con la empresa de salud mental desansiedad.com, algunas afirmaciones podrían generar un cambio si más allá de simplemente repetirlas se empieza a tener apropiación sobre ellas. El objetivo es alejar lo que suele considerarse como ‘negatividad’ o personas ‘tóxicas’.
Afirmaciones para atraer un aura ‘positiva’
1. Soy la persona más importante de mi vida.
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2. Respeto y uso mis habilidades especiales, conocimientos y capacidades.
3. Estoy abierto a nuevas y emocionantes oportunidades para hallar mi trabajo ideal.
4. El Universo siempre está cuidando de mí y de mi prosperidad.
5. Recibo ingresos económicos de lugares esperados e inesperados.
Salmo para alejar los enemigos
Desde la religión también hay tanto oraciones como salmos para apartar las personas que, con sus acciones o palabras, puedan no tener las mejores ‘intenciones’. Uno de estos es el salmo 35, recopilado por el sitio web BibleGateway.
Disputa, oh Jehová, con los que contra mí contienden; pelea contra los que me combaten.
Echa mano al escudo y al pavés y levántate en mi ayuda. Saca la lanza, cierra contra mis perseguidores;
di a mi alma: Yo soy tu salvación. Sean avergonzados y confundidos los que buscan mi vida.
Sean vueltos atrás y avergonzados los que mi mal intentan. Sean como el tamo delante del viento,
y el ángel de Jehová los acose. Sea su camino tenebroso y resbaladizo,
y el ángel de Jehová los persiga. Porque sin causa escondieron para mí su red en un hoyo;
sin causa cavaron hoyo para mi alma. Véngale el quebrantamiento sin que lo sepa,
y la red que él escondió lo prenda; Con quebrantamiento caiga en ella. Entonces mi alma se alegrará en Jehová; se regocijará en su salvación.
Todos mis huesos dirán: Jehová, ¿quién como tú que libras al afligido del más fuerte que él,
y al pobre y menesteroso del que le despoja? Se levantan testigos malvados;
de lo que no sé me preguntan; me devuelven mal por bien para afligir a mi alma.
Pero yo, cuando ellos enfermaron, me vestí de cilicio, afligí con ayuno mi alma y mi oración se volvía a mi seno.
Como por mi compañero, como por mi hermano andaba; como el que trae luto por madre, enlutado me humillaba.
Pero ellos se alegraron en mi adversidad, y se juntaron; se juntaron contra mí gentes despreciables, y yo no lo entendía. Me despedazaban sin descanso como lisonjeros, escarnecedores y truhanes.
Crujieron contra mí sus dientes. Señor, ¿hasta cuándo verás esto?
Rescata mi alma de sus destrucciones, mi vida de los leones. Te confesaré en grande congregación;
Te alabaré entre numeroso pueblo. No se alegren de mí los que sin causa son mis enemigos,
ni los que me aborrecen sin causa guiñen el ojo. Porque no hablan paz y contra los mansos de la tierra piensan palabras engañosas.
Ensancharon contra mí su boca; dijeron: ¡Ea, ea, nuestros ojos lo han visto!
Tú lo has visto, oh Jehová; no calles; Señor, no te alejes de mí. Muévete y despierta para hacerme justicia,
Dios mío y Señor mío, para defender mi causa. Júzgame conforme a tu justicia, Jehová Dios mío,
y no se alegren de mí. No digan en su corazón: ¡Ea, alma nuestra! No digan: ¡Le hemos devorado!
Sean avergonzados y confundidos a una los que de mi mal se alegran;
vístanse de vergüenza y de confusión los que se engrandecen contra mí.
Canten y alégrense los que están a favor de mi justa causa, y digan siempre: Sea exaltado Jehová,
que ama la paz de su siervo. Y mi lengua hablará de tu justicia y de tu alabanza todo el día.