Cultura
La poderosa oración a la Virgen del Carmen para conducir con tranquilidad
Esta figura religiosa es considerada como la patrona de la protección a los conductores
Para algunas personas, el momento de conducir suele ser bastante estresante, pues esta actividad puede ser generadora de nervios y miedo debido al gran número que dificultades y obstáculos que se pueden encontrar en algunas carreteras del mundo. Es por esto, que muchos creyentes, especialmente, en la religión católica, suelen realizar varias oraciones minutos antes de sentarse en al asiento principal de sus automóviles, camiones, buses o cualquier tipo de vehículo.
Estas lecturas sagradas generan cierto nivel de tranquilidad y confianza en las personas que las realizan, pues sienten el acompañamiento de Dios y el Espíritu Santo mientras recorren los trayectos hacia sus lugares de destino.
Por otro lado, hay oraciones directamente realizadas a la Virgen del Carmen, quien es considerada como la patrona de la protección a los conductores. Se dice que al encomendarse a ella, se disminuye el riesgo de sufrir accidentes o de tener algún tipo de problema mientras se recorren las carreteras.
Según la experiencia de varios trabajadores que se dedican a la conducción de vehículos de carga pesada, se recomienda llevar una pequeña estampa de la Virgen del Carmen para sentir su compañía y protección a la hora de manejar, específicamente, en lugares con geografía peligrosa.
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Oración a la Virgen del Carmen
“Dame Dios mío mano firme y mirada vigilante, para que a mi paso no cause daño a nadie, a ti Señor que das la vida y la conserva te suplico humildemente guardes hoy la mía.
Libra, Señor, a los que me acompañan de todo mal, enfermedad, incendio o accidente; enséñame, también, a hacer uso de mi vehículo para bien mío y el de los demás. Haz en mí, Señor, que admirando la belleza de este mundo y respetando el derecho de los demás, no me arrastre el vértigo de la velocidad y logre seguir felizmente mi camino.
Oración para la protección de los conductores
Virgen del Carmen, mujer virtuosa protectora de los choferes. Hoy vengo a ti, arrodillado para implorarte el favor de la protección mientras estoy en mi trabajo.
Eres capaz de cuidarme de todo mal, de todo accidente, porque así lo haces mientras manejo. Te encomiendo mi vida Santísima Virgen del Carmen, es mi tesoro más preciado.
Encargo en tus manos y sabiduría mi visión, para que pueda siempre estar pendiente de todo peligro. Si en algo me estoy equivocando en mi vida o en mi trabajo, házmelo saber, quiero actuar para honrarte la mayor parte del tiempo posible.
Quiero ser el mejor en mi trabajo y cuidar el bienestar de mis clientes cuando debo llevarlos a sus destinos. Que lleguen sanos y salvos a donde se dirigen. Permíteme ser amable a pesar de las muchas que me dejo ganar por el cansancio.
Espero en ti, tu tiempo y lo que tú decidas que es lo mejor para mí. Muéstrame el camino mientras manejo, pero cuídame de todas las personas que andan haciendo el mal y tratando de hacerle daño a mis pasajeros.
Cuídanos de cualquier robo, nunca permitas que nos quiten la vida por robarnos algo material. Estamos bajo tu bendición y algo más poderoso que eso no existe.
Encomiendo mi carro, mi camión, mi buseta o mi medio de trabajo. Que nunca me falten las herramientas para resolver cualquier falla mecánica que pueda suceder lejos de casa.
Te encomiendo mi familia, mientras yo trabajo que nunca les falte nada. Y que yo pueda ganar el suficiente dinero para que todos tengan lo que le hace falta.
Perdóname, si has sentido que alguna vez te he fallado Virgen del Carmen. Intercede por mis pecados. Gracias, amada Virgen por escucharme y atenderme. Amén”.