Cultura
La poderosa oración para fortalecer el alma y el espíritu en el nombre de Dios
La conexión con Dios puede ser beneficiosa para el aspecto personal y religioso de una persona.
Los seres humanos suelen pasar situaciones complicadas en su día a día, debido a factores que rodean su realidad y se salen del alcance de sus manos. En ocasiones pueden ser duros los momentos, por lo que acuden a su fe y sus creencias religiosas para generar un alivio interno y espiritual.
Según la Real Academia Española, orar se define como la acción de dirigirse con palabras y pensamientos a una divinidad o persona sagrada, con la intención directa de hacer algunas súplicas o peticiones. Es el canal más personal para hablar con Dios u otros seres en los que se cree, generando una conexión energética religiosa.
Esta práctica se puede realizar de forma individual o grupal, buscando que las intenciones sean entregadas a Dios y se puedan llevar a cabo. Existen toda clase de oraciones, las cuales se enfocan en diversos espacios y situaciones, brindando beneficios a esa parte espiritual que se debe alimentar día a día.
Cuando se dan estas circunstancias complejas y difíciles, es importante aferrarse a la confianza y así depositar las esperanzas en Dios, sin dudar de que sus obras serán buenas y positivas. Lo principal es hacerlo agradeciendo las bendiciones y entregando las cosas que rodean el presente.
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De hecho, el portal Recursos Metodistas Unidos compartió una oración que está enfocada en fortalecer el alma, generar seguridad interna en los momentos complicados y alimentar el espíritu en el nombre del altísimo. Estas palabras se pueden repetir en instantes de silencio, reflexionando sobre la realidad y el actuar en ciertas ocasiones.
Lo importante es realizar este poderoso ejercicio con fe y respeto, buscando conectar con Dios para que los caminos se abran y todo mejore a futuro, sin afectar la estabilidad interna.
Oración para fortalecer el alma en tiempos difíciles
“Alzaré mis ojos a los montes, ¿de dónde vendrá mi socorro? Mi socorro viene de Jehová, que hizo los cielos y la tierra”, Salmo 121.
Tú, oh creador, eres nuestro socorro; en tiempos de oscuridad, eres el sol que alumbra nuestro camino; en esos momentos de sed espiritual que debilitan nuestro espíritu, tú vienes a nosotros cual lluvia refrescante y vivificadora, y renuevas nuestro espíritu marchito.
Si Dios es con nosotros, ¿quién contra nosotros? ¿De quién temeremos si tu estás entre nosotros? Tu mirada está siempre sobre nosotros y conoces nuestras luchas y agonías antes que nosotros las experimentemos. ¡Y te compadeces de tu pueblo!
Enséñanos cómo ser discípulos y discípulas fieles y a confiar plenamente en ti. Ayúdanos a crecer en la fe, en esa que quizás todavía está débil y necesita madurar en ti, hasta que tu voluntad y la nuestra sean una. En el nombre de Jesucristo, quien creció en gracia y sabiduría delante de ti.
Amén.