Cultura
La poderosa oración para superar un amor difícil
Estas palabras sirven ante una petición especial.
La tristeza, desolación y el dolor que deja una ruptura amorosa o la idea de que una relación no se haya dado con aquella persona especial es grande, convirtiéndose en un proceso de duelo amoroso. Son muchas las situaciones que abruman a una persona, como las emociones negativas a tal punto de tener que acudir a terapia psicológica para superar ese amor difícil.
Sin embargo, la fe y la devoción son herramientas que se pueden usar como superación personal a través de la conexión espiritual. A continuación, el portal web Unidos en Oración da a conocer esta poderosa oración:
Oración para superar un amor difícil
Padre mío, Padre de bondad, hoy me dirijo a ti con una petición muy especial. Señor, me siento en confusión y quiero que tu luz me ilumine para sentir nuevamente que estoy en el camino de tu amor. Altísimo, te pido que oigas mi ruego y escuches mis palabras con la paciencia infinita que sólo Tú posees.
Señor, en este día, que he sentido que me han pasado cosas malas, quiero que en Ti buscar consuelo, un alivio para este dolor que es causado por la triste realidad que debo aceptar. Padre, estoy sufriendo enormemente, siento que las cosas no están yendo bien para mí y me cuesta salir adelante.
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Te pido que seas Tú quien me dé la fuerza para levantarme de donde estoy y seguir luchando. Siento que mi corazón ha sido herido, Señor, me duele mucho que me hayan lastimado así y a veces hasta pienso que no es justo lo que me pasó.
Tú, que todo lo ves y todo lo permites por una razón justa, sabes que confié mucho en darme una oportunidad con la persona que elegí, pero si no se ha dado como planeaba, por algo ha de ser, Padre. Tú que proteges siempre mi vida, dame de tu fuerza para curar mis heridas.
Dame la paciencia para entender lo que ha sucedido y la energía para no perder las ganas de volver a intentarlo. Padre Bueno, dirige mis pasos hacia un mejor lugar. Hay más personas en este mundo, personas buenas que encontrarán en mí lo que están buscando.
Este episodio de mi vida solamente es una pequeña parte de todo lo que me falta por experimentar. Oh, Padre de Amor, ayúdame a entender que aún faltan muchas cosas que vendrán. Yo debo alegrarme de tener salud, vida, una razón importante por la cual seguir, y esa razón debo ser yo, Señor.
Porque debo saber que, después de Ti, Padre santo, estoy yo. Debo cuidarme, quererme, mimarme y hacerme saber cuán importante soy para mí. Por eso, Señor, hazme notar que mi presencia en este mundo es valiosa, muy valiosa. Que, dentro de todo, lo mejor que puede pasarme es que el amor que Tú me tienes me da enormes bendiciones y eso será suficiente para que yo, así me encuentre sin ánimo o sin fuerzas, pueda hacer frente a cualquier problema.
Señor, Padre hermoso, tu palabra es donde yo me refugio siempre. Hoy que siento heridas en mi corazón, hoy que me parece que el amor no es tan bueno como me contaban, me pongo en Tu Santa presencia para sentir la fortaleza y la humildad de corazón para perdonar las ofensas de quien, quizá sin querer o aun haciéndolo a propósito, me hizo mucho daño.
Dame, Señor, la madurez suficiente para perdonar desde el fondo de mi corazón, para perdonar con sinceridad y sin rencores. Esta situación me está enseñando mucho, me doy cuenta de tantas cosas ahora: hay que ser prudentes para hacer lo que sea, siempre hay que pensar, meditar mucho sobre las decisiones que vamos a tomar; hay que sentir mucho cariño por nosotros mismos.
Pero quiero que esto sea un aprendizaje para el futuro. Señor, Padre Mío, yo no le cerraré las puertas al amor. Quiero darme otra oportunidad para ser feliz junto a alguien, no quiero que aquí, tal vez presa de la cólera o la tristeza, dé lugar en mi corazón a la resignación y me sienta incapaz de volver a experimentar esa emoción tan bonito del amor.
Que todo el tiempo que mi corazón necesite para curarse, me sirva también para poder aconsejar a otros sobre lo importante del cariño propio. Padre de Bondad, así como te pido que me ayudes a superar estos momentos difíciles, también te agradezco por ellos.
Porque siempre hay que ver el lado positivo de todo: estoy ganando mucha experiencia con esto. Te pido que oigas mis palabras en nombre tu Hijo, Jesús, Nuestro Amigo y Salvador. Gracias por el tiempo que comparto contigo, Señor Mío. Amén.