Cultura
La potente oración para pedir por la salud de una persona
La religión católica permite, a través de las oraciones, pedir algunos beneficios para la vida diaria.
La espiritualidad y la salud son dos elementos clave para las personas a lo largo de su vida. Y una puede acabar beneficiando a la otra de manera indirecta. Sin embargo, es importante cuidar ambos aspectos en conjunto, con el fin de que la vida se pueda desarrollar óptimamente.
En lo referente a la espiritualidad, esta puede verse fortalecida con la religión y algunas creencias. Dentro de cada culto existen algunos actos concretos, los cuales son considerados como sagrados, que permiten atraer algunos beneficios para la vida, como por ejemplo, la prosperidad y el bienestar.
Es usual que los seres humanos opten por rezar de manera diaria, con el fin de pedir no solo por su bienestar, sino también por el de las personas que están alrededor.
Se recomienda orar con devoción y fe, y se fortalezcan aquellos elementos que puedan estar presentando deficiencias, gracias a la presencia de Dios en la vida del ser humano.
¿Cuál es esta oración?
“Hermoso Padre, mi corazón reboza gratitud porque eres un Dios generoso, que se da a todos sus hijos sin excepción. Gracias por todos los detalles que constantemente me brindas, por no abandonarme y de mostrarme de muchas maneras que estás para mi y no me vas a dejar pase lo que pase. Eres mi amparo y la alegría que mi alma ansía siempre.
Gracias, Amado Dios, por el existir, porque en cada amanecer envuelve muchas oportunidades y cada noche, es oportuna para descansar en ti. Aunque me cueste decirlo y no lo comprenda, también te doy gracias por las dificultades que se me presentan, porque de alguna manera tú me quieres pulir para ser mejor persona dentro de esas pruebas.
Hoy mi Señor, quisiera pedir tu ayuda, que por tu infinita misericordia vengas a mi auxilio y me enseñes a ser un hombre ejemplar, del cual pueda ser reflejo vivo para todos aquellos que necesitan verte, estar contigo y permanecer por siempre en Ti. Padre de bondad, en estos momentos no la estoy pasando nada bien, necesito que me apoyes y me resguardes porque me siento espiritualmente intranquilo.
Los problemas y miles de interrogantes rondan sin parar por mi mente y ya no sé que más hacer, me siento muy afligido, pues creo que he dejado la puerta abierta para que entre la desesperación a mi vida, no me siento en la capacidad de poder decidir de manera ideal. Ahora ya no tengo una visión clara de las posibles soluciones, ya no encuentro las llaves que puedan desobstruir los candados que llevo en mi corazón.
Con lo poco que ahora tengo, quiero confiar en Ti Señor, con mucho pesar en mí, no veo otra opción más que recurrir a Ti para que me escuches y consideres todo lo que te pido, porque en los peores momentos de mi vida, solo Tú puedes salvarme, solo Tú puedes sostenerme con tu amor para librarme de las tempestades.
Sé que suelo ser una persona muy optimista, que siempre le ve el lado positivo a todos los malos momentos que puedan pasar. Pero ahora, me encuentro en una etapa donde siento que todo se me ha acumulado, siento presión por todos lados, en mi hogar, en mi trabajo, problemas económicos, enfermedades y decepciones, que han ido llenando mi vida de ansiedad y mi corazón de muchas heridas que no he podido canalizarlos de mejor manera.
Te pido con esta oración sincera, que puedas darme la cura que mi alma necesita, este malestar me desespera, no me deja hacer las cosas como debería. Cúbreme con tu amor bendito Padre, dame nuevamente la oportunidad de poder ser capaz de hacer una pausa, tranquilizarme y mantener la serenidad en medio del conflicto, no me dejes aquí con el dolor y la incertidumbre que me agota cada vez más.
Sana mi corazón Señor, alivia mi alma y hazme una persona fuerte, que pueda sensibilizarse ante el dolor propio y ajeno, pero que no lo cargue en sus espaldas por mucho tiempo. Dame la capacidad de poder soltar sin temor a lo que pueda venir más adelante, pues quiero tener la seguridad de que solo contigo, no hay más que victoria y felicidad plena.
En teoría, sé que todo pasa, que nada es eterno, mucho menos los problemas o la gloria del mundo. Pero quiero sentirlo de corazón, quiero hacer viva esa fe en mí, quiero volver a tener la seguridad de que solo Tú eres eterno. Dame Tu mano mi Dios, en Ti encuentro mi refugio, la paz que necesito para continuar despreocupado con la frente en alto, orgulloso de ser tu amado hijo.
Ayúdame, Señor de amor, a que exista una congruencia entre lo que profeso, comparto, con todo lo que realizo en mi día a día. Y con mucha más razón ahora, cuando las dificultades parecen ser más grandes que yo, que mi alma no deje de florecer por la lluvia tormentosa que llega, ni que el fuego de mi ser se apague por más viento furioso que sople en mi vida.
Suelo a veces complicarme por todo, pensar en demasía y no comprenderme, pero hoy aleja todos ello que en sí es el propio miedo que no me deja avanzar. Lleva todo dolor y enséñame a cargar mi cruz nuevamente con tranquilidad y con la fiel esperanza de que las cosas mejorarán y que, como dice en tu santa Palabra, hay bajo el solo un tiempo para todo y un momento para cada cosa.
Te entrego todo, para que lo puedas convertir en bendición y así, por medio de tu gracia, yo comprender y aceptar que todo lo que permites es un peldaño más para que tu voluntad se cumpla en mí. Pese a todo lo que siento Señor, no dejo de amarte ni de ser agradecido. Que nada me turbe ni me espante, pues en Ti quiero que mi esperanza esté puesta para no vacilar más, te lo pido en nombre de Jesús, Amén.”