Cine
‘La sociedad de la nieve’ logró dos nominaciones a los Óscar; el director de la película contó en SEMANA detalles de esta producción
Esta producción ha sido éxito en Netflix tras su estreno el pasado 4 de enero.
Este martes se conoció la lista de nominados a los premios Óscar. La Oppenheimer, de Christopher Nolan, la historia detrás del padre de la bomba atómica, arrasó. Le siguieron otros filmes como Barbie y Los asesinos de la luna.
En América Latina algunas de las nominaciones más celebradas fueron las de La sociedad de la nieve, que relata la tragedia de los jugadores del equipo de rugby Old Christians Club, que sobrevivieron durante más de 70 días al vuelo 571 de la Fuerza Aérea Uruguaya en la cordillera de los Andes, en 1972.
Una de esas nominaciones es la codiciada categoría de Mejor Película Internacional. La película también fue reconocida en la categoría de Maquillaje y Peluquería.
Tras su estreno en Netflix, el pasado 4 de enero, la película suma ya 51 millones de reproducciones en todo el planeta y es número uno en 93 países.
SEMANA conversó con su director el español Juan Antonio Bayona, el mismo de historias tan potentes como Lo imposible, que narra la odisea de una familia que sobrevive a un tsunami en Tailandia, también inspirada en un hecho de la vida real.
SEMANA: Uno de los aspectos que más celebran de esta película es el relato íntimo de los sobrevivientes. ¿Cómo lo logró?
Juan Antonio Bayona: Tuve un acercamiento muy profundo con los sobrevivientes, con sus historias, fue como volver con ellos nuevamente a la montaña. No era posible llevar esas historias a la película sin lograr primero ese acercamiento personal, sin ganarme esa confianza. Eso me permitió reconstruir el mundo interior de cada uno de los personajes y ser consciente de que estas personas tuvieron una segunda oportunidad en la vida; que en una circunstancia como la que ellos vivieron da lo mismo tu raza, si eres rico o pobre. La tragedia nos pone a todos por igual. En ese proceso nos reunimos con Pablo Vierci, el psicólogo que los atendió tras el accidente y que es amigo personal de ellos. Y cuando vimos juntos la película por primera vez, cada uno de los sobrevivientes sintió que se había logrado un acercamiento muy emocional a la tragedia.
SEMANA: Uno de los retos fue grabar en ese paisaje inhóspito de los Andes. Casi que el clima es otro personaje de la historia...
J.B.: Grabar en esas condiciones era depender del clima y echar mano de la improvisación para que no se atrasara el rodaje. El reto técnico de filmar en la nieve era tremendo. Lo primero que hicimos fue desplazarnos a los Andes, al lugar donde se cayó el avión, en la misma época del año. Y eso al final le dio un mayor realismo a la película, a la crudeza a la que se enfrentaron los sobrevivientes en todos esos días. Era como si viviéramos nuestra propia supervivencia delante de la cámara.
SEMANA: ¿Y cómo asumió todo el equipo ese reto de grabar en esas condiciones?
J.B.: Fue muy difícil. Tienes solo tres días para prepararte para estar en la altura. Tocó así porque, al llegar, te entra un dolor de cabeza que te obliga a parar y no puedes moverte. Son tres días hasta que te acostumbras a la altura. La primera noche, cuando miré el reloj, pensé que ya amanecía y solo había pasado una hora y media. No me imagino cómo fue para los sobrevivientes, que estuvieron 72 días en esas circunstancias. Pero, justamente, eso les ayudaba a los actores a entender realmente las condiciones por las que pasaron los que vivieron en la montaña. Su reto era narrar el miedo, el frío, el
SEMANA: La película es, de alguna manera, un gran canto a la solidaridad, tan escasa en estos tiempos.
J.B.: En la película escuchamos cuando le dicen a Roberto “tú tienes las mejores piernas, camina por los demás”. Eso es: “Si tú llegas, todos llegamos”. No es solo entonces una historia de valentía, que es lo que puede parecer a simple vista. Es una historia de empatía, que cuando se trata de sobrevivir todos somos iguales.
SEMANA: Una de las escenas más potentes de esta historia es justamente la del accidente. ¿Cómo la logró?
J.B.: Para lograr esa y otras escenas hubo un trabajo grande de investigación. De no dejar ningún detalle al azar. Incluso una gran investigación desde el punto de vista médico, porque me interesaba entender cómo es que realmente el cuerpo humano sobrevive en esas situaciones tan adversas, sin comida, sin bebida, en temperaturas bajo cero por tantos días. La idea siempre fue reflejar la historia con la mayor realidad posible.
SEMANA: ¿Cómo es eso de que esta historia casi no se logra porque está hecha en español, pero con un presupuesto de película de Hollywood?
J.B.: Estuve diez años buscando financiación para contar esta historia, en una industria en la que solo encuentras grandes presupuestos si es contada en inglés. Pero no quería eso. Queríamos que fuera en español, en el mismo lugar de la tragedia. Ojalá siempre podamos hacer historias en nuestro idioma y con ese nivel de ambición.